El abogado me calienta rico

0
20701
1
T. Lectura: 4 min.

¡Buenos días a todos! 

Nuevamente quiero agradecer a todos los lectores por seguir este perfil y comentar nuestras historias.

La anécdota que les voy a contar paso hace un año atrás, cuando estaba en contacto con un abogado laboral que me había resuelto un problema con un trabajo anterior.

Una noche estaba cogiendo con mi marido de una manera alocada, él me decía cosas en el oído, fantasías y me calentaba fuertemente, cuando justo me entra una llamada al celular.

Mientras mi marido me seguía penetrando fuerte, levante el teléfono para ver quién era y se trataba del abogado, lo deje en la cama y mi marido me dijo, "atiéndelo", lo mire y me dijo nuevamente "atiéndelo, quiero que se dé cuenta que estas cogiendo".

Conteste la llamada y trate de hablar correctamente, pero se me escaparon algunos gemidos y palabras entrecortadas.

Corte la comunicación y terminamos lo nuestro de manera increíble, la verdad tenía rato que mi marido y yo no cogíamos tan rico y más después de todas mis infidelidades.

Al rato me llega un mensaje del abogado preguntándome si estaba bien, le conteste que si, por que me preguntaba eso y me contesto que me escucho rara.

Mi marido me pidió que le conteste que no estaba rara, sino que estaba disfrutando con él y a pesar que me dio vergüenza, lo hice.

Le mandé un mensaje que decía "perdón si soné rara, pero, todo lo contrario, estaba con mi marido en el medio de una buena actuación".

Me mando un emoticón con los ojos abiertos y eso comenzó una catarata de mensajes.

Durante una semana me escribió todos los días, siempre con respeto, sin insinuar nada, hasta que un día me lo pregunto: "ese día que estabas en el medio de una buena actuación, me atendiste mientras estaban haciendo el amor?".

Le conté que sí y que fue a pedido de mi marido, no paro de preguntar cosas, la conversación fue más o menos así:

J: Que placer haber estado en el medio, aunque sea por teléfono, ¡jajá!!

K: ¡jajá!! ¡Que cosas dices!

J: Bueno, avísame cuando pueda volver a llamarte, ¡si es en esa situación mejo!

K: ¡Jajá dale yo te aviso!

Pasaron unos días, llegue a casa y mi marido me esperaba, me fui a preparar la comida, mi marido agarro mi teléfono para escribirle al abogado por el caso que llevaba y a los 2 minutos viene desde atrás, me apoya su pija en mi culo, me agarra las tetas y me dice al oído: "así que vas a llamar al abogado cuando te esté cogiendo putita, bueno, lo vas a tener que llamar en 2 minutos".

Me llevo a la cama y me arranco la ropa prácticamente, empezó a cogerme diciéndome de todo, que era una terrible puta y que me escribía a espaldas de el con oros hombres y por ser tan puta me iba a coger todos los días.

M: Así que eres puta, uhm, ¿quieres más vergas?

K: ¡Ah!! ¡Que te pasa!

M: No te hagas, ¡te has de imaginar que te coge tu abogadito!

K: ¡Ah!! ¡Uhm que rico!!

Yo estaba tan caliente de escucharlo llamarme puta tantas veces que no podía coordinar las piernas.

En el medio del acto, me dio el teléfono y me dijo, no lo vas a llamar, le vas a mandar un mensaje y si te responde veremos.

Mientras mi marido me cogía, le escribí al abogado un "hola". A los pocos segundos me contesto "hola". Le di el teléfono a mi marido y se puso abajo, me ubico arriba de él, me pego mi cuerpo con el suyo y saco una foto, donde se veía mayormente mi cuerpo de costado desnudo y se la mando.

K: ¿Pero que haces, estás loco?

M: ¡Ah, cállate, me vengo, me vengo!!

K: ¡Ah!!! ¡Que rico!

No tocamos el tema más que un poco en la cena ya que el abogado no había contestado esa foto, aunque la había visto.

Le escribí un mensaje y le puse "perdón, espero no haberte causado problemas" (pensando que quizás la había visto su mujer y ahí me contesto "el único problema que me causaste es una erección que todavía no puedo bajarla, “te espero mañana en mi oficina para discutir el pago del juicio.

Al otro día me toco ir a su oficina, no quería entrar, no sabía que iba a pasar, cuando llegamos, mi marido me dijo que vaya yo sola, que él se iba a tomar un café por ahí y que ya me arreglara con Joaquín, ya que así se llama mi abogado.

Entre confundida y caliente al edificio, llegue a su despacho y me hizo pasar enseguida, me miro, lo mire y sonrió.

Se acercó, camino despacio y me pidió que me parara, yo hice lo que pidió y llevo su mano a mi camisa, me desabrocho los primeros 3 botones, ¡la abrió y comenzó a manosearme las tetas!

J: Que hermosas tetas, ayer me clave 3 chaquetas con tus fotos, las tienes hechas, ¡están súper buenas!

Yo ya podía sentir como me chorreaba la concha, ¡metió su otra mano por adentro de mi calza y me toco por arriba de mi tanga húmeda!

J: Pensé que eras putita, pero no tanto, ¡mira cómo te estas mojando!

Continúo poniendo sus dos manos en mis pechos, y corriéndome el corpiño, llevo su boca a las tetas y me las comió por un rato, hasta que me bajo la calza, me puso de espaldas y yo no sabía cómo frenarlo, no podía dejarme penetrar y ahí mismo, me bajo la tanga, pero en lugar de colocarme su pija, ¡me empezó a pasar la lengua por el agujero del culo!

K: ¿Que haces Joaquín?

J: Me encanta tu agujero, ¡qué lindo es!!

No paraba de chupármelo, por momentos se iba hasta mi concha, pero era el culo lo que lo tenía loco.

Después de unos largos minutos, yo ya no podía más, me lleve la mano de el a mi concha y le pedí que me pajee, así lo hizo, me metió y saco los dedos de una manera y con una frecuencia que me empapo.

Me arrodille, ¡le desabroche el pantalón y no tuve más opción que chupársela! ¡Algo le tenía que dar!

Comencé a chupársela fuertemente, quería que me penetrara, ¡pero si mi marido andaba rondando por ahí no me quedaba más que chuparle su rica verga!

J: ¡Ah!! ¡Así que rico, trágatela, uhm, así!

K: ¡Uhm, que rica!

Metía mis dedos a mi vagina y me masturbaba, quería ser poseída por el pero no me quedaba más que chupársela y tener mis dedos en mi húmeda vagina.

J: Me voy a venir, uhm, ¡me voy a venir!

Joaquín estaba en el éxtasis, sentí como se inflaba y justo cuando se empezó a chorrear le puse mis tetas para que se corriera encima de ellas!

J: ¡Uhm, que rico, que rica puta!

K: Eso es, ¡sácala todo papi!

Nos quedamos unos segundos en esa posición, hasta que sonó el teléfono y era su secretaria, para avisarle que mi marido estaba en la sala de espera.

¡Nos vestimos rápidamente y lo hizo pasar!

La situación fue graciosa, el abogado pensó que mi marido no sabía nada, y él sabe todo, ¡se hacia el correcto y 2 minutos antes me estaba dando su verga en la boca!

Nos despedimos después de 5 minutos de charla y salió mi marido primero, yo segunda y el abogado agarrándome el trasero tercero.

M: ¿Que te dijo tu abogado?

K: ¡Nada, se hizo el omiso!

M: Jajá, ¡pensé que te iba a proponer algo!

K: ¡Creo que se espantó!

M: Que bueno, eres mi mujer y no te perdonaría me fueras infiel, ¡una cosa es que los calientes y otra que me engañes!

No le respondí más, ya que él no se imaginaba que me había puesto a mamársela a Joaquín así que no dije más, ¡pero mi abogado tendría una gran sorpresa para mí que les contare después!

Kali

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí