En la multi. La contadora del 4º piso y despedida del sector

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T. Lectura: 8 min.

Iban pasando los meses y algunas cosas se repetían, aparecían cadetes nuevos y Bruno les hacía la inducción con “cariño” (no dejaba pito sin catar el tipo), en mi caso dos por tres reincidía con Ceci, pero nada formal, solo para apagar calenturas si bien ella estaba empezando a salir con uno de los ingenieros, el pito de pinino seguía jugando.

Viendo que tenía cierto éxito en la empresa (más de 600 personas en total y un 60% de mujeres), me le tiré a la secretaria de Sandy (la amarga de la gerenta) me rebotó y casi arma un escándalo, pero Bruno la hizo entrar en razón, que no era para tanto.

B: Para de garcharte las mujeres de la oficina

Y: ¿Si vos te garchas a todos los cadetes?

B: Pero es parte del proceso de selección, no ando tirándole a los que trabajan acá, si no ya te hubiera acorralado.

Y: No como culo seco.

B: Ya se, pero tenía que intentarlo je.

Ufff, me libré del tipo este, todo bien si se quiere hacer limar el buje, pero que a mi no me joda, yo perderé el laburo por hacer un escándalo, pero a él le va a ir peor por hacer que se lo garchen a cambio de entrar en la empresa.

Seguí con lo mío y esa tarde tenía una reunión porque faltaba un puesto de controller en el departamento comercial y lo estábamos supliendo desde finanzas junto con una contador que estaba en el cuarto piso que nunca supe bien que hacía, pero portaba un par de tetas de campeonato, debería tener 120 de pecho sin exagerar y las tetas sin mi perdición.

Cada vez que me la cruzaba en el ascensor no podía no mirar el escote y cuando nos reuníamos (por suerte era cada 15 días) me pasaba la mitad del tiempo absorto pensando en todo lo que le haría. Menos mal que no lee la mente, si no me hubiera hecho despedir por pervertido.

Paso a describirla, piel blanca, pelo negro lacio corte melenita, ojos negros penetrantes y grandes, labios gruesos, como los que se hacen hoy en día con bótox, pero naturales, 1,60 de alto, 2 cabezas de enano por tetas, buen culo, pero frente a esas tetas no resaltaba, ah, tiene nombre, Elisa. Siempre andaba de vestidos no muy ceñidos, pero era imposible que no se marcaran esas tetas.

Yo pensaba para mis adentros, si le digo tetotas a las de Ceci, ¿estas que son? ¿Super tetotas?

El tema es que me volvía loco.

Tuvimos una de las reuniones quincenales y yo venía con poco éxito, ergo poco sexo en las últimas 3 semanas y estaba alzado como un quinceañero.

Termina la reunión y Elisa me pide que me quede un momento.

Yo pensé que me iba a decir que era una degenerado (no faltaría a la verdad) y que dejara de mirar le las tetas (misión imposible).

Me dice que en Ventas estaba abierta la vacante de Business Controller, que era un filtro para chequear la rentabilidad de los negocios y no sé qué más me dijo, porque me perdí en las tetas.

En un momento me dice:

E: Entonces… ¿Estás interesado?

Yo no tenía mucha idea de lo que me hablaba.

Y: Tendría que pensarlo un poco (fue lo primero que se me pasó por la mente decir).

E: ¿Pero querés seguir dependiendo de esa arpía en lugar de trabajar con el equipo de Ventas?

¡¿Era el puesto que me había dicho Ceci?!

Y: ¡Claro que no!

E: ¿Entonces?

La calentura que tenía me cegó y dije ahora o nunca.

Y: Quiero que me convenzas, acá y ahora.

Se dio vuelta, caminó hacia la puerta, yo pensaba que se iba y volvía con recursos humanos para despedirme sin indemnización, pero cerró la puerta se giró, sacó las tetas del vestido y dijo:

E: ¿Esta es lo que querés? Vení y chupalas.

Se agarró una y llevó el pezón hacia su boca y se pasó la lengua.

Y: Contadora… ¡¡Sus tetas son un sueño!!

E: Despertate de una vez, que se nos hace tarde.

Eran como 2 pelotas de fútbol, pero naturales, desafiaban la gravedad hasta donde podían, pezón oscuro que contrastaba con el color de piel, chiquito pero eran dos timbres que iba a tocar todo el tiempo que pudiera.

Me puse a chupar como bebé con hambre, chupaba un pezón, el otro, se los mordía , los lamía, ponía la cara entre los dos y soplaba, fui a darle un beso y me dijo “no doy besos” agarrándome del cuello, le escupí la cara, la di vuelta, levanté el vestido, saqué mi verga, tanteé para correrle la tanga, pero me encontré con que no llevaba nada puesto, así que se la enterré hasta el fondo de un solo golpe.

E: Uy, es cabezona como dicen.

Y: Y vos sos bien puta como imaginé.

E: Garchame rápido que tengo que ir a hablar con tu jefa para pedirle que te deje ir a Ventas.

Y: Te voy a garchar como yo quiera.

E: Deslechate rápido y después te hago el festejo.

La agarré del cuello mientras bombeaba, le hice girar la cara y le planté un beso en esos labios gruesos.

Y: A mi nadie me dice que no a un beso y menos con esos labios.

E: Hijo de puta, dale, cogeme bien, tenés la verga bien dura, que pasa ¿no te cogiste a ninguna de las putitas de la empresa esta semana?

Y: Te estoy cogiendo a vos.

Yo bombeaba desde atrás aferrado de ese par de planetas que tenía por tetas y se me venía la leche.

La besé de nuevo y ella me mordió el labio haciéndome sangrar a lo que le dije:

Y: ¿Te gusta morder putita?

La día vuelta y le mordí una teta, la hice agacharse y le dije.

Y: O abres la boca, o vas a hablar con la frígida de mierda con el vestido lecheado, mirá que vengo cargado.

Me agarró fuerte los huevos, se metió la verga en la boca, empezó a chupar fuerte, se la clavaba hasta la campanilla y me hincaba los dientes en la base de la verga.

Y: Me llegás a lastimar y vas con una marca de un cachote que te doy

E: Vas a ver hijo de puta.

Volvió a mamar con fuerza, agarrándome los huevos y tirando un poco hacia abajo, de manera que me hacía no acabar tan rápido y en un movimiento que no percibí, me largó los huevos y con un dedo me presionó en el agujero del culo y yo le largué toda la leche que tenía acumulada.

Ella seguía como punteándome con el dedo y el placer no se terminaba porque me hacía círculos con la lengua en el glande y me raspaba con los dientes.

Le saqué la mano, la di vuelta y con la pija parada como todavía la tenía, se la clavé de nuevo y le di bomba hasta que a los 5 minutos acabé de nuevo dejándole en la concha lo que me quedaba de leche.

E: ¡Hijo de puta, me acabaste adentro!

Y: Para que veas que me tenés caliente, porque sigo estando caliente contigo.

Le planté otro beso, guardé la verga, subí el cierre, agarré las cosas y cuando iba camino a la puerta me dice:

E: Esto no queda acá

Y: Claro que no, la próxima te hago la cola, Contadora.

E: Solo espero que trabaje como garchas.

La miré se sonrió, le di otro beso, ella respondió, se guardó las tetas, abrió la cartea, sacó toallitas húmedas, se limpió, se puso la tanga y salimos.

Bajé a mi escritorio, Carmencita me preguntó que tal la reunión.

Y: Cansadora Carmencita, cansadora.

C: Demoraste un rato más de lo esperado.

Y: Puede ser.

C: ¿Es verdad lo que se rumorea?

Y: Se dicen tantas cosas…

C: Te voy a tener que hacer una despedida en el archivo o en el baño.

Y: Vamos para el baño.

C: Para que hay mucha gente, después de las 6 es mejor que se vaya todo el mundo.

Y: Aprontá la cola.

C: ¿te quedaste con ganas?

Y: Siempre tengo ganas.

C: Limpiate la sangre del labio que se ve que se puso intensa la cosa y acomodate la camisa que te van a llamar en un rato.

En eso, venía entrando la Contadora Elisa con “El Gordo”, gerente de ventas a hablar con Sandy.

Elisa pasó por al lado mío, me pasó las uñas por la nuca y me tiró un beso.

C: Ahora te tengo que hacer la despedida, que esa espere que te va a tener cerca después.

A los 15 minutos, salen de la oficina, suena mi interno y era Sandy que me pedía que fuera a su escritorio.

S: ¿Así que lo vamos a perder señor?

Y: No necesariamente, ¿qué más puede pedir que tener alguien que pasó por acá haciendo el control financiero de las propuestas de los vendedores?

S: ¿Que más puedo pedir?

Levanta el tubo, disca un interno y dice. “Veni a mi oficina, ya” con voz autoritaria. A los 10 segundos entra Carmencita y cierra la puerta.

Ay mamá la que se va a armar (pensé para mis adentros).

S: ¿Qué pensás hacer?

C: ¿Uno de los pibito de Bruno en su lugar?

S: Eso después lo hablamos, no me refería a eso.

C: Estaba esperando que fueran las 6.

S: No es necesario

Se giró, bajó las cortinas que daban a la ventana, miré a Carmencita que se estaba sonriendo y me dijo al oído “espero que la tetona te haya dejado con fuerzas, porque esto viene heavy”.

Sandy abría un cajón y sacó un arnés con una verga de 20 o 25 centímetros.

S: No es para usted, quédese tranquilo, para ese tipo de degeneradeces está Bruno.

“Vas a tener mi cola y algo más nene” me decía Carmencita susurrándome al oído mientras me pasaba la lengua por el cuello y masajeaba mi verga que ya se estaba endureciendo de nuevo.

Sandy se saca la pollera y bombacha (tipo de vieja) y apareció una concha totalmente depilada con un clítoris bastante pronunciado que parecía como un micro pene. Se empezó a tocar, Carmencita me bajó el pantalón y el calzón y fua a lamerme la pija.

C: Tiene gusto a concha esta pija señora.

S: ¿De la tetona?

C: Seguramente, ¿quiere probar?

S: ¿A ver?

Me hicieron parar, Sandy se inclinó en 90 grados y me chupó la verga cual aspiradora, se la sacó de la boca y dijo “si es de la tetona”, se recostó en el escritorio, abrió un poco las piernas y dijo “A chupar”.

Cuando me iba a agachar me paró en seco.

S: ¿Quien le dijo que era para usted esa orden? Le falta aprender como funcionan las cosas acá..

Carmencita se agachó y empezó a chuparle la concha a Sandy, que en ese momento cerró los ojos y empezó a gemir.

S: Vos vení y parate en esta silla, que te voy a preparar la pija para dejarla bien dura, pero primero desnudate y abri tus horizontes.

Me paré en la silla como dios (o el diablo a esta altura) me trajo al mundo y Sandy se la metió hasta la garganta, gimiendo porque Carmencita le estaba haciendo un muy buen trabajo.

Si hubiera cámaras (¿no las habría?), esto iría directamente para una página porno.

Le agarré la cabeza para clavarle la verga hasta la garganta como elle ya lo había hecho y me apretó los huevos para que la soltara.

S: ¡Acá mando yo!

Y: Ya no sos mi jefa.

Le di un cachetazo que le di vuelta la cara.

Carmencita miraba con estupor, Sandy cambió su cara, miró hacia abajo y se arrodilló y con voz sumisa dijo.

S: Usted manda señor.

Y: Párese.

S: Si Señor.

Y: Contra la pared

S: Si señor

Si bien no tenía buen cuerpo, el morbo de desquitarme con esta hija de puta que le hacía la vida imposible a todos quienes trabajaban para ella era muy fuerte.

Y: Carmencita, ábrale las nalgas y escúpale el culo.

C: Pero…

Y: Pero nada, haga lo que le dije.

Sandy estaba refregando las piernas porque no aguantaba la excitación, se va que el plan duro le gustaba.

Carmencita le escupió el agujero del culo y yo fui directo a empernar ese culo. Al principio ofreció algo de resistencia, pero pasé mi mano le pellizqué un pezón y fue relajando el culo hasta que la metí del todo.

Y: Aaaah señora gerenta que lindo que aprieta su culo y pensar que casi no me dirigía la palabra, pero ahora me da la cola.

La bombeaba despacio mientras la tenía agarrada del cuello.

Y: Carmencita, seguí con lo tuyo.

Yo le bombeaba el culo mientras Carmencita le chupaba la concha y la dura mujer empezó a gemir, estuvimos así un rato hasta que Carmencita se paró y se puso el arnés.

C: Ocasiones como esta no se dan todos los días.

Sandy abrió bien las piernas, yo le daba por el culo y Carmencita por la concha con la pija del arnés mientras Sandy chillaba como una cerda y se retorcía del placer, hasta que empezó a temblar del orgasmo que alcanzó.

La liberamos y fue a sentarse en su silla con los ojos cerrados, tratando de recuperarse.

C: Ya son más de las 6.

Y: No nos vamos a ir al baño, si ya estamos acá.

Carmencita vino, me besó con fuerza y me dijo al oido “si mañana me mata o me despide, va a ser tu culpa”

La acosté en el escritorio y la cogí frente a su jefa, Carmencita estaba desacatada

C: ¡Ay si pendejo! Voy a extrañar esa verga, cogeme, cogeme cogeme por favooor, siii

Sandy había abierto los ojos y fue directo a besar a Carmencita, la apretaba las tetas, Carmencita le colaba un dedo en la concha y la yegua se empezaba a calentar de nuevo, pero ya no era esa mandona, estaba más liberada, le chupaba las tetas a Carmencita, le refregaba el clítoris mientras yo la penetraba, me sacaba la pija de la concha de Carmencita, la chupaba y volvía a metérsela, se subió arriba del escritorio y se le sentó arriba de la boca de Carmencita que se aplicaba muy bien.

Y: Vení acercate, dame un beso.

S: No beso hombres.

Y: Vení te digo

S: No juegues con tu suerte…

Preferí quedarme en el molde y seguir disfrutando.

Sandy se puso el arnés y se sentó en su silla.

S: A montar perra.

Había vuelto al ¿personaje? Dominante.

Carmencita se trepó en los posa brazos de frente a Sandy y se clavó esa vergota en la concha, quedándome el acceso a su culo totalmente libre.

Ni lerdo ni perezoso se la fui metiendo en el culo y notaba la dureza de la verga de goma a través de las paredes que separan ambas cavidades, estaba meta bombear cuando se me ocurrió una idea, saque la verga y la metí junto con la de goma en la concha de Carmencita, pero quería más, así que le levanté las piernas a Sandy , Carmencita cayó hacia adelante apretándola contra el respaldo de la silla y metí mi verga en la concha de la amargada.

S: No nooo en mi concha hombres nooo.

Y: ya es tarde señora gerenta.

S: Nooo sacala sacala sacala… aaaay empezó a decir gimiendo de nuevo y moviéndose al ritmo de mis penetraciones.

Y: te voy a llenar la concha de leche.

S: ¡nooo eso nooo que no me cuido, por favor!

Me empujó con las piernas, yo quedé contra la pared, bajó a Carmencita, se arrodillaron las 2 frente a mí mi les largué la leche que me quedaba en las caras, cada una le lamía la cara a la otra y se pasaban la leche de boca a boca.

Yo me fui vistiendo, casi sin fuerzas después de una tarde más que agitada, eran las 7 y a las 8 tenía clase, pero decidí faltar.

Salí de la oficina de Sandy, fui al baño a mear y me encontré a Bruno que iba saliendo del baño sonriente con Charly unos de los cadetes.

B: Bienvenido al departamento de Finanzas, vení que te voy a presentar con Sandy y con Carmencita que va a ser tu jefa.

No tienen paz…

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