El nuevo trabajo

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T. Lectura: 3 min.

Ariana vivió con su esposo Jean felizmente durante 2 años desde el día de su boda; eran una pareja joven y feliz. Ariana tenía una belleza poco común, cualquier hombre que la viera fantaseaba con esa chica de cuerpo perfecto. Jean era un chico apuesto, elegante, sus ojos verdes lo hacían popular entre las jovencitas y entre sus compañeras de trabajo.

Jean: Buenos días mi amor, ¿Cómo amaneciste hoy?

Ariana: Ya son las 7 de la mañana, necesito ducharme…

Ariana se levantó de la cama como relámpago, tenía una importante entrevista de trabajo a las 9 de la mañana.

Mientras se llegaba la hora de salir de casa, la joven pareja bromeaba y jugaban tiernamente.

Jean conducía camino a la empresa donde Ariana tendría su cita, escuchaban música pop.

Ariana se sorprendió al entrar dentro del lujoso edificio donde siempre quiso trabajar, Ariana se veía tan sexy con su ropa de oficina, llamaba la atención de todos los trabajadores del sitio; ellos se secreteaban al verla, levantaba pasiones solo con su presencia.

A las 9:15 de la mañana Ariana fue llamada a la oficina del jefe, tímidamente ella entró a la oficina… Ariana y William tuvieron una especie de química desde el comienzo. Él era muy seguro de si mismo, aunque en esta ocasión se sentía un poco presionado.

William: Bu… buenos días… ¿Vienes por el puesto de secretaria?

Ariana: Si… si… eso es…

Ariana comenzó a perder su timidez, ella se sentía cómoda estando frente a ese hombre alto y musculoso. Mientras que William se perdía cada vez más en los bellos ojos azules de Ariana.

La entrevista se alargó más de lo normal. Ariana cayó enamorada del hombre quien iba a ser su jefe. Ariana nunca sintió esa sensación por nadie, ni siquiera por Jean.

De regreso a casa, Ariana guardo silenció durante todo el camino. Le respondía la conversación a Jean muy tajante. Desde ese día Ariana le entregó su corazón a William.

Pasaron unas semanas, la joven pareja comenzó a volverse distante. Jean sabía que su esposa no era la misma.

Luego de una tarde de arduo trabajo, William llamó a Ariana a su oficina. Sonreían. Bebieron una copa de vino. Ariana se moría de ganas por hacer el amor.

William: Logramos lo que queríamos.

Ariana: Si, fue un gran esfuerzo entre todos.

William: No me arrepiento de haberte contratado, tuve que enseñarte todo personalmente, pero fue algo, gratificante.

William beso a Ariana apasionadamente. Ella se entregó, era lo que deseaba. Ella no fantaseaba, pero ahora sabría lo que era cumplirse una fantasía.

Ella se quitó la ropa viendo a los ojos a William, él se sentía tan dominante sabiendo que estaba tocando con sus manos el cuerpo desnudo de una mujer ajena. Ariana se sorprendió mucho al ver el tamaño del pene de William, sin duda era más grande que el de su marido; ella pensó por un momento que era algo incorrecto, Jean siempre la cuidaba y la apoyaba en todo, aun haciendo sacrificios para apoyarla en la universidad.

William: Ariana, yo también tengo una esposa, la quiero, pero a ti te amo…

Ariana: Yo… también te amo…

Como leyéndole la mente, William la convenció de seguir. Ella jamás se había mostrado tan abierta a darlo todo en el acto sexual, gemía como una diosa mientras William le introducía su grueso pene una y otra vez. Desnuda sobre el escritorio, en la posición de misionero ella lo miraba a los ojos mientras se mordía el labio. Ella tocaba el abdomen bien definido de su jefe, se excitaba al máximo al tener a ese hombre besándose los pechos.

En el sofá de la oficina ella se montó encima de él, ella se olvidó de todo, se dejó llevar por el placer. Se besaban de lengua. Él le pidió que le practicará sexo oral, ella nunca antes lo hizo: su pasión por ese hombre la obligo a obedecer. William antes tuvo a muchas mujeres, pero a ninguna como Ariana, esa mujer tenía un cuerpo perfecto y una manera tan sensual de entregarse.

Al ponerla en 4 se desató como un animal, le dio de nalgadas hasta que la chica le detuvo la mano. Unos minutos después, él se corrió adentro de ella, jamás había sentido tanto placer estando con una dama.

Durante los siguientes meses ambos se seguían viendo, en las noches ella se emocionaba al escaparse con su amante.

En lujosos hoteles, hacían el amor.

Era un secreto prohibido entre los dos. Ariana con el tiempo se alejó de Jean, se separaron. Viajó con William alrededor del mundo cumpliendo todas sus fantasías.

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