Economista y prosti: Viaje a Buenos Aires (1)

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T. Lectura: 12 min.

Como ya les he mencionado en otros relatos, Tib (Tibu) el dueño de gran farmacéutica argentina, me llamó varias veces para una visita a Buenos Aires. No era estrictamente personal. En realidad quería estar conmigo, obvio, pero también que disertara en un evento de su compañía, y de paso, que entretuviera a algunos de sus ejecutivos que pudieran interesarse en mí.

Me costó decidirme, pues Tommy no podía acompañarme debido a su carga de trabajo. Y además tendría que reprogramar toda mi agenda. Pero al final el poder negociador de Tib pudo más. Tommy no puso objeciones alguna, al contrario, me motivó a aceptar, y pude reprogramar mi muy ocupada agenda en Montevideo.

Creo que necesito ya una secretaria, y tengo ideas ja ja.

Viajé en mi coche, sola, el domingo muy temprano llegando el domingo de tarde a Bs.As. Tib había tenido la brillante idea de que su esposa y amigas fueran a esquiar a Bariloche pues él se instalaría en el hotel, céntrico y de primerísimo nivel, donde nos alojaríamos los expositores y los ejecutivos de su compañía. De esa manera él participaba de todas las actividades y no tenía que desplazarse cada día hasta su casa.

De paso, dormimos juntos (dormimos poco) la primera noche.

Nos había llevado varias conversaciones coordinar todo una vez que decidí ir. Pero nos pareció que logramos organizar todo muy bien.

El domingo a las 7 pm había un cóctel de inauguración, para todos los asistentes, expositores y empleados. Finalizaba estrictamente a las 9 p.m.

A las 11 pm Tib contrató en mi nombre un pequeño salón reservado, en una parte alejada del hotel, para tener una reunión privada con ciertos ejecutivos que hubieran viajado sin sus esposas y hubieran mostrado interés en mí en el cóctel anterior. Tomamos el salón por una hora y media, y se servirían bebidas y bocados.

La noche era para nosotros, y también reservamos cinco turnos de extracción de sangre para análisis a las 8 am. Para quienes estuvieran decididos a concretar, previendo que pudieran ser hasta cinco. El martes a las 8 estarían disponibles los resultados. A las diez comenzarían las disertaciones y a mí me tocaba el turno cuatro, a eso de 11 y 30 am.

¡La noche del domingo al lunes se nos hizo corta! Lo digo sin avergonzarme, me encanta coger con él, aunque una buena prosti no debería gozar, yo no pierdo oportunidad de gozar todo lo posible, con quien sea.

Cogimos, conversamos, hicimos planes de futuro (tanto él como varios de sus ejecutivos deberán viajar mucho a Uruguay para controlar la construcción de una nueva pequeña planta de producción). Obviamente requerirán algo de buena compañía.

Pero volvamos a las actividades del domingo. Llegué al hotel, fui a la habitación de Tib a saludarlo e intercambiamos besos y caricias. Volví a mi habitación, ducha reparadora y me preparé para el cóctel de inauguración.

Ropa seria, habría algunos matrimonios, y mi preocupé de estar elegante, linda en lo posible, y de no vestir nada escandaloso, mi asistencia era la de una conferencista.

Recurrí a un infalible palazzo negro con camisa blanca un poco ajustada y un chaleco negro con bordados rojos, abierto, para sugerir tetas sin mostrar.

Circulando bebida en mano era la oportunidad para presentarnos quienes no nos conocíamos, ver quién estaba con esposa o esposo y quién estaba solo, y si fuera el caso, invitar, reservadamente al evento especial y privadísimo de las 11 pm.

Un éxito total en todo sentido. Buena gente, seriedad, conversaciones variadas y en algunos casos, conversar un poco más de lo imprescindible, interesándome de si mi interlocutor estaba solo o acompañado.

Me ubiqué lejos del centro del salón, para no atraer demasiadas miradas. Si venía al centro a conocer a alguien, me las ingeniaba para ir apartándonos hacia el borde del salón. Conversando, a veces abría mi chaleco un poco más y la vista era sugerente respecto a la calidad de mi busto, ja ja. A veces incluso mostraba más, aún con la camisa cerrada, buscando una tarjeta de visita personal para entregar a la otra persona. Si la persona mostraba cierto interés visual o en la conversación, lo invitaba a la reunión de las 11 pm haciendo hincapié en que era una reunión privadísima.

Algo me llamó la atención, una pareja del Sur argentino, estiró largo rato su conversación conmigo. Un ingeniero empleado de Tibu y su esposa. Obviamente, les di mi tarjeta de contacto de mi actividad como Economista y nada más. Pero me puse a sus órdenes en Montevideo.

La reunión se disolvió puntualmente y cada uno se fue del hotel a pasear o fue a su habitación o lo que fuera.

Fui a mi room a cambiarme de ropa y dejar correr el tiempo. Habíamos convenido que Tib no iría al evento de las 11 pm. Para no comprometerse ni comprometer a los asistentes. Tampoco asistían los dos gerentes que me tuvieron en Montevideo junto a Tibu durante mis vacaciones.

A las 11 pm en punto me puse un abrigo largo y fui al lugar de la reunión privada. ¿Debajo del abrigo? Infaltables tacos bien altos, y un conjunto de pantalón y top de crochet, ambos color beige. Pero, debajo de la parte superior del pantalón y debajo de la zona de busto del top, un forro de raso color piel, para privarlos de ver lo más íntimo.

Quería mostrar más que en el cóctel anterior, pero nada de desnudez absoluta. Al usar prendas forradas, podía aprovechar un consejo que me dio Tommy cuando preparaba mi maleta en Montevideo: “con el conjunto de crochet forrado, podés jugar con el doble sentido de la palabra forro”. Me encantó la sugerencia e intérprete ponerla en práctica. Llevé otro conjunto similar, negro, un bolso que dejé detrás de un biombo que pedí al hotel que colocaran el salón.

Nota: la palabra forro significa, estrictamente “cubierta con que se reviste algo, especialmente la parte interior de las ropas o vestidos”. Pero en Argentina o Uruguay también tiene otros usos, tal como sinónimo de condón o preservativo. Se usa bastante en Uruguay y muchísimo en Argentina.

A medida que llegaban los invitados, se servían alguna bebida o bocadillo de los que había sobre una mesa, pues no queríamos personal sirviendo en ésta reunión. Llegados los seis invitados a ésta reunión, me preguntaron a qué se debía la cita (sospecho que algunos ya sabían algo por preguntarle a Tibu después de que yo los invitara).

Me quité el abrigo, que aún lo tenía puesto. Se oyeron algunos suspiros. Y pasé a explicarles que si bien iba a exponer en las disertaciones del lunes y tengo una Asesoría Económica en Montevideo, que provee informes a la empresa de Tib, tengo otra actividad, “digamos menos formal y más placentera”, que me llevó a citarlos para conversar libremente en esa noche.

—¿Esa actividad alternativa tiene algo que ver con ese conjunto tan lindo y sugerente que te has puesto? Preguntó alguien.

—¡Gracias! Bueno, pero ¿qué les sugiere este conjunto? Por cierto es bastante serio.

—Si, es serio a causa del forro, aunque sugiere, ¡si no fuera por el forro sería impresionante!

—Mmm en realidad lo del forro siempre puede tener solución, si se dan las condiciones adecuadas, podría ponerme un conjunto similar sin forro, el forro podría ser optativo… hice una pausa y sonreí.

—¿Y cómo podríamos prescindir del forro y verte natural?

—¿Lo desean realmente? Prescindir del forro del conjunto, digo.

—¡Sííí!

—Espérenme un momento por favor. Y me retiré detrás del biombo en donde había dejado mi bolso ( doy por hecho que todos saben lo que es un biombo, aunque los biombos y la propia palabra casi no se usan hoy en día). Lo había hecho colocar delante de una lámpara, con lo cual me aseguré que mi silueta se viera a través de la tela del biombo, je je…

Me coloqué en conjunto copia del de color beige, éste era negro, muy ajustado, más que el anterior, y debajo me puse (anteriormente no tenía absolutamente nada) una tanga hilo blanca de raso y un soutien media copa también blanco.

Salí de vuelta al pequeño salón.

—¿Así? Pueden ver que he prescindido del forro en este conjunto. Obviamente el crochet es un tejido muy abierto que dejaba ver casi todo, casi como si me mostrara solamente en lencería, apenas difuminando un poco mi cuerpo. Mantenía algo de misterio, un mínimo digamos. Aunque mi trasero resaltaba por lo ajustado del pantalón.

—¡Que preciosa! Dijo alguien.

—¿Entonces esa es su segunda actividad Sra. Economista?

—¡Pues sí, una actividad que me encanta! Y que por cierto, gusto de ejercer sin forro, ni en la ropa, tal como ven… ni…

—¿Estoy entendiendo bien? Preguntó alguien.

—Creo que sí, me limité a contestar. Pero déjenme decirles las condiciones de mi actividad.

Entonces les relaté (todos los lectores las conocen), todas las condiciones de acceso a mi servicio. Primero y completas, las condiciones de seguridad y análisis, incluso el laboratorio a disposición la mañana siguiente, lo relativo a no violencia, a no cosas desagradables, la no existencia de límite de tiempo de mí parte, me adapto a sus tiempos y deseos. Les conté de nuestra casa de campo en Uruguay, cerca de Montevideo, en la ruta que la une a Colonia. Y por supuesto, les detallé mi arancel.

Surgieron las preguntas: —¿Y no baja el arancel si se hace con condón? —No, y me molesta el uso de látex. —¿No baja el arancel si el tiempo es solamente una hora?

—No, no me interesa mirar el reloj para limitar el placer. —¿Cuándo podría hacerse? —En cuanto yo reciba el email de análisis aprobado, seguramente el martes a las 8.

—Mmm pero estaremos en plena conferencia. —Quién concrete, está autorizado por Tib a disfrutar libremente, ya lo coordiné con él que me conoce muy bien. —¿Y cuando vaya alguno de nosotros a Montevideo, seguiremos pudiendo disfrutarte?

—¡Sí! y en ese caso el arancel baja a 2.5 k. Y por supuesto, les reitero que coordinando la agenda podemos recibirlos en la casa de campo, todo el tiempo que lo deseen.

—¿Por qué dices “podemos”? —Porque normalmente también va mi marido, soy casada (éste detalle de que soy casada siempre gusta mucho). —¿Él está de acuerdo, mira, participa? —¡Claro que está de acuerdo! Le encanta mi actividad, la aprueba, y se adapta a lo que el visitante proponga, desde dejarnos solos todo el tiempo a participar en trío.

Con esto, prácticamente ya no quedaban temas por debatir y se nos terminaba el tiempo contratado. Les dije que me guiaría por los emails recibidos y que si lo deseaban, podrían durante el lunes, decirme que se habían hecho análisis y sugerir horario de encuentro. Con lo cual dije que me esperaran un momento y nos despediríamos, que nadie tenía que decir nada si no le interesaba un encuentro. Me fui detrás del biombo, y apagué la luz de la lámpara para que no vieran mi silueta. Simplemente me saqué el conjunto y me puse el abrigo sobre mi cuerpo casi desnudo, solamente tanga y soutien media copa.

Salí caminando entre ellos, a medio camino me despojé del abrigo y giré un par de veces para que miraran (admiraran en realidad) mi cuerpo casi desnudo; en particular mi culo, que, déjenme decirlo, les encantó.

Así, casi desnuda, besé a todos, me puse el abrigo y me retiré.

Era previsible. En la hora siguiente ya recibí dos llamadas anunciando que concurrirían a analizarse en la mañana siguiente, y reservando hipotéticos encuentros de unas tres horas, aunque ambos dijeron que se comunicarían con Tib para verificar su autorización a faltar a la conferencia durante esas tres horas cada uno. Les dije que no se preocuparan, que en pocos minutos yo lo volvería a conversar con Tibu (a buen entendedor pocas palabras ja ja).

¡Junto a Tib noche del domingo al lunes se nos hizo corta! Lo digo sin avergonzarme, me encanta coger con él, aunque una buena prosti no debería gozar, yo no pierdo oportunidad de gozar todo lo posible, con quien sea.

Cogimos, conversamos, hicimos planes de futuro (tanto él como varios de sus ejecutivos deberán viajar mucho a Uruguay para controlar la construcción de una nueva pequeña planta de producción). Obviamente requerirán algo de buena compañía.

Me dolía no comunicarme con Tommy. Le pregunté a Tib si le molestaría un breve llamado, y por supuesto dijo que lo llamara cuando quisiera. Y yo, para excitar a Tommy, lo llamé cuando estaba montando a Tib.

—Hola amor, ¿cómo estás? Dije.

—Muy bien ¿y tú? ¿Qué haces a esta hora?

—Mmm yo montando a Tib, disfrutando.

—¿Toda adentro?

—Ufff hasta los huevos, subo y bajo sin parar. Quiero que me llene. ¡Te amo!

—Te amo, te espero ansiosamente.

Luego de eso y de jugar un rato, procedió a empalarme en cucharita, como casi siempre. Para disfrutar, instalé el cañón de imágenes y el teléfono en una silla al costado de la cama. Fue glorioso ver como me la metía y como me acariciaba las tetas y la concha mientras cogíamos.

Dormimos un rato y nos preparamos para el día entero de conferencias.

Incluso tuve tiempo de repasar mi ponencia, que Tommy me ayudó a preparar en Montevideo, acerca de “La importancia de la Logística en época de altos aranceles”.

En el salón de conferencias, conversé intrascendencias con los invitados de la noche, tres de ellos confirmaron haber ido a extracción de sangre, y también conversé con los dos Gerentes que me poseyeron en Montevideo.

Resultó que uno de los Gerentes (el que tiene huevos muy grandes, ustedes recuerdan seguramente),es padre del Ingeniero joven que también trabaja en la Compañía y que junto a su esposa conversaron conmigo largo rato en el cóctel inaugural. Pasó el día, conferencias, almuerzo con el matrimonio joven y el padre de él.

Más conferencias a la tarde, cena en mesa redonda con Tib y varios de sus Gerentes. Hasta la mañana siguiente, no tendría novedades de los análisis.

Al terminar la cena, recibí sugerencia de uno de los “analizados” acerca de si no podríamos adelantar el encuentro pues “no habrá problemas”. Respondí que era inflexible en eso y que esperaríamos sí o sí. Creo que no le satisfizo mi respuesta pues se puso serio y se despidió.

Me retiré a mi habitación, y un rato después, saliendo de la ducha, recibí un llamado de Tibu… ¿Podría recibirlo a él y los dos gerentes que habían estado en Montevideo?

Por supuesto me aclaró que los honorarios corrían por parte de la Compañía, todo se uniría en el giro por la disertación en conferencia.

¿Como decir que no a tanto placer? Simplemente pedí veinte minutos para prepararme totalmente en cuerpo y lencería.

Con el cuerpo preparado y a gusto con la lencería, me fui a encontrarme con los tres.

Me esperaron en la suite de Tibu, zona de estar… ¡y cama king!

Fui con un abrigo por encima, para circular por los pasillos del hotel. Debajo del abrigo, los eternos tacos altos y un camisón (“prenda de dormir” larga hasta el piso), en tul blanco transparente, con ribetes de puntilla en el escote y en el bajo y largos tajos hasta la cintura delante de cada pierna como detalle especial. También ribete de puntilla en un hermoso tajo trasero, uno solo, desde la cintura al piso, (se imaginan que al caminar, se abría mostrando cráneo parte desde mi trasero).

Y delante, lo que más me gusta, y la razón por la que lo compré en el exterior vía web; en la zona de areolas y pezones dos cortes verticales, uno en la zona de cada seno, que abarcan casi la mitad de cada uno y que se abren dejando ver bien el frente de cada teta. Por supuesto, los cortes también ribeteados de puntilla, aunque en este caso una puntilla más angosta que el resto. Plena de confianza, me lancé a la aventura de esa noche, que me deparaba tres hombres y una excepcional gratificación.

Llegué, llamé a la puerta y me abrieron, cómodamente desvestidos hasta el grado de estar en bóxer. Pedí permiso para pasar a la salida de estar de la suite. ¡Me siguieron!

Me ayudó uno de ellos a quitarme el abrigo, situándose detrás, desde luego. Fue quitarme el abrigo y quien resultó el Gerente que en Montevideo llamé A y que ahora será Antonio, se lanzó desde atrás a refregar su cuerpo contra el mío.

Desde adelante, al ver las aberturas de mi camisón a la altura de las tetas, Tib fue directo a chuparlas y el otro Gerente, B o digamos Bruno o Bru, se situó a mi lado y yo giré la cara para besarnos. En un minuto aquello era la viva imagen de una standing orgy, ja ja ja…una orgía parados. Logré bajarle el bóxer a Tib, Bruno y Antonio lo hicieron por sí mismos. Seguíamos en nuestro juego con Antonio ya pasándome la verga entre las nalgas. Tib sobaba y chupaba las tetas y ya mi escote estaba empapado en saliva. Con Bruno, era como si fuéramos espadachines de lengua.

Es divino como se goza cuando una es acariciada en las tetas por encima del tul, y más aún cuando me chupaba los pezones.

Me levantaron el camisón y lo sacaron por encima de mis hombros, estaba desnuda a disposición de ellos (¿o sería lo opuesto?). Buscando variar el placer, doblé mi cintura y abrí las piernas. Tibu cayó de rodillas a chuparme la concha, Bru me manoseaba las tetas y Antonio se vino al frente en posición de que si doblaba bien mi cintura pudiera chuparlo, y vaya si lo hice. Yo me sentía arder. Bruno pasó a acariciarme las nalgas y de paso me tocaba el asterisco.

Tibu dejó de chuparme la concha, me hizo parar y me guió al sofá de la sala. Me lo imaginé.

Me doblé sobre el posa brazos del sofá, mi culo hacia afuera, mi cara hacia el asiento. En realidad estaba como en cuatro pero con mi bien trae apoyado en el posa brazos. Abrí un poquito las piernas, y mi concha ya mojada de mis fluidos, se abrió a la vista de Tib (me dijo que se veía rosada y excitante). Al momento, comenzó a frotar su verga entre los labios y de a poco, para que yo gozara más, me la fue metiendo a fondo.

De frente, arrodillado en el sofá, Bruno me dio a mamar su miembro, mientras Antonio esperaba, y yo no quitaba los ojos de sus huevos.

Tibu cada vez aumentaba más el ritmo de sus vaivén, hasta que no pudo más y acabó en mí.

Para mi placer, cuando sintió que iba a acabar, me la metió a fondo, con lo cual sentí más la leche dentro de mí, hasta sentí o me pareció sentir como escurría hacia abajo por las paredes de mi vagina. Casi no llegó a escurrir entre mis piernas, al salirse Tib, ya Antonio me metía su pistón amoroso, también a fondo. ¡Que placer cuando sentía sus bolas chocando contra mi cuerpo! Ya gracias al semen que tenía adentro y que cubrió la verga de Antonio y la entrada de mi concha, el ritmo fue frenético desde el comienzo, y el plaf plaf plaf característico del choque de los cuerpos acompañaba el ritmo de los golpes de las bolas contra mi cuerpo.

Por supuesto, Bruno cedió su puesto a Tibu para que se la limpiara chupándosela, mmm… ¡tragué lo que pude rescatar!

La acabada de Antonio fue abundante, espesa, la sentí bajar hacia mis muslos y por ellos lentamente. Era el turno de Bruno para poseerme.

Se sentó en el borde del sofá, las piernas extendidas hacia el piso, la espalda contra el respaldo, la verga erguida, esperándome.

Me encantó esa pose, y pedí a Tibu que trajera mi celular mientras me tomaba un respiro.

Lo trajo, llamé a Tommy, solamente le dije: “Quiero que veas cómo estoy amor” y pasé de nuevo el teléfono en videollamada a Tib. Monté a Bruno, en vaquera inversa. Desde el frente Tib transmitía a Tom como tomé la verga de Bru y me la metí lentamente, la concha húmeda y los muslos untados de leche de los polvos anteriores.

Después de unos minutos de subir y bajar sobre Bruno, Tib cortó la transmisión Bru tiró en mí todo lo que tenía. Y me salí y corrí hacia la cama, quería poder recuperar algo de los fluidos para deleitarme. Tirada en la cama, vieron como recogía con una mano lo que pude y me lo llevé a la boca para hacerlo desaparecer. Una rápida lamida de miembro a cada uno los dejó limpios y excitados, aunque sin grandes rastros de erección.

Me puse boca abajo, apoyada sobre los codos. Le dije a Antonio: “Quiero tus bolas en mis pies”. Encantado, comenzó a pasar sus bolas en la planta de mis pies, a veces las ensalivaba, a veces, sin avergonzarse, me escupía en los pies y pasaba las bolas por ellos.

Bruno y Tib, se alternaban para acariciar mis tetas y besarme, luego fueron bajando a mis nalgas y comenzaron un lento y delicioso trabajo de preparación anal y a mi concha.

Nada faltaba, lenguas lamiendo, bocas chupando, algún dedo que bien mojado de flujo de mi Conchita entraba de a poco a mi esfínter. Cada vez más.

Tibu, al ver que no me molestaba que Antonio me escupiera los pies, se atrevió a abrir mis nalgas y escupió mi agujerito desde distancia, su dedo pulgar entró a fondo. “Este culo va estando dilatado dijo”. Me incorporé e. Cuatro les fui terminando de poner duras las lijas y siempre tenía a uno dilatándome.

“Teléfono”, sugerí a Tib. Me lo alcanzó y llame a Tommy: “Amor, los señores me tienen dilatado el culito y muy caliente, creo que me van a hacer triple P. ¿Querés verme? Me gustaría que nos veas pues te quiero muy caliente cuando vuelva a estar contigo”.

“Por favor, quiero ver al menos cuando te la metan” dijo mi esposo.

Le pasé en teléfono a Tib, pero pregunté “¿Quién me la pone en el culo?” “Yo” dijo Tibu y pasó el celular, ya filmando , a Antonio, que sería quien filmara.

Se sentó en el borde de la cama y se recostó de espaldas, lo monté de espaldas a él , le ensalivé su órgano de placer y lo enfilé a mi culo. Lentamente entró sin dolor, estaba súper dilatada del juego previo. Me dejé ir hacia atrás sobre Tibu. Hizo algunos movimientos y cuando nos sentimos confortables, Bru se inclinó sobre mí, la pija entró en mi concha como en un río de flujo viscoso, ya tenía dos miembros dentro de mí y oía por el celular los gemidos de placer de Tommy que seguramente se masturbaba. Transmitiendo ahora POV, Antonio me dio a chupar su verga, sus huevos al lado de mi cara, hermosos para lamer también.

No es fácil tener todos los orificios penetrados, la pija en la boca dificulta respirar, las dos vergas adentro de concha y culo son algo a la vez excelso y dificultoso. Pero si hay voluntad todo se arregla, y se disfruta… ja ja.

Estuvimos largo rato. Ya sin filmar, a medida que fueron acabando se salían de mi cuerpo. Recibí en boca toda la leche de Antonio, la tragué con placer, y con placer limpié de restos de leche las vergas de Tib y de Bruno.

Nos dejamos caer todos agotados y jadeantes. Caricias, besos, palabras de cariño y de agradecimiento.

Por extensión, debo cortar aquí, en la parte 2 relataré lo sucedido a partir del día siguiente.

Besos a todos.

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9 COMENTARIOS

  1. Hola mi bella dama sofi, ayer fue una de las mejores experiencia de la vida ver como nos comialos a besos entre los cinco al mismo tiempo ya sea besos de dos a las que se nos unia para compartir cada beso e igual deberarse entre ellas para luego compartir mi miembro entre ellas una mis huevos, otras dos mi vrg chuparla desde la base hasta llegarva la punta y compartir un rico besos entre la punta de vrg mientra otrq me chupaba mi pezon o nos besabamos estaba tan estaciado que mo queria que pasara el tiempo

  2. Cada nuevo relato me inspiras a disfrutar mas de la vida y disfrutar de la sexualidad es un manjar de la vida

  3. Estoy que exploto con este relato tuyo primor… para otros significados de la palabra realmente me volvería un forro contigo en un subibaja de placer con total lujuria y te forras en guita mientras gemis como un animal indefenso. Me dejo palote qué usaras el nombre de Antonio tmb en el relato, haciendo juego con el nombre de uno de tus lectores. Me volaste la croqueta bb, cada vez me sorprendes más con tu imaginario…
    Ah y que bello es que te lleves el dedo a la boca chupeantolo despacito, pocas cosas en la vida me excitan más que eso. Te mando un dedo ensalivado en tu asterisco y muchos besos embarrados mi ecoputita lasciva 😋😘🔥

    • Ahhhh MVD que hermoso comentario! Pues sí, me encanta recoger lo que me chirrea y llevármelo a la boca, manjar exquisito. Gracias por besar mi asterisco, que ya verás, un cliente nuevo lo ha sometido a una prueba tremenda.
      Besos.
      Sofía.

  4. En el relato anterior te escribi y me inspire en escribirte y mañana 22 sera mi mini orgia con estas chicas espero este a la altura para prepararme cuando los vea besos ennla vagina amiga sofi

  5. Hola Sofi, que excitante son tus relatos(vivencias), me la tuve que jalar para calmar mi calentura, besos en tu esfinter, trata de poner una foto de perfil para deleitarnos, besos 😘

    • Hola Miguel! Como habrás visto en general no se estila aquí poner foto, pero a lo mejor algún diga pongo alguna.
      No sabes cuánto me gusta que te la jales por mi. Es un verdadero placer y honor. De hecho, entre una penetración y otra, me estoy habituando a jalársela un poco a mis clientes o a mi papá o mi suegro y nos encanta a todos.
      Besos calientes.
      Sofía.

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