Economista y prosti: Una nueva subasta, de estilo agropecuario

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T. Lectura: 10 min.

¡Hola!

Cuenta de relaciones al comienzo del relato: 38.

Soy consciente de que voy a alterar el orden de los relatos. Pero lo último sucedido es tan bueno que debo compartirlo cuanto antes con ustedes (al menos a mí me encantó). Trataré de ser breve, para luego poder, antes de mis “vacaciones”, relatarles cómo he hecho de Maca mi secretaria, y como vino mi nuevo amigo de Buenos Aires a cogerme mientras papá nos vio.

En éstos días se realiza en Montevideo, la tradicional Exposición Rural, dedicada a mostrar todo lo mucho y bueno que tiene el campo uruguayo. Se muestra ganado de esa, maquinarias, productos etc. y por supuesto concurren a exponer sus productos algunos (mayoría), de los hombres más ricos del país.

Pensando en concurrir, Tommy se lo sugirió a Sam, se van haciendo inseparables ja ja, aunque siempre respetando las jerarquías. Y a mi regreso de Buenos Aires, en un descanso cogiendo con Sam, me sorprendieron con la propuesta de algún desfile o algo así, (otro más de los que ya he hecho), con entrada reservada a seis señores del campo, ricos ellos, con cobro por asistencia y un show sorpresa final, que ni siquiera yo sabría de que se trataba.

Se imaginan, oír lo que Sam y Tommy me proponían eso y aceptar la propuesta, fue cosa de un momento.

Solamente me aseguré de la rentabilidad y de que ellos planificaran todos los detalles.

Rápidamente, Sam usó sus muchos contactos empresariales y completó un cupo de seis concurrentes a un “asado y show” en nuestra casa de campo, el sábado antes de la semana más fuerte de la Expo. El ticket, a 250 dólares, con la promesa de que sería excelente el asado y aún mejor un show inesperado.

En el día previo, el viernes, Sam organizó un vermouth y picada en un local de la Expo, a donde invitó a los interesados además, obvio, de Tommy y yo. Hubo presentaciones, y largas conversaciones. Aproveché para conversar personalmente con todos, presentándome, como la Economista y esposa que soy, y a veces también presentada por Tommy, o por Sam. Por suerte, detecté mucha simpatía y hasta algún intento de avance entre los amigos de Sam, que no me conocían.

A todos les presentaba mi tarjeta de visita como economista, y Sam o Tommy entregaban una hoja con las coordenadas y un mapa de ubicación de nuestra casa.

Se fijó para el sábado un punto de encuentro a los efectos de que tanto Tommy como Sam llevara cada uno a tres de los anotados, para que pudieran tomar alcohol, pues es sabido que esa gente suele ser de buen comer y de muy buen beber. Los llevaron en sus camionetas, y yo fui en la mía, sola.

Curiosamente, luego Tommy y Sam me lo aclararon, llegó alguien más en su propio coche.

Nos aislamos y Sam y Tommy me dijeron que la idea era que previo al almuerzo, circulara entre los invitados, conversando y compartiendo tragos (los de los que conducimos, sin alcohol), cada unos cinco o diez minutos, a guisa de desfile, me iría cambiando de ropa, cada vez mostrando más piel. Luego harían el almuerzo, mi show, que me sugirieron cuál sería, y al final, una gran sorpresa.

Allí también supe que el séptimo concurrente era un médico, provisto de abundantes tests rápidos (menos de media hora), para HIV, dos tipos de hepatitis y alguna otra ETS, que admita tests rápidos.

Me encantó el plan, me cercioré de que tuviera en casa algo que necesitaba para el show, y así, conversando, mostrando la casa y los alrededores, se hicieron las 11 y 30, muy buena hora para comenzar los bocaditos de parrilla previos al asado, que era preparado por don Roque.

Yo desde casa me había ido vestida de jeans muy ajustados y camisa, con una chaqueta encima, chaqueta que dentro de la casa, con calefacción a full, pude quitarme. Botas tejanas para un lindo look bien de campo. La camisa blanca, tal como es moda, la parte delantera por dentro del pantalón y la parte de los costados y trasera, por fuera del mismo. Aproveché a que de esa manera se marcara bien el busto, aunque me puse brassier.

Comenzamos la ronda de bocaditos y whisky o vermouth, conversando de temas varios. Algunos preguntaban, en vista de la tarjeta entregada el día antes, acerca de mis servicios de economista. Pasados unos diez minutos, discretamente me fui a un dormitorio, mi base de operaciones, y me puse mi querido vestido mini, plateado metalizado, el que no tiene breteles y es todo elastizado.

Digo sin avergonzarme y sin darme méritos excesivos, que el cambio de ropa fue muy bien recibido. Incluso, algún concurrente me preguntó el por qué de ese cambio, y respondí culpando al excesivo calor.

A veces me sentaba (mostrando piernas) a conversar con alguien, ya sea acerca del campo, de economía o de lo que fuera. No faltaba ocasión para que se me acercara Tommy a darme un beso o a servir bebida, y siempre deslizaba un “gracias amor” para reafirmar nuestro vínculo delante de los visitantes.

Y nuevamente se hizo tiempo de irme y volver con un nuevo outfit. Minifalda plisada, y nuevamente camisa, esta vez negra y sin nada debajo, de tal manera que nada se veía pero se percibía un cierto movimiento libre de mis dos joyas ja ja.

Esta vez la curiosidad fue aún mayor, ya casi siempre tenía a dos o tres “invitados” a mi alrededor, ¡hablando de lo que fuera! Y yo trataba de mover mis “joyas” llamando la atención.

El whisky y los bocaditos de parrilla, chorizos, mollejas, morcillas y toda esa variedad de cosas, circulaban a lo grande. Finalmente Sam preguntó si el desfile les estaba gustando. Gustaba a todos, por suerte, pero algunos dijeron que no entendían como una economista y esposa de alguien presente, se dedicaba a hacer desfiles sugerentes.

—Es que le gusta, era la respuesta de Sam. Y llegó el momento de un nuevo cambio. Short absolutamente “short”, apenas cubría un par de centímetro de pierna, en vinilo negro, y marcaba un poquito mi “camel toe”. Lo complementé con un crop top color turquesa, aunque ahora me coloque un soutien media copa, por encima de la copa hice asomar los pezones para que se marcaran en el crop top. De nuevo a cambiarme.

Fui a cambiarme, seguida de Tommy, que me llenó de besos en el dormitorio, diciéndome cuan bien lo estaba haciendo y cuanto me quiere.

Decidimos pasar a un outfit que ya he usado, con muy buen resultado ja ja, el pantalón y top de crochet, color beige y con forro color piel. Como se imaginan, sin nada debajo. Y tacos altísimos.

El resultado, espectacular, con suspiros, silbidos, algún aplauso y alguien que dijo: ““Ojalá el desfile no termine más”. A lo cual respondí que muy poca cosa me quedaba en el guardarropa; y que realmente era hora y momento de almorzar, pues “¡el asado no espera!” Durante un par de minutos más circulé (más bien me mostré) entre todos, y fue hora del almuerzo.

Almorzamos, aplaudimos al asador, disfrutamos, comimos los postres, y con la mayor discreción me retiré a prepararme y volver a cambiar de ropa.

Esta vez, pasé a otro conocido, el conjunto negro de crochet con tejido más abierto y sin forro.

Mínima tanga hilo de satin blanco y un bandeau bien angosto alrededor del busto. Se imaginan, con la tanga hilo y todo en crochet, mi espalda y culo eran un show en sí. Y eso más allá de que nadie pudiera explicarse como un triángulo de satin tan pequeño, pudiera taparme la concha.

Tommy tomó la palabra, ya en tiempo de café, en la sala de estar:

—Amigos, ante vuestra decepción anterior por la finalización del desfile, Sofía ha sacado lo último que había en su bolso, otro enterito, solo que esta vez… sin forro.

Esperamos que les guste sin forro…

Sin verme hubo aplausos, exclamaciones de Sofía, y silbidos.

Entré, caminando con pasos de modelo, un pie por delante del otro, y lentamente, para que me vieran bien. Con naturalidad, Tommy me sirvió café y un dulce, que consumí relamiéndome.

Creo que los seis invitados y el médico estaban a mi alrededor, ni conversábamos, retiré alguna mano que se acercó demasiado. Se alternaban para verme de frente y de atrás, obvio que alguien no pudo evitar suspirar y decir “Que culo”.

Tommy recibía felicitaciones y agradecimientos a granel por tener tan linda esposa y permitirme hacer el desfile.

Alguno lamentó que seguramente el desfile se terminaba… pero fue interrumpido por Sam:

—“El desfile se termina, pero falta el show… la señora acostumbra brindar buen servicio por lo que han pagado. Y estoy autorizado a que durante el show, los interesados puedan ofertar por sus servicios, a disfrutar hoy u otro día, pero para ello los interesados deberán entrevistarse con el médico aquí presente, para poder garantizar su salud. Quien no quiera por razones de privacidad, religión o moral social, simplemente no pasa a entrevista y análisis y puede igualmente ver el show.”

Algunos se les cayó la mandíbula de la sorpresa , otros no creían y miraban hacia Tommy, sonriente y tranquilo. Nadie vio que me retiré un momento y mientras tanto Roque puso frente a los sofás un trozo de tronco de árbol de unos 40 cm de alto.

Volví con una caja en la mano que puse en el piso. Ya todos repuestos de la sorpresa y algunos ya en fila para el médico.

Los miré a todos, sonreí. Y mirando ora a unos ora a otros me fui quitando el top del conjunto. Luego el pantalón. Quede en bandeau y micro tanga. Apenas respiraban.

Luego fue el turno del bandeau, que Sam desató, ubicado a mi espalda, y liberando mis tetas. Ésta vez el aplauso fue unánime. Sentirme mirada por aquellos hombres básicamente desconocidos me calentaba enormemente y mis pezones lo demostraban.

Luego fue Tommy quien se acercó por detrás y me bajó la tanguita, que quedó en el piso.

Se alejó y yo, luego de dar un par de giros frente a todos, comencé untando los dedos de una mano con saliva y los llevé a mi concha, jugando con ellos y volviendo a ensalivarlos cuando era necesario. Luego hice lo mismo en mi esfínter, mostrándoselos generosamente.

Y finalmente, abrí la caja que siempre tengo en la casa de campo con un hermoso y gran consolador negro. Anatómico, con glande bien marcado y largo y bastante grueso, aunque no tanto como para que moleste.

Lo comencé a chupar, de rodillas ante seis machos calientes, o siete, pues el médico ya había puesto en marcha los análisis de cinco interesados, y había que esperar los resultados.

Chupé el consolador un par de minutos, lo apoyé en el trozo de tronco que Roque había traído, me abrí dé piernas sobre el consolador, y llamé a Tommy para que sostuviera la base apoyada en el tronco.

Cuando lo hubo sujetado, bajé lentamente, subí y lo chupé una vez más mientras les mostraba el culo… y me volví a montar y me lo metí a fondo, hasta tocar la mano de Tommy que lo sostenía.

Así, no sé, quizás dos o tres minutos, y mientras subía y bajaba sobre ese cañón negro de silicona, yo misma me amasaba las tetas.

Finalmente me levanté, me pasé la mano por la concha y la lamí, al tiempo de hacerles un guiño pícaro.

Salva de aplausos. Y me dirigí a ellos:

—Amigos, saben que soy economista, saben que soy casada. A partir de ahora ya saben que me encanta ser putifina. Si alguno de ustedes desea puede incluso estar conmigo ahora, o si prefieren, en otro momento, aquí, o en mi oficina o donde ustedes prefieran. Si alguien se escandaliza, no hay problema. Mi arancel normal es de 2.5 k. Sin límites, aunque hoy será por dos horas pues todos debemos volver a Montevideo.

El médico me hizo una seña luego de ver todos los análisis. Puedo decirles que el médico les ha dado luz verde a los cinco analizados.

Llegaron las infaltables preguntas: “¿Entonces también sos puta? ¿Entregás todo todo? ¿Quieres decir que podríamos cogerte al natural? Y mis respuestas: Sí, sí, y sí… sí a todo. Y normalmente no pongo ningún límite de tiempo mientras el cliente resista ja ja. —¿Podrías visitar a alguien en el campo?

—Claro que sí, pero con otro arancel. Y si les parece, mi querido amigo Sam les dará papel y lápiz por si alguien quiere ofrecer y concretar ahora, o solicitar día lugar y hora.

Rápidamente intervino Sam: Puede que alguien quiera ofertar ahora y no tenga efectivo suficiente. Son mis amigos y yo doy garantía de cualquier cifra que se oferte y que después me repondrán. Y pasó dando papel y lápiz a los cinco analizados.

Finalmente, yo pasé entre todos recogiendo los papeles. Al pasar frente al médico me dijo que no había recibido papeles, pero que me contactaría en Montevideo.

Con los papeles en la mano pregunté si el costo de desfile y show era justo y si alguien reclamaba algo… silencio ja ja.

Miramos los papeles, uno muy bajo, tres con valores prácticamente de arancel, y uno… muy por encima del resto. Pero con una condición: “Es admirable, ofrezco quedarme con ella mientras yo resista, 5 k, y luego ella me lleva solo de regreso a la Expo.”

Tommy miró el papeles y dijo: “De acuerdo”. Sam lo leyó y dijo: “Siempre así, no me sorprende”. Y yo dije: “Esperen y volveré a buscar al ganador”.

Ni siquiera les di mucho tiempo para conversar o analizar lo sucedido. Procedí por prolijidad a higienizarme, me puse la ropa con la que pasaría a buscar a mi nuevo novio (“macho” le dirán los menos protocolares).

Me puse tiara de cristales austríacos, y un largo velo de tul. Un mini conchero blanco y en las manos, un ramo de flores blancas que “por las dudas” había traído desde Montevideo. Agradecí a todos los presentes, sugerí a los no elegidos, pero interesados, que me llamaran al teléfono de mi tarjeta si deseaban avanzar… y me acerqué a quien estaba flanqueado por Tommy y Sam. Debo irme contigo, le dije. Él tomó mi ramo de flores y se lo paso a Tom, y en su legar me dio un puñado de billetes para que fuera con ellos a modo de ramillete, ja ja… ¡un lindo homenaje a mi putismo!

Me tomó del brazo y me paseó delante de todos. Vi deseo en los ojos de muchos y supe que habíamos hecho un buen movimiento al reunir ese grupo.

Lentamente nos fuimos al dormitorio. Cerré la puerta e imaginé que todos se irían y así fue, según vimos al salir de la habitación, ya entrada la noche.

Se acercó a besarme y me quitó el conchero. Te quiero en pelotas dijo, con léxico no muy ciudadano. Mi velo de tul cayó al piso y allí lo dejamos. Lo siguiente fue que se desnudó totalmente. Abundante vello púbico y verga medio erecta. “La tuve dura hasta hace un rato”.

Edad bastante avanzada, pero físico fuerte de hombre que pese a ser el dueño y no un peón, ha estado siempre en el campo y cerca de sus tareas.

“Quiero esas tetas” dijo, y se dedicó a besármelas y acariciarlas y chuparlas y morderlas. Yo lo disfrutaba, me encanta que me valoren, y otros por cogerme a veces me las descuidan. Sentía los pezones como piedras, y él me los chupaba como bebé. De a poco, tomándose su tiempo, subió a besarme…”¿Puedo? Preguntó. “por favor, me encanta” respondí. Y empezó a besarme de boca cerrada. Insinué mi lengua y vio que no hay límites. Su lengua entró a mi boca como una daga. Buscó mi lengua y vaya si la encontró, las enroscamos y empecé a masturbarlo, la verga ya dura. Sus manos bajaron a mis nalgas, (bueno, algún dedo acarició algo más *).

Nos tiramos en la cama, él a chuparme la concha y yo a acariciarle los cabellos y la cara.

Me di cuenta que era como con mis tetas. Adoró chuparme la concha y lamerme el clítoris. De a poco el tiempo pasaba, y fue reptando subiendo por mi cuerpo hasta que su pija ubico mi concha. O mejor dicho sus labios. Y la refregada de labios de concha que me dio fue impresionante. La cabeza de su verga iba y venía entre los labios, mojando con su pre seminal toda la concha. Cada vez yo la sentía más caliente. Iba y venía, iba y venía… le supliqué que me cogiera, no podía esperar más y enfrentó bien el glande al túnel del amor. Una estocada la llevó hasta los huevos dentro de mi. “¡Ayyy que divino!” brotó de mis labios y no pude expresar más, su bombeo frenético apenas me permitía respirar, y un dedo en el culo me hacía pensar en las horas que vendrían.

Me acabé, me aflojé, creo que ese dedo en el culo hacía la diferencia. Y se acabó él, adentro y sin preguntar si podía hacerlo, como debe ser.

Me la sacó. “Te la chupo” le dije, recordando que no se la había chupado. Sentí el sabor de su semen y el de mis fluidos, le dejé la verga limpia y fláccida. El me acariciaba toda.

Lo guie a acostarse a mi lado. “Me gustas” me dijo… ”Me acabé” le dije. Y le acaricié la cara.

—Decime cómo sos tan puta.

—Le conté todo el proceso con Tommy, desde nuestro noviazgo exclusivo, el matrimonio fiel hasta aquella pregunta de enero de 2024 cuya respuesta me llevó, nos llevó, hasta lo que somos hoy. Le parece mentira que Tommy me apoye, pero lo comprende.

Lo sorprendí con el relato de la invitación a París por parte de Ric, la venida de Paul, su voyerismo. Y para rematar, le confesé lo de mi padre y mi suegro. Su cara de asombro y sus preguntas expresaban incredulidad, pero su verga que volvía amoratares mostraba que lo excitaron esas confesiones. Le dije que papá había accedido a ver como me cogen, sin intervenir.

Me volví a bajar a chuparle la pija ya casi dura, y fue el momento de hacerle beso negro. Primero se sobresaltó, luego lo aceptó, también cuando jugué a meterle un dedo.

“Quiero tu culo dijo” totalmente excitado. “¿Como lo querés?” No respondió pero me tomó de la cintura y me puso en cuatro. Le pasé el gel y me untó el chiquito cuidadosamente. Se tomó su tiempo, abundante gel, masaje, dedo, más gel más masaje y dedo adentro. “Que linda cuevita” expresó a modo de halago. Vi que untaba su verga con gel. Me preparé, aunque no la tiene grande, apreté los dientes y sentí como me enfrentaba la cabeza al hoyo, como la centraba bien, y como entraba, resbalando en mi esfínter sin resistencia.

El bombeo fue gozoso, largo, es demorado en acabar, le pedí mete saca y gocé, vaya si gocé cada salida y entrada. A veces me sujetaba de las tetas, a veces de los hombros o del pelo, una novedad para mi. Duele, pero gusta.

Acábame afuera le susurré en un ruego. Me la sacó me empujó aplanándome a la cama y comenzó a refregarme la verga entre las nalgas. Sentí los chorros tibios entre mis nalgas, retiró la verga y el semen se deslizó por mi esfínter ya cerrado hasta mi concha. Lo tomé con los dedos y lo disfruté.

La limpieza de la verga fue inevitable y muy disfrutada.

Me eché sobre él y lo besé todo, me hizo gozar, además de ser un buen señor.

Hablamos mucho más, quiso saber de todo. Si aprovecho bien el dinero que gano, si de verdad soy Economista y si de verdad Tommy me apoya. Dijo que quiere conocer a mi padre. Me contó cosas de su familia. Y me preguntó ( ya otro me lo había preguntado) si podría venir a pasar fines de semana a nuestra casa (claro que sí, le dije) y si podría ir a su campo, 200 km de Montevideo (claro que sí, si el arancel es bueno le dije), nos reímos y me dijo que: “Con tu manera de coger, pedime lo que quieras, sos divina”.

Me chupó un rato las tetas, un divino, y un rato le chupé los huevos y la verga. Me entregó lo que me correspondía, ¡había sido previsor con el efectivo! Yo en el cielo.

Terminamos, y lo llevé de nuevo a la Expo. Es mi relación número 39, 37 hombres y 2 mujeres). Y nos prometimos volver a vernos en la semana que comenzaba. A su expreso pedido.

¡Hasta la próxima queridos lectores!

Sofía.

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8 COMENTARIOS

    • Hola LauJo! Me alegro si se han calentado un poquito. Le he leído a Tommy dos relatos de ustedes y hemos quedado muy muy excitados. El encuentro con la chica trans nos volvió locos, pues tenemos esa asignatura pendiente. Yo quiero que sea bien dotado y que sea capaz de estar íntimamente conmigo, lo cual no es nada común al menos aquí en Montevideo. Pero ya se dará.
      El resto de mis características, como empezamos en esto etc, lo tienes en los diferentes relatos, que te aclaro que son rigurosamente te verídicos.
      Un beso a cada uno de ustedes…
      Sofía y Tommy

  1. Cada día más putona y golosa vos bb. Me dejan a un level de calentura mal tus historias y lo sabes… me quede haciéndome el bocho de que te penetro a fondo mientras te susurro una cantidad enorme de chanchadas al oído… Muack mi ecoputita 😘🔥
    P. D.: Sos un lujo y no veo la hora de probar el postre…

    • Mmmmm…creo que sí debes ser muy caliente…probablemente al regreso de mi inminente oaréntesis por trabajo y vacaciones, lo hablemos.
      Besossss
      Sofía

    • Hola Sofia
      Qué delicia volver a leerte y ponerme al día con tus relatos!!! Todo un lujo lujurioso 😈
      Veo que haya has roto el récord de comentarios en uno de tus relatos (21) y hasta tus fans están en competencia 😂
      Vamos a tener que competir entre Playa del Carmen y Punta Cana para tus próximas vacaciones !!
      Mientras espero con ansias tus próximas historias.
      Un beso donde más te provoque

      Lauro

      • Hola Lauro. Las próximas vacaciones son en este mes de septiembre, a fines, en Paris, invitada por Paul y su Sra y un paso por Madrid.
        En cuanto a México o Dominicana, por qué no ambos lugares? Yo me animo y resisto!
        Besos. Me encantan tus comentarios.
        Sofi.

  2. Cada dia me sorpredes mas mi querida sofi ya ansio probar tu rica panocha y unos rivoa besos blancos y mas

    • Gracias Antonio! Amoroso como siempre. Ya se dará que me pruebes toda! Una noticia: ya tengo secretaria, por ahora solamente para temas económicos y para disfrute personal…

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