En mi trabajo, en Farmacias Guadalajara

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Cuando nos mudamos a la ciudad donde radicamos actualmente en Monterrey yo trabajaba en las farmacias Guadalajara, por lo que me dieron mi cambio y me toco en una que se encuentra en el centro, durante poco más de un año todo trascurrió sin novedad, como Efra también vive aquí volvimos a reanudar nuestros encuentros con él, «volví a ser su puta»

Y cada vez que había oportunidad ambos me llevaban a un motel o cuando había oportunidad en nuestra casa me hacían suya satisfaciendo sus deseos, los de Efra de cogerme y desquitar sus ganas de lo que no podía hacer con su esposa y Armando de como su mejor amigo se coge a su mujer, entre los dos me hacían llegar al cielo con orgasmos, nunca me he negado ser su puta en el momento que ellos lo querían y eso les calienta demasiado.

Armando después de saber que me había entregado a mi concuño (su cuñado) Armando continuaba insistiendo en que querer verme coger con otros, para esto un chavo que tenía un puesto de discos afuera de la farmacia me cortejaba mucho, me enviaba flores y me llevaba detalles, pero como era más joven yo no le daba mucha importancia yo tenía 35 años y el 26. Paso que me tocó el turno de noche y él iba y platicaba mucho con los demás pues era amigo de otra de las que ahí trabajaba (Denis) «que con ella hay otra historia que paso después», ya se las platicare, entonces le dijeron que, si me llevaba a comprar de cenar, el gustoso acepto.

Ya de camino él se detuvo en un parque que está cerca y me comenzó a insistir en que le gustaba mucho que le diera una oportunidad de salir con él, yo le dije que era casada y aparte mayor que él, muy astuto me dice, «mejor sirve que me enseñas» le dije, no se lo voy a pensar y el me beso a lo que yo correspondí y me dio como dicen un agasajo, después de un tiempo Rubén no dejaba de insistirme en salir con él, a la vez que Armando cada vez que teníamos sexo me preguntaba si alguien de la farmacia me quería coger y le platique que había una persona que me llamaba la atención y Armando me dice ¿y te gustaría que te cogiera? «Yo contesté, pues no sé» y así quedo.

Después Rubén este chico volvió a llevarme a comprar de cenar para las muchachas pero esta vez yo ya tenía en mente darle entrada para esto volvimos al parque a esperar mientras tenían las cena y ahí lo deje besarme y esta vez lo deje agarrarme todo el cuerpo pero como yo andaba en mis días.

Le dije que no podía pero lo recompense bajándole el cierre y le comencé a jalar la verga no muy grande pero si muy gruesa, luego ahí en la camioneta comencé a mamarle la verga, por lo gruesa no me entraba toda en mi boca, le mamaba la punta metiendo lo más que me cabía para darle placer y complemente mamando sus huevos y jalándole la verga y viéndolo a la cara para hacerlo terminar, cuando sentí que iba terminar me metí la punta en la boca para recibir sus chorros de semen en mi boquita algo que le fascino, pues según él era la primera vez que alguien recibía sus chorros en la boca.

Nos fuimos, pero quedamos de vernos después, ya se acercaba la posada de la farmacia y ese sería el día, como ya le había platicado a Armando que había un chavo que me insistía mucho, el me dio permiso de ir con el después de la posada con la condición de que más adelante nos acompañara a un trio y el ver cómo me cogía.

Así que llego el día yo me puse un vestido rojo que me hacía ver bien mi cintura y mis nalgas, en la posada varios de los trabajadores de otras tiendas no me quitaban la mirada y me sacaban a bailar, al terminar Rubén ya estaba ahí afuera esperándome, por lo que subí a su camioneta y le pregunte ¿a dónde me llevaras? El contesto que a si podíamos ir su casa ya que vivía solo, yo acepte. Llegamos y el no paraba de observarme estuvimos besándonos un rato el tocándome todo el cuerpo, me bajo el cierre del vestido quedando en ropa interior, recostada sobre la cama me beso todo el cuerpo, como si fuera un trofeo para él.

Después se desvistió y yo agarre su verga y comencé a mamarla recorriéndola por completo, mamando sus huevos grandes que no cabían en mi boca, el gemía y yo veía como disfrutaba de mi boquita, no aguanto y me acostó, tomo mis piernas las levanto y las puso sobre sus hombros le agarre su verga y me la apunte en mi conchita, el fue metiéndomela poco a poco, sentí como esa verga gruesa me topaba en las paredes de mi vagina que es algo estrecha, entonces el comenzó a bombearme despacio, cuando empecé a gemir agarro más velocidad pues sentía como me partía esa verga gruesa mi panocha.

Después de un rato le pedí montarme sobre él, y lo comencé a cabalgar, con mis movimientos siempre logro hacerlos terminar muy rápido, por lo que él me abrazo apretándome hacia él, sentí como llenaba mis entrañas con su semen, caliente, quedamos ahí fundidos uno sobre el otro.

Después de un momento me baje y agarrando su verga flácida y aun con semen y mis jugos se lo comencé a mamar viéndolo a los ojos con mi mirada de puta, le pregunte te gusta cómo te lo hago papi, eso lo emociono demasiado y mirándome como limpiaba su verga me repetía que era maravillosa en la cama.

Durante el último mes que anduve en turno de noche, él iba por mí para llevarme a mi casa y al menos dos veces a la semana me iba con él y hacíamos el mañanero, me cogía delicioso pues también lo complacía en lo que me pedía, no sé si en verdad mi culo empinada les atrae tanto que quieran sentir su verga dentro de él, pues en una ocasión me tenía empinada y me pregunta.

-¿te gusta por aquí? «Agarrando mi culo»

Y le dije, -¿quieres metérmela? «no sé si lo aguanté»

Y él me puso saliva y la fue metiendo poco a poco, yo gemía cada vez que lo sentía entrar, cuando sentí que me toparon sus huevos supe que estaba toda adentro, sentía que mi culo iba reventar, me bombeo unas cuantas veces y oírme gemir tanto supongo que lo éxito demasiado tenerme ensartada el culo que lanzo un gemido y me vacío sus chorros en mis nalgas y espalda.

Armado me preguntaba como Rubén me cogía y me decía que quería ver cómo me entraba esa verga gruesa, sin embargó eso ya no paso, pues Rubén estaba tomando la relación más en serio y empezaba a tener actitudes de celos con mi esposo, por lo que preferí terminar pues él quería que dejara a mi esposo.

Después de algunos meses y algunas fiestas, paso lo que Armando varias veces me preguntaba ¿Qué cuantas vergas juntas aguantaría? «Yo con voz cachonda le decía que tres» pero por las circunstancias el no estuvo presente y se conformó con saber los detalles de cómo cuatro mecánicos me hicieron su puta en un taller.

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2 COMENTARIOS

  1. Hola me encanta y me calientan tus relatos
    Que me gustaría cogerte frente a tu esposo
    Yo maduro de 55 años vivo en Monterrey

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