Economista y prosti: Visita a Buenos Aires (3 – final)

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T. Lectura: 10 min.

Alcanzamos aún tres exposiciones finales de la conferencia. Al terminar todo, me crucé con el caballero que me visitaría a las 10 pm o las 22 h como decimos en general aquí, usando formato de 24 horas. Nos saludamos, y le dije mi número de habitación.

También me crucé a Tib, con quien quedamos de almorzar, junto a otra gente de la reunión, al día siguiente para despedirnos.

Y nuevamente a prepararme, descansar un rato y pensar cómo lo esperaría. No podía repetir outfit, así que opté por algo extremadamente atrevido y sexy.

Tacos bien altos, bustier bajo, blanco con bordados negros. El bustier es similar a un corset, pero mientras el corset fue creado para reducir el contorno corporal, el bustier es meramente de adorno. En ambos lo de alto y bajo indica si incluyen o no corpiño. Opté por uno sin corpiño, o sea “bajo” con las tetas al aire y prendido al frente con 14 ojales y los correspondientes botones.

Y el toque de tanga lo daba una tanga de diseño, hecha por mi modista. Era prácticamente nada, tan minimalista que hasta es difícil de describir. Toda en elástico plano de 4 milímetros de ancho, forrado en terciopelo negro. Un aro de ese material era el cinturón, desde en cual, y desde cada cadera baja un elástico hasta el pliegue inguinal. La cuca al aire, los elásticos forrados pasan por el lado de afuera de cada labio. Bien cerca del ano se unen los dos en uno solo, que sube hasta unirse a la altura de la cintura trasera, al “cinturón”.

En resumen, prácticamente todo a la vista y accesible. En el terciopelo negro, corre un pespunte de hilo blanco para darle vida a todo lo negro. Estaba vestida pero se veía todo.

Me gustó verme con el bustier blanco con bordados en negro y la micro tanga negra con las tiras con pespunte blanco.

Me miré de frente al espejo, los dos elásticos que bordeaban los labios de mi concha, los hacían resaltar, seguramente se abrirían en cuanto una lengua se aventurara entre ellos.

Mi nuevo cliente (y ojalá nuevo amigo), le diré Bob, llamó a la puerta, y no lo hice esperar ni me cubrí con una bata, salí directamente a impresionarlo.

No se lo esperaba. Solamente atinó a suspirar y clavar los ojos en las tetas.

No le di tiempo a reaccionar, me prendí a su cuello y comencé a besarlo con todo entusiasmo, casi colgándome de él pues es bastante alto.

Respondió, vaya si respondió a los besos. Por suerte atinamos a cerrar la puerta de la habitación y comenzó a entrelazar su lengua con la mía, me llenó de saliva y sus manos desesperadas se prendieron a mis tetas.

Yo le iba desprendiendo la camisa hasta quitársela, y también le bajé los pantalones.

No será novedad si les digo que ya marcaba bulto. Lo dejé salirse de los pantalones y quitarse zapatos y calcetines. Mientras tanto lo miraba en forma pícara.

Ya en bóxer, me miró fijamente, de besándome nuevamente comenzó a desprender los enganches frontales de mi bustier, sin apuro, a veces me lamía la cara, a veces me pellizcaba los pezones, ya erguidos. Cayó el bustier al piso y nos acercamos a la cama. Bajé su bóxer y me arrodillé frente a su verga, casi dura pero que aún colgaba. No comencé chupándola, sin usar mis manos y siempre mirándolo a los ojos (les encanta a todos), comencé a lamerle la cabeza, luego el tronco, y tras dos o tres pasadas, siempre sin usar las manos, me la introduje en la boca succionado y alternando con juego de lengua.

Algunos minutos de ese juego de darle oral, mientras él me acariciaba cara y hombros, dejaron su arma a punto, dura y erguida, bien perpendicular a su vientre.

Lo guie a la cama, me recosté boca arriba, piernas abiertas, como para que no dudara de mi deseo de ser lamida y chupada. Bob respondió al instante, me besó, comenzó a bajar lamiéndome los pezones. Bajo a lamerme el ombligo, casi enloquezco pues no suelen hacérmelo, y siguió bajando… llegó a la concha, dejó la “tanga” puesta, dos hilos en realidad, y comenzó a lamer los labios, que resaltaban por la presión de los elásticos. De pronto, sin dificultad, la lengua se introdujo entre ellos que se abrieron gozosamente, gocé enormemente que la lengua entrara en mí y se revolviera. Mis jugos eran incontrolables ¡y le gustaban!

Sacó la lengua y comenzó a lamer toda la entrepierna, culo incluido. Me quitó la tanga y ya toda desnuda me hizo dar vuelta y fue mi culo el objeto de sus atenciones.

Lo ensalivó hasta el cansancio, lo lamía, lo chupaba, lo punteaba con la lengua y lo ablandaba metiéndome una falange de su dedo mayor. Yo sacudía todo mi cuerpo de placer.

Quería que me cogiera de una vez y él lo percibió. Tenía la verga húmeda, durísima, lista para metérmela.

Me puso boca arriba y se tiró sobre mí. Nos besábamos, me acariciaba las tetas, y mientras tanto su verga buscaba mi raja.

No demoró en encontrar la entrada a mi vientre, y de inmediato sentí que invadía mi interior, a fondo, como más me gusta, hasta los huevos. A veces me bombeaba fuerte, otras veces casi se detenía y nos besábamos, llegó a escupirme en los senos y los acariciaba antes de retomar el bombeo. Debo confesarlo, mi cuerpo gozaba todo, incluso cuando me escupió, ya casi nada me molesta, simplemente lo gozo.

El hecho de interrumpir a veces el vaivén, hizo que demorara en acabarme, tuve tiempo de acabar yo, gritando sin pudor, sin importarme si nos oía desde los pasillos del hotel. Al rato se vino él, justo antes de acabar, sacó de mi cuerpo parte de la verga.

Poco más de la cabeza tenía dentro de mí cuando sentí sus chorros. Acabó a gusto y me llenó de placer. Pero yo no contaba con lo que hizo después.

Me llenó de semen y de inmediato retiró la pija… el semen depositado a la puerta de mi concha comenzó a escurrir… con su pija aún parada, fue recogiendo lo que había escurrido y lo llevó a la concha nuevamente, y nuevamente me la metió, ¡esta vez bien adentro! ¡Que placer!

—Me gusta, alcancé a balbucear.

—Te sigo cogiendo, dijo, y me hizo poner las piernas sobre sus hombros.

Increíblemente, la verga no decayó, resistió dura mientras Bob arremetía cada vez más fuerte y más rápido. ¡Yo en el séptimo cielo!

No lo sé bien, serían diez minutos y acabó de nuevo, esta vez bien dentro de mí.

Cuando se salió, como hago siempre, le limpié la pija chupándosela y mientras, a mi pedido, él recogía lo que se escurría de mí y me lo daba a lamer.

Agotados, lado a lado nos manoseamos y nos besamos, no le importó el beso blanco. Me dijo que por primera vez aguantaba dos polvos sin que se le bajara, me dijo que le gustó, que cojo muy bien, que mis tetas son lo máximo, que desea mi culo… ¡y ahí vino una gran sorpresa!

—He hablado con Tib acerca de ti, me ha contado muchas cosas. Además de ser gerente regional de su compañía, soy amigo personal suyo. Y tenemos mutua confianza.

Me contó ciertas cosas acerca de ti, y hubo algo que me impresionó.

—Quisiera saber qué es lo que te impresionó.

—Algo que tuve presente mientras te cogí, que me excita enormemente, y que sabré mantener en secreto. Me habló de ti y tu padre.

—Mmm… si él te lo dijo, no puedo negarlo, y espero que no nos juzgues mal.

—¿Juzgarlos mal? Al contrario, como te dije, me excito, no puedo sacarlo de mi cabeza. Y deseo algo.

—¿Qué es lo que desearías? Con toda confianza. Por economista y putifina, todos confían en mí.

—Quisiera… quisiera algo muy especial, que espero lo entiendan.

—¿Y qué es? Quiero saber.

—Yo sé que es mucho pedir quizás, pero me imagino cogiéndote sin límites y que tu padre nos mire, que esté a nuestro lado mientras hacemos de todo, pero que no intervenga. ¿Crees que será posible? Me tomo totalmente de sorpresa.

—Ufff es algo muy especial, lo hemos hecho con él mirando y participando, pero que solamente mire, es un paso más, podría sentirse afectado. Y te falta considerar a mi marido, no olvides que soy casada, felizmente casada.

—No olvido a tu marido, pero sé que siempre te complace si tú se lo pides, me lo ha confiado Tib; y además, por supuesto, que te haré un regalo importantísimo.

—Deberé consultarlo con ellos, es medianoche, no puedo llamar a mi padre ahora.

—Lo sé, lo harás cuando y como te parezca bien.

—Mmm… me resulta interesante, estoy en época de superar tabúes, antes de embarazarme, que papá me mire sin poder intervenir es algo que no había pensado, sería superar otra valla de comportamiento sexual. ¿Sabes qué? Llamaré a mi marido ahora mismo. Le mostraré cómo estamos y le explicaré para que opine.

—¿Harás eso?

—Si, lo haré.

Tomé el teléfono que estaba en la mesita de noche, al lado del gel ja ja. Llamé a Tommy, puse altavoz, para que no hubiera dudas, pasé a videollamada y le di el aparato a Bob para que me mostrara toda.

—¡Hola amor! Disculpa que te despierte, pero me parece importante. (Ya me veía desnuda y con rastros de restos de semen saco alrededor de mi concha, y mis tetas brillosas de saliva).

—¡Hola mi amor! Veo que hubo acción, se nota.

—Claro que hubo acción, y habrá más, te presento a Bob, Gerente Regional de Tib y nuevo amigo.

Se saludaron, tomé el teléfono y enfoqué a Bob, para que ambos se vieran. También enfoqué la verga caída de Bob y expliqué a Tommy lo que había hecho, volviendo a meterme la leche que me chorreaba y cogiéndome por segunda vez sin que se le bajara. Tommy sonreía y lo felicitó:

—Te felicito Bob, ¿viste lo que es mi mujer? A la vez ángel y fuego, esposa, economista y puta.

—Lo has dicho con palabras exactas Tommy, gracias por ser tan generoso con ella y con quienes la vamos conociendo. Y tengo que pedir que seas más generoso aún, ella te lo explicará.

Y me cedió la palabra. Le expliqué a Tommy con todo detalle la propuesta de Bob respecto a mi papá, y como yo le había dicho a Bob que primero deberíamos consultar a mi esposo.

—¿Y tus honorarios serán altos? Deberá hacerse en Montevideo y les digo que yo encantado, pero con una condición.

—¿Cuál es la condición? Preguntó Bob.

—Que yo también los vea, ya sea en el televisor gigante o en presencia, y obviamente, que sea en Montevideo. No podríamos exponer al padre de Sofi a un viaje injustificado, que causaría problemas familiares.

—Totalmente de acuerdo dijo Bob, y sabiendo que yo lo mostraría se puso a chuparme las tetas mientras me acariciaba la cuca.

Lo mostré un par de minutos y luego de enviarnos besos con Tommy cortamos.

Bob quedó encantado por haber avanzado un paso, y libremente me preguntó en qué lugar podría ser, cuando, siempre que papá aceptara, y qué cifra me dejaría a gusto como arancel.

A todo ello respondí, que lo primero era consultar a papá, pero que en tren de imaginar, podría ser en el estudio en Montevideo, todo un día, o en el campo, a gusto de él 24 o hasta 48 horas, quizás sumando más actividades compartidas… y en cuanto al arancel, tendría que ser espectacular, pues mi papá estaría, quizás, sufriendo de verme así y conteniendo sus impulsos.

—¿Cuánto has llegado a pagar?

—Te digo la pura verdad, 6k a una modelo de aquí.

—¿Que tal 8k? No me contestes. Piénsalo, sé que es una cifra muy grande. Pero no es nueva para mí, dos o tres veces lo he obtenido. Pero si no puedes o no quieres, podemos seguir como hoy, sin límites de sexo, sin límite de tiempo, y disfrutando ambos. Con respecto a cuando hacerlo, antes de mediados de septiembre o después de mediados de octubre, porque entre esas fechas, estaré de gira con Tommy y un amigo, luego en Punta del Este y José Ignacio y terminaré en octubre con una invitación a Paris, invitada por otro amigo de Tib.

—¿Piensas que debo pensarlo? La respuesta es un sí rotundo. Acepto todo, y trataremos, si tú papá acepta, de hacerlo antes de mediados de septiembre.

Y nos dedicamos a hacer 69 un rato, luego nos besamos y nos dormimos.

Era lógico dormir bastante y ya sobre las ocho de la mañana, despertamos, descansados de nuestra agotadora noche. Sentí actividad en mi entrepierna. Una verga dura se deslizaba entre mis glúteos, jugando mientras manos ansiosas comenzaron a acariciarme las tetas. Me giré de frente a Bob, lo besé y nos dijimos “Buenos días”. Lo siguiente fue que me dijo “Me gustas mucho” y no pude sino besarlo nuevamente, encantada con esa delicadeza.

Adelanté mi pelvis contra la suya y sentí su verga casi dura, comencé a frotarme contra él y la pija iba creciendo. Sus manos abarcaban mis nalgas, las amasaban. Y ensalivando sus dedos comenzó a masajearme el orificio arrugado. Me gustaba, y me imaginé lo que vendría.

Y entonces le dije a Bob que llamaría a papá para plantearle el tema, no quería esperar. Pero esta vez no sería en altavoz ni habría imagen. Quería, si papá lo aprobaba, que fueran perfectos desconocidos hasta el momento de coger.

Envié un mensaje en clave a papá, que significa “cuando puedas hablar tranquilamente, me llamas”… el mensaje, enviado de mañana, es “buenas tardes papá ¿cómo están?” Y si fuera de tarde, le diría buenos días, y él ya entiende.

A esa hora seguramente papi caminaba solo por la rambla. Y en pocos minutos me llamó.

Justo cuando Bob había terminado de lamerme el culo y en cucharita estaba listo para sodomizarme, “Sin gel, quiero culearte solamente con saliva”.

Atendí a papá, mientras la verga de Bob jugaba a meterse en mi culo, pero sin entrar, solamente jugando. Cada pocos momentos me volvía a ensalivar y yo ya me desesperaba.

Saludé a papá, pensé que era bueno excitarlo antes de explicar la propuesta y le dije que estaba con alguien con quien había dormido y que me estaba acariciando la cola, que me iba a culear.

Le expliqué la propuesta “de un amigo” con lujo de detalles. Pidió aclaraciones. Le dije que era totalmente libre de aceptar o rechazar. Me preguntó por Tommy y le dije que había aceptado. Me pidió mi opinión, le dije que era algo nuevo, que sé que sería un tremendo sacrificio para él, pero que me atraía superar un nuevo límite, y que me gustaría que se sintiera excitado, y no humillado.

Para motivarlo le dije que podía imaginarlo en la cabecera de la cama, mirándome a los ojos, quizás alentándome, quizás sufriendo él un poco, pero yo lo miraría a los ojos para compensarlo.

—Hija, si sufro, será por ti y si gozo será gracias a ti. No dudo, lo haremos. ¿Lo dejarás hacerte de todo?

—Papá con el arancel que ya te dije, no puedo negarle nada, me hará lo que quiera.

—Pues bien, resistiré verte así, adelante. ¿Estás con él ahora?

—¡No! Mentí enfáticamente. Estoy con Tib, volví a mentir, y puedo hablar de esto contigo y que él nos oiga ( sin altavoz, para que lo que decía papá quedara en secreto).

Bob no aguantaba más, menos aún después de deducir que mi papá aceptaba.

Ensalivó una vez más y empujó con ganas. “Ahhh” grité, no pude evitarlo y sabiendo que papá habría oído, le dije: —“Me la metió, te dejo papá, gracias por aceptarlo”.

—Disfruta, y ojalá no me arrepienta, pero… ¡adelante!

Ya Bob me la había metido hasta la base, los huevos se daban contra mi, yo gozaba como loca por lo que me hacía y por lo dicho por papá. Una pierna mía por sobre las de él, entraba y salía gustosamente, me la sacó y metió varias veces y le pedí la leche en la concha.

—¿Igual que anoche? Sugirió.

—Si, por favor. La sacó, la ensalivó nuevamente y como en un tubo, me entró en la concha.

Unos minutos de vaivén, desde atrás me acariciaba todo, yo giraba la cabeza y nos besábamos, hasta que la sacó y me puso boca arriba. Me la metió hasta los huevos, y la fue sacando hasta dejar la cabeza adentro. Acabó menos, pero no importaba. Dejo que me chorreara, la recogió con la pija y me clavó nuevamente. Esta vez solamente resistió un par de minutos y se ablandó, no importaba, se salió y me la dio a chupar.

Con total desvergüenza me chupó la concha y subió a besarme.

Ahora sí, le conté todo lo de papá aunque ya lo había deducido. Le encantó que negué estar con él . Hicimos planes, nos besamos sin límites, un beso negro fue mi despedida para dejarlo obsesionado conmigo.

Nos duchamos, nos despedimos y se marchó. Puse a buen resguardo todo el efectivo que una persona puede transportar, otra parte la transfería Tib de compañía a compañía como honorarios de conferencia. Hice mi check out y me fui a almorzar con Tib y algunos participantes de la conferencia.

Seriedad total. Cuando a mitad del almuerzo, pasa por nuestro lado una pareja relativamente joven, ella quizás en sus 40. Ella inconfundible, actual modelo figura de TV, ex modelo top.

Y se detienen a saludar en la mesa. Tib los presenta como sus amigos, XX e YY, ella aún impresionante por bella y físico. Quedaron en tomar café con Tib luego de que ellos almorzaran.

Terminamos de almorzar, nos despedimos todos de todos, y Tib demoraba en despedirse de mí, finalmente me saludó pero me dijo: “Café en mi suite”.

Me perdí unos minutos en el hotel y luego fui a su suite.

Allí estaban ya XX y su esposa YY, que me saludó nuevamente ésta vez con un beso en la mejilla. Muy simpática, mucho más de lo que suele aparentar ja ja.

Conversamos un rato y XX se retiró a una reunión importante por su actividad, que obviamente no puedo revelar, aunque, visto lo siguiente, creo que estaba previsto.

Conversamos un poco más, y Tib, siempre ejecutivo y directo, me dijo:

—Antes de que te vayas Sofi, que tienes que conducir mucho, te diré que quise que se conocieran con YY, pues ella es íntima amiga mía.

—Si, agregó YY, de hecho, puedes saber que Tib es uno de los permitidos que me autoriza mi marido, tengo tres “permisos” al mes, pero sinceramente utilizo dos de ellos con Tib. Aprovechamos siempre de mañana o de tarde, pues de noche debo estar en casa, sabes que tengo familia.

—Y por cierto, disfrutamos esos “permitidos”, imprescindibles en un ambiente de tan high class como el de los artistas, dijo Tib

—¡Y de los ejecutivos! Agregó YY.

—Pues encantada de saberlo, dije. Y cuenten con mi total reserva.

—Contamos, a futuro, con más que tu reserva, dijo Tib.

—Eres todo lo que me había dicho Tibu agregó ella.

—De mi parte sería con muchísimo gusto, dije. Y mirando fijamente a YY le dije: ¡me encantas!

—¡Gracias!

—Seguramente sabrás Sofía que “Y” es una enamorada de Uruguay y que además de pasear, a veces suele ir por trabajo.

—Sí lo sé, y nuestra casita de campo está a la orden para recibirlos, a ti, a ella y también a XX si gusta, y también mi oficina-hotel ja ja.

Y ese fue el final de todo lo relativo a Buenos Aires. Me volví en coche, con escala y pernocte en Fray Bentos, para no agotarme. Dormí profundamente luego de imaginar muchas cosas. Y finalmente llegué a brazos de mi Tommy, de mi padre y de mi suegro, y a mis actividades de Economista y de… ustedes ya saben.

Besos.

Sofía.

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10 COMENTARIOS

  1. MVD. secretitos aún me quedan algunos je je… aunque son fantasías o deseos y espero ir experimentándolos , y si así fuera se los haré saber.
    Besos
    Sofi

  2. Otro relato increíblemente hot que me deja pletorico de ganas de poseerte bebe. Me fascinan las texturas así que desde ya te digo que el terciopelo me enloquece…
    No veo la hora de activar el sentido del tacto contigo durante un buen rato y follarte hasta que ardan las velas. Te dejo una fantaseosa y humeda lamida de clitoris mi ecoputifina 😋🔥

    • Que divino! Me encanta lo que me dices MVD, espero poder vernos (si quieres) antes de embarazarme, y una vez que vuelve del intermedio (de placer y trabajo) de mediados de septiembre a mediados de marzo.
      Besos
      Sofi.

      • Obvio re corazón, solo me deberías hacer llegar una forma de contacto más allá de este intercambio que tenemos por acá. Ahora mientras me masturbo con mi plug anal cachondeo con que te beso el higo, me mato ese secretito tuyo… 😈🔥

  3. Hola Wisin! Gracias por tus saludos, Tommy y yo apreciamos mucho esos gestos. En los próximos días trataré de ponerme al día antes de la interrupción de mediados de septiembre a mediados de octubre, por trabajo especial y vacaciones. Mientras tanto te digo que mi nuevo amigo de Bs As, ya estuvo con oaoá y conmigo, que le cumplimos su deseo. Y Maca…es mi secretaria!
    Un beso mío para tí y un saludo grande de Tommy.

    • Muchas gracias! Ya comenzamos desde ayer gira de trabajo y paseo. A mi regreso en octubre les relataré todo.
      Besos
      Sofi

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