Economista y prosti: Vacaciones y excepciones (1)

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T. Lectura: 11 min.

¡Hola!

Contenta de regresar de nuestras vacaciones, tal como les había informado. En realidad, yo tomé muchas más vacaciones que mi marido Tommy. Él me acompañó en los primeros días y luego volvió a trabajar.

Yo luego de que él volvió al trabajo, me dediqué a descansar cuerpo y mente, salvo dos aventuras excelentes que ya les contaré. Pero igualmente tuve varios días de descanso disfrutando de no hacer nada.

Por razones de espacio y para ponerme al día rápidamente, trataré de no dar más detalles de los necesarios.

Capítulo 1: De vacaciones.

La primera semana de vacaciones, con Tommy. Tomamos tres días solos, de sábado a lunes, en el campo, disfrutándonos mutuamente. Sensacional para reafirmarnos en nuestro amor.

En el almuerzo usual de los jueves con Sam, el dueño y Director General de la compañía donde ahora Tommy es Director de industria y Logística, habíamos convenido que compartiríamos algunos días de vacaciones con él, (buen amante y Jefe de Tommy), en un gran hotel cerca de Punta del Este; donde ellos “estarían de gira visitando clientes de la zona”.

Y así se hizo. Sam se encargó de las reservas del hotel a cargo de la Compañía, y tal cual hiciéramos en Paris con mi primer macho extramarital, yo me alojé con Sam, y Tommy solo, con lo cual nos visitaba o nos veía por video llamada y Sam disfrutaba de mí sin límites y mucho más que en las cogidas semanales post almuerzo de los jueves.

Honestamente, fui su esposa por desde el martes de mañana hasta el viernes al atardecer.

Se imaginan cuánta excitación, desde planificar ese encuentro hasta llevarlo a cabo.

De viernes a lunes, en nuestro campo, con Tommy hicimos el amor continuamente, sin límites, a cualquier hora y en cualquier lugar; a veces, al aire libre sin importarnos si podían vernos desde el camino que pasa al frente de la propiedad.

A ambos nos excitaba pensar en los días que vendrían con Sam. Él me desea fervientemente desde antes de tenerme, y yo descubrí desde la primera vez, que me cae muy bien y me coge de maravillas, y todavía más, me regaló el amoblamiento de toda mi actual oficina.

El hotel, cerca de la playa y pueblo de José Ignacio, es maravilloso y ultramoderno, no daré más datos por discreción.

Llegamos, nos instalamos tal como dije, Sam y yo juntos y Tommy por separado. Disfrutamos de días de buena temperatura, los últimos en este otoño, pues ahora en junio ya la temperatura es casi invernal, y de inmediato del check in, nos fuimos a caminar los tres a la playa.

Pero no a cualquier playa, decidimos ir un rato a Chihuahua. Playa naturista, y disfrutar viendo nuestros cuerpos. Almorzamos en el camino, la distancia de un lugar al otro es importante, y se debe atravesar la ciudad de Punta del este. ¡Pero teníamos tiempo y ganas!

Llegados a la playa, muy poca gente un martes a las tres de la tarde, nos desnudamos, dejamos la ropa en el vehículo de Sam, y nos fuimos a caminar. Obviamente, iban semi erectos, viéndome desnuda en medio de ellos. Cuando no había nadie a la vista, yo los tomaba de la mano a ambos. A veces me hacían alguna caricia cuando nos cruzábamos con desconocidos

Caminamos bastante, nos refrescamos entrando al agua, y emprendimos el regreso.

Acordamos que siendo ya cerca de las seis de la tarde, lo mejor era no cenar, prepararnos y pasar nuestra noche tipo matrimonial con Sam. A lo cual, como siempre Tommy accedió.

Habíamos planificado con Tommy un regalo especial a Sam. Fuimos Sam y yo a su habitación, él se duchó y volvió en pijama, yo me excusé para bañarme (y prepararme analmente) y me llevé mi bolso de ropa para la sorpresa especial.

Luego de sacarme la sal del agua de playa y de prepararme totalmente, desde el baño llamé por teléfono a Sam.

–Amor, voy a llamar a Tommy para que venga un momento a ayudarme a vestirme para ti. ¿Te molesta? Solamente minutos y se retira.

–Mmm, debe ser una linda sorpresa, no me molesta en absoluto.

Llamé a Tommy y en minutos estaba en la suite, y pasó al baño.

Necesitaba su ayuda para ponerme mi vestido de novia (el que está con manchas de leche de Tommy, papá y Paul).

En minutos estaba vestida, con lencería blanca mínima, el vestido de novia y el correspondiente velo largo al piso.

En el teléfono, Tommy puso la Marcha Nupcial, y con esos hermosos acordes pasé al dormitorio de la suite.

Sam abrió los ojos desmesuradamente, y preguntó: ¿qué es esto?

–Es una nueva ofrenda para ti, significa que puedes considerarte con derechos de esposo sobre mi. Incluso, debes pensarlo, fertilizarme, cuando decidamos que me embarace. Muy pocos, solamente te Tommy, su papá, mi papá y un francés tienen ese derecho, aunque hay dos en espera… pero si quieres participar tendrás pleno derecho a participar y preñarme. Obviamente, ese embarazo será siempre atribuido a Tommy y no generará problemas a quienes hayan sumado su esperma a la fecundación.

–¡Ustedes son increíbles! ¡Desde ya que acepto! Es un hermoso paso más en nuestra confianza mutua, ¡y me imagino que habrá derecho a cogerte estando embarazada y a qué nos amamantes con tu leche! ¡Desde ya lo deseo! ¿Es tu auténtico vestido nupcial?

–Claro que es el auténtico, manchado con el semen de Tommy, papá y Paul, y se lo haremos manchar a mi suegro. Espero que a partir de hoy, también tenga mancha de tu semen.

–¡Claro que sí!

–Me retiro, los dejo como recién casados, dijo Tommy.

Lo saludamos Sam y yo, y le dijimos que sí había algo excepcional no vacilaríamos en llamarlo para video llamada o que estuviera presencial.

De inmediato, le pedí a Sam que me quitara la tiara y el velo, que no son lo más cómodo del mundo ja ja. Lo hizo y comenzó a besarme dulcemente, como auténtico novio.

Pero sin perder de vista su lugar de tercero y cogedor fuera de mi matrimonio me comenzó a susurrar al oído:

–Sos la más putita, súper puta y eso me encanta, esta idea me ha calentado al extremo. ¡Me encanta que seas tan buena esposa, tan buena economista y tan puta!

Vamos a llenar el vestido de leche que salga de tu cuerpo cuando te llene dentro…

–Sí, por favor, sabes cómo me gusta la leche, y te darás cuenta cuanto quiero tu leche si me he vestido así para que me cojas. Éstos días soy tu esposa, todo el día, todos los días.

Y me di vuelta ofreciéndole mi espalda para que me desabotonara el vestido, pero primero desfilé frente a él varias veces, y finalmente, al ponerme de espaldas, le dije:

–Desnúdame y hazme tuya amor.

–Mmm que bien lo haces… te siento realmente como mía.

–Me gusta que lo sientas así, realmente así será en estos días.

Ya los botones estaban desprendidos, el vestido cayó al piso y Sam lo levantó y lo arrojó sobre la cama, y me imaginé su intención.

El mínimo corpiño también abandonó mi cuerpo, y la lengua de Sam se dedicó con frenesí a mis tetas.

–Me encanta que me las chupes.

–Me encanta chupártelas, y ahora solamente pienso en cuando te hayamos fecundado y tengan leche y yo pueda verlas goteando leche y disfrutarlas.

–Ahhh me encanta oír eso.

Bajó a sacarme la tanga y arrodillado frente a mí me hizo una hermosa lamida de concha, larga y bien mojada de su saliva.

Lo desvestí, y lo tiré al borde de la cama, yo me arrodillé en el piso y comencé a chuparle la pija, ya enhiesta.

Fui regulando el oral, pues quería disfrutar de su leche dentro de mí. Hasta que salió de mí, sin pensarlo: “por favor cariño, haceme tuya”

–Sí. Amor, te voy a coger, no puedo esperar.

–Me gusta que me digas “amor”, se lo diré a Tommy y él entenderá. Dije, mientras dejaba de chupársela.

–Al menos estos días…

–¡Siempre!

Lo monté, puse la cabeza de su pija entre los labios de mi concha, y comencé a frotarlo, a jugar con ella en los labios de mi concha, húmeda y caliente. Sentía enormes deseos de tenerlo dentro de mí, pero pude preguntarle:

–¿Lo llamo? Quiero que vea todo, incluso cuando tú leche manche el vestido.

–Sí sí…

Lo llamé, sin dejar de frotar la verga de Sam en mi concha. Entró con mi llave, pues yo se la había dado.

Cuando hubo llegado y estaba al lado de la cama (fue menos de un minuto), me dejé caer sobre la pija de Sam que entró en mi como entra un cuchillo caliente en mantequilla.

No sé si es que por estar circuncidado no se arrolla la piel del glande o que es, pero su miembro entra y se mueve con total facilidad.

Yo casi que saltaba subiendo y bajando sobre ese tronco que tanto placer me da, Tommy miraba y le dijo a Sam:

–¡Las tetas! ¡No le descuides las tetas, le encanta! Y me hizo doblar mi torso un poco hacia Sam, que me las comenzó a chupar y casi a morder. Yo creí que los pezones se me reventaban de duros.

–¡Ahhh y cuando tengan leche! Fue lo que dijo, pensando en cuando me embaracen y comenzó a volcarse dentro de mí.

Lo sentí como a otros, un líquido tibio, abundante, lo adivinaba viscoso… ¡me enloquece!

Me doblé totalmente sobre él y nos besamos al menos dos minutos, su verga se ablandaba, y sabiendo que estábamos sobre el vestido de novia, me levanté apenas para que se saliera su verga y entonces todo lo que tenía dentro de mí comenzó a caer sobre el vestido…

Misión cumplida, ya tengo semen de Sam en el vestido, solamente falta el del padre de Tommy.

Lo miré a Tommy, rojo de cara, excitado, vi que se moría por besarme y lo atraje a mi boca; nos besamos y se fue de la habitación llevándose el vestido. Luego me contó que al llegar a su suite se masturbó después de lo visto.

Me dediqué a mi “casi marido” o “novio”. Tirada sobre él mientras me acariciaba las nalgas y chupaba mis tetas, le dije cuánto lo gozo, cuánto me gusta que me coja, y que soy esposa, puta y feliz.

–Todo eso se nota, me dijo.

Por supuesto seguimos besándonos, conversando, el tema de fecundar me lo tiene desesperado, ¡desearía que fuera ya!

Echada encima de él, le pregunté si se sentía con ganas de cogerme de nuevo, pues teníamos tres días más por delante, “y no quiero que te agotes”…

Quiero seguir, ya bajaremos a dos polvos en los días siguientes, pero esta noche de bodas serán tres, señora.

Me encantó que se dirigiera a mí como “señora”, es dulce, cariñosa y me calienta. Además denota confianza en mí y en Tommy.

Bajé a chuparle la pija, aún con semen de cuando me cogió, y le ofrecí mi concha para que chupara. Yo me dediqué, ésta vez con energía a chuparle la pija, con largas visitas a su culo, pues disfruta mucho de mi lengua y de algún dedo que le introduzco como juego, nunca totalmente.

Me chupó los dedos de los pies, me lamió el culo y hasta con esfuerzo me lo dilató con la lengua; finalmente volví a tirarme encima de él y restregando mi cuerpo encima de él mientras le ofrecía mis tetas, su miembro estuvo duro como siempre.

Nos volteamos, él vino encima, y con mis piernas al hombro me la metió de una, sin paradas intermedias, sin esfuerzo, los dos súper lubricados.

Y en esa pose, chupándome los pelones comenzó un vaivén lento, suave y que progresivamente me fue poniendo on fire.

Sentía la cabeza de su pija subir y bajar en toda mi vagina, la se tía especialmente en la zona rugosa, delante y un poco más arriba de la entrada, comencé a gemir y me vino el inevitable temblor.

Y llegó un orgasmo largo y que no pude controlar, confieso que me mojé como nunca. No le importó y siguió en su vaivén suave y rítmico, que terminó cuando como diez minutos después acabó, casi tanto como en la penetración anterior. Lo sentí aún más caliente, no sé, mi excitación quizás.

Una divina sensación sobre todo cuando se salió de mi, y sin darme tiempo me restregó la pija en las tetas y luego me la dio a chupar para que se la limpiara, lo cual hice con deleite.

Se puso de espaldas, me atrajo encima de él y comenzó a chuparme las tetas, cubiertas de restos de su propia leche. “No me importa, quiero tus tetas como sea”.

Tal como se imaginan, sin comer desde el almuerzo, bramábamos de hambre, pedimos Room Service de champagne, olivas y mini sándwiches. Lo comimos y bebimos así como estábamos, desnudos y cubiertos de fluidos. Mis tetas brillaban por saliva y semen.

Luego nos tendimos a acariciarnos y a decirnos cosas hermosas. En cierto momento me dijo que en uno de mis bolsos había un regalo para mi, como agradecimiento por estos días que pasaríamos juntos. Salí de la cama, fui al bolso, y… un sobre, no conté su contenido, años de economista viendo sumas de dinero, me llevaron a saber instantáneamente que eran 10k. No lo podía creer.

Volví a la cama, lo besé largo rato, lo acaricié, le lamí la cara, y le dije “Gracias, dueño mío”. Se rio y me dijo “No olvides eso de que soy tu dueño, quizás lo tome en serio”.

Realmente, hemos hecho una gran conexión, no de amor, pero sí de simpatía mutua y de sexo, en la que Tommy sigue teniendo todo mi amor, y Sam es como un novio extraoficial.

Nos quedamos tendidos, con sueño pero sin dormirnos, hablando diciéndonos lo lindo que van a ser estos días, caricias y besos de continuo.

–¿Sabes Sofía? Hay algo que quiero hablar con ustedes, iba a plantear el tema mañana en el desayuno, pero, estamos tan a gusto que oreguntaré PRI era tu opinión, y en todo caso mañana lo vuelvo a plantear cuando estemos con Tommy.

–Ayyy qué intriga, dime lo que sea.

–Hipotéticamente, repito, hipotéticamente, si algún día por alguna razón importante de negocios o personal, quisiera compartirte, ¿sería posible o se sentirían ofendidos?

–Cariño, sabes cuánto me gusta coger, sabes, ya deberías saber y lo sabrás más aún, cuanto te aprecio, ¡claro que puedes contar conmigo para ese tipo de ayuda! Y mañana al almorzar, estando los tres juntos, yo misma se lo plantearé a Tommy, aunque ya una vez él te dijo que puedes disponer de mí sin límites, ¿recuerdas nuestra primera vez en el campo?

–Claro que lo recuerdo, pero es que siempre es bueno aclararlo pues la relación con ustedes es cada vez mejor, laboral y sexual.

–Verás que no hay problemas, y por supuesto simplemente se debería respetar siempre lo de los análisis previos, o asegurarnos de alguna manera la salud de quien “hipotéticamente” me recibiera de ti.

Luego conversamos acerca de llamar un rato a Tommy en la noche, pero yo, mimosa, le dije que no que esa noche quería estar solamente con él, que en todo caso le enviáramos alguna foto.

Antes de dormirnos nos duchamos nos hacía buena falta. Nos dormimos abrazados.

Ya sobre las seis de la mañana desperté, Sam dormía. Lo desperté, besándolo, encendí la luz, no me gusta hacer el amor a oscuras, y me puse al borde de la cama, atravesada, con los pies en el borde del colchón y las piernas abiertas… el mensaje era claro… mi concha deseaba que le dieran los buenos días.

Lo captó de inmediato, ja ja. Puso un almohadón sobre el piso, se arrodilló cómodamente y comenzó su tarea. Me encanta que me chupen la concha al despertar, y lo hizo con dedicación y maestría.

Se dedicó a todo, con suavidad, a los labios, me los lamía, los cubría con su boca y succionaba, luego me metía la lengua, después, siempre lamiendo, iba al clítoris y se quedaba largo rato lamiéndolo, si se asomaba del capuchón, lo ensalivaba y lo lamía más. Mientras tanto siempre me acariciaba las tetas y me pellizcaba los pezones.

Me puso a punto y se me notaba, se subió a la cama y me dio su pija a chupar; no me negué ja ja, y se la chupé y también las bolas.

Nos acostamos frente a frente y mientras nos besábamos y nos manoseábamos fue ubicando la verga y llegado el momento me la metió suavemente, sin parar de besarme y siguió y siguió dándome. Entraba y salía que era una delicia, alguna vez se le salió del todo y me la metió de vuelta. Frescos y descansados, fue una cogida deliciosa, que culminó cuando me sacó la pija y me la ofreció a la boca para acabarme, mientras, a mi sugerencia, le enviábamos las imágenes a Tommy. Después las pude ver, y apreciar como yo abrí la boca al máximo y me entraron los chorros que tragué encantada.

Se la seguí chupando y al poco tiempo tuvimos a nuestro lado a Tommy, desesperado. También se la chupé y tragué su esperma, eufórica.

Nos fuimos duchando, pedimos tres desayunos al servicio de habitación, y mientras desayunábamos y conversábamos de mi buena idea de darle mi llave a mi esposo, saqué a relucir el tema de si Sam podría, si fuera ventajoso para su negocio o persona, ofrendar mis servicios corporales a alguien.

La respuesta de Tommy fue clara y concisa: “Si fuera para tu negocio, sería bueno para mí que soy director de la compañía y para Sofía que es mi esposa… si fuera bueno para ti en lo personal, sería bueno para nosotros que somos tus amigos”… tema liquidado de la mejor manera.

También le dije que a veces se nos escapaban las palabras y nos decíamos “amor” o “cariño” con Sam, lo cual a Tommy lo hizo sonreír y lo aprobó, diciendo “mientras yo sepa todo, no me están traicionando”; yo considero que eres un novio de Sofi, Sam.

Decidimos salir los tres juntos a pasar el día almorzando en la Rambla de Punta del Este, y visitando después el maravilloso “Museo R…”, que tiene la particularidad de ser absolutamente gratis, tener excelente arte en su muestra, y por sobre todo, para mí, uno de los mejores patios del mundo. Lleno de esculturas, similar a un claustro, no se puede pensar en un lugar más bello, visítenlo.

Así lo hicimos, y, muy felices volvimos para cenar en el hotel, una exquisitez. Con Sam planificamos una linda noche (del miércoles al jueves) solos, así fue y pude disfrutar de dos hermosos polvos, uno por delante y uno por detrás.

El jueves, desayunamos los tres juntos, mostrándole a Tommy, en forma discreta pues estábamos en el salón de desayunos, la filmación POV de cuando Sam me hizo el culo. Se excitó tanto mi Tommy que tuvimos que esperar más de media hora a que se le bajara la pija y poder salir del salón.

Almorzamos en un restaurante genial, sobre la arena, al lado del pueblo de José Ignacio y nos fuimos a una famosa fundación y museo de esculturas. ¡Una tarde hermosísima!

Regresamos temprano y antes de cenar nos tomamos un tiempo libre con Sam, caminata en el césped y en la playa cerca del hotel, caricias, besos (cuando volvimos a Montevideo, ya solos con Tommy, supe que nos observó con prismáticos y se masturbó).

Cenamos liviano, unas ensaladas y cervezas, y convinimos que comenzaríamos la noche solos con Sam, pero que Tommy se sumaría a eso de las cinco o seis de la mañana (fue mi idea pues deseaba una doble vaginal, que me encanta).

Me puse tan linda como pude para Sam, y disfrutamos de nuestros cuerpos por horas… nada nos quedó por hacer me cogió en tres o cuatro posiciones, me dejo la leche adentro, obvio, y me la tomé recogiéndola con mis dedos cuando escurría. Lo volví loco con un beso negro espectacular, con metida de dedo incluida, y susurró “me gusta”…

Él me lamió los pies y las piernas de punta a punta, desde luego dedicó muchísimo tiempo a mis tetas, luego de coger memoasó su pija por toda la cara y después me besó, y así jugando y conversando de lo bien que nos llevamos los tres hasta dormirnos.

A las cinco de la mañana, llegó Tommy, que nos despertó, nos encontró dormidos, abrazados.

Por supuesto de inmediato se desnudó y me dediqué a ponerlos en forma a ambos (léase de pija dura), les desfilé desnuda, me masturbé delante de ellos, les chupé las vergas y finalmente les dije lo que quería.

Yo excitada y ellos con las pijas lubricadas por mi saliva, no hubo necesidad de gel.

Tommy me la puso primero , el cucharita desde atrás, y Sam se acomodó por delante y empujando y empujando logró metérmela también.

Fueron sincronizando los movimientos, y fue delicioso sentir a los dos en mi concha.

Como casi siempre Tommy acabó primero, pero logró mantenerse dentro de mí. Y Sam siguió moviéndose hasta acabar. En ese momento se salieron los dos y la pobre sábana recibió todo el semen que se escurrió.

Antojada de más leche, me dediqué a masturbarlos y chuparlos, mientras ellos me manoseaban o chupaban las tetas cuando podían, hasta que finalmente me acabaron encima lo poco que les quedaba.

Los limpié y nos duchamos, nuevamente te desayuno en el salón. Luego salí a pasear por una laguna cercana con Sam, incluso vimos unas hermosas cabañas tipo palafito sobre la laguna, muy cerca del famoso puente circular, en las cuales sería hermoso pasar un par de noches en una escapada de a tres.

Almorzamos solos. Regresamos al hotel donde ya habíamos hecho check out previamente y nos volvimos a Montevideo. Sam solo, obviamente te y Tommy y yo juntos, lo cual aproveché para introducirlo al tema de las cabañas sobre el agua de la Laguna.

Sábado y domingo fueron nuevamente solo para nosotros, y el lunes Tommy retomaba el trabajo, pero yo continuaba con mis vacaciones, sin siquiera ver a mis padres o a mis suegros.

Pero a veces, surgen imprevistos, y de ellos les contaré en “Vacaciones (2)”.

Un beso a todos.

Sofía.

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8 COMENTARIOS

  1. Que lindo es tenerte de vuelta querida Sofi. Se te extrañaba realmente un montón. Beso grande y a seguir ratoneandome con tus relatos que ayudan a combatir el frío.

    • Hola! MVD. Tan gentil como siempre mi compatriota! Ya publiqué otro relato y terminé de ponerme al día con las actividades que debí encarar pese a estar de vacaciones.
      No te imaginas el regreso! He tenido que atender a tres clientes por día, pues estaban desesperados por retomar contacto. Además estuve con papá y con mi suegro, que estaban desesperados tras 36 días sin mí. Y estoy tratando de conquistar a una chica, para mi deleite, sin dinero de por medio.
      Ya les informaré.
      Te envío un beso muy grande.

  2. Hola, buenas, que bueno tenerte de vuelta por acá, te extrañé jjjj, y como siempre un exquisito relato viniendo de una diosa como tú. Saludos

    • Hola Wisin! Síí…si bien disfruté y descansé (aunque tuve algún compromiso ineludible), ya estoy de retorno. ¡con muchísimo trabajo! Me voy a poner al día con los relatos de esos encuentros que no pude negarme, y comenzaré con los nuevos.
      Un beso enorme y gracias, por escribirme, me encanta tener noticias de mis lectores. Besito
      Sofía.

      • Que bueno que siempre estarás ahí para alegrarme la noche de lectura, adoro tus relatos, y me alegra saber que pudistes descansar y pasarla bien, mis saludos sinceros para ti y Tommy.

    • Hola Wisin! Gracias por tus saludos para Tommy y para mi, te los agradecemos de corazón pues apreciamos muchísimo a los que nos escriben y a los que solamente nos leen.
      Respecto a estar aquí para ustedes, estaré siempre, aunque ya veremos cómo y cuánto tiempo sigo cuando me haga embarazar…la idea es que para ese entonces emputezca a alguna amiga para que me mantenga los clientes.
      Te mando un beso enorme y un abrazo de parte de Tommy.

  3. Hola Sofia
    Bienvenida de vuelta de tus vacaciones, qué alegría volverte a leer después de tanto tiempo y desde ya esperando con ansias el resto de tus historias de vacaciones!
    Recibe un gran beso 💋
    Lauro

    • Hola Lauro! Encantada de estar de regreso, fresca y descansada. Por supuesto que los pondré al día con mis aventuras que debí aceptar pese a las vacaciones, y luego el reencuentro con mi papá y con mi suegro. Lo haré tan rápidamente como pueda, pues te imaginas la demanda de mis encuentros luego de un mes de ausencia!
      Te envío un beso muy grande.
      Sofía.

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