Enamorándome de Dianita (14)

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Cristian abrió la puerta trasera del auto para estar más cómodos, Natalia hizo que Cristian se sentara, y empezó a desabrochar su pantalón, lo hizo rápidamente, lo bajó un poco y luego bajó su bóxer, lo que liberó su pene quedando frente a su cara, ella lo tomó con su mano derecha y empezó a moverla de adelante para atrás, como una especie de calentamiento antes de meterlo en su boca, de rodillas miró hacia arriba mientras lo cogía, se mordió el labio pero no dijo nada, pasó su lengua por el tronco del pene y continuó metiéndolo en la boca, se ayudaba de sus manos para masajearlo mientras lo chupaba, Cristian podía sentir la humedad y los movimientos de su lengua que lo rozaban.

Cristian puso sus manos sobre la cabeza de Natalia, sin hacer fuerza, le gustaba sentir su cabello mientras chupaba, ella lo sacaba de su boca y empezaba a masturbarlo con más velocidad, luego lo metía de nuevo a su boca para sumar esos labios húmedos al masaje. Estaba muy excitado con lo que pasaba, ver esa cara tierna, succionando su pene, le parecía increíble.

Cuando estaba a punto de llegar al orgasmo Cristian entre gemidos, logra decir:

-Mmm, me voy a correr, ¿Me vengo en tu boca? -Le pregunto para no hacer algo que le desagradara.

-Sí, dale quiero probar el sabor de tu leche. -le respondió con sus manos en su pene, y continuó chupándolo.

Cristian empezó a sentir como las descargas de su pene entraban en su boca, ella seguía masturbándolo, 4 o 5 descargas hicieron que su cuerpo vibrara, Natalia se detuvo, pero no lo sacó hasta sentir que ya le habían dado todo, con una imagen morbosa, Natalia mira hacia arriba abre su boca, para mostrarle toda la leche que había en su boca, luego cerro su boca y se tragó todo el semen que tenía, abre nuevamente su boca mostrándole que se lo había tragado todo, con una sonrisa perversa.

-¿Te gusto? -pregunto Natalia sonriendo.

-Es en serio, fue una mamada fantástica, sí que tienes talento. -le dijo Cristian agitado.

Pero Cristian seguía con su pene erecto, tenía ganas de seguir, Natalia lo mira y encantada le dice, -vaya sí que tienes aguante, se monta sobre las piernas de Cristian y agarrando su verga, la dirige a su coñito, rozando sus labios vaginales para lubricarlo, y muy lentamente se sienta sobre él, metiéndoselo hasta tocar los huevos con sus nalgas.

Empieza a cabalgarlo frenéticamente, ninguno de los dos se contiene a la excitación que sentían, Cristian apretaba las nalgas de Natalia y con sus manos le imprimía mucho más ritmo a la penetración, por su parte Natalia podía sentir como el grosor de la verga abrir sus labios vaginales de manera exagerada, sentía cada centímetro ingresando en su interior.

Ambos bañados en sudor, llegaron al orgasmo al mismo tiempo, su fundieron en fuerte abrazo y se besaron con lujuria, como demostrándose las ganas que siempre se tuvieron ambos, después de varios minutos Natalia se levantó y empezó a sentir como el semen empezaba a escurrir por entre sus piernas, con un pañuelo húmedo se limpió, se vistieron, y Natalia dijo.

-Ahora como se lo decimos a ellos.

Ambos rieron, no te preocupes por eso, todo a su debido tiempo, le dijo Cristian, cuando entraron al auto para ir sus casas, Natalia reviso su celular encontrando 30 llamadas y 20 mensajes de Dianita y Paula.

Les contesto los mensajes a ambas diciendo, -aún no he llegado a mi casa aún estoy con Cristian mañana les cuento todo, ahora mejor descansemos las tres enviándole un emoticón con besos.

Al día siguiente, en horas de la tarde Thiago recibe una llamada de un número que no conocía, al contestar se sorprende.

-Hola Thiago como estas te habla Amanda.

-¡Hola!, me sorprende tu llamada ¿paso algo? -contesto Thiago

-No para nada, solo quería decirte que has sido elegido para una sesión de masajes en mi local, ¿puedes venir hoy?

-¿Es en serio?, yo nunca me gano nada, pero ese masaje me vendría muy bien en estos momentos, a que horas puedo ir.

-A la hora que tú quieras, yo te atenderé personalmente.

-Ok, entonces llego en una hora.

-Perfecto, te estaré esperando bye.

Thiago llamo a Cristian para preguntarle si había pasado algo cuando fue a llevar a Sofia a su casa, en la conversación que ambos tuvieron se dijeron que no había pasado nada que todo fue tranquilo, -pero hay algo que quiero decirte, -comento Cristian.

-Claro soy todo oídos. -contesto Thiago

Ayer cuando dejamos a Sofia en su casa algo paso entre Natalia y yo, te voy a contar y cuando termine si tienes dudas pues la resolvemos, -dijo Cristian.

-No te voy a dar detalles, pero ayer Natalia y yo cogimos. -dijo Cristian.

-¡Pero que mierda!, es en serio.

-Si es en serio, y fue espectacular, lo hicimos en el mirador.

-Hey bro, te dije que Natalia era una buena chica, no aguanta que juegues con ella.

-En serio me gusta, esa mujer es perfecta para mí, hace que quiera ser mejor persona.

-Ok, solo te digo no la vayas a cagar con ella.

-Tranquilo, tú tienes a Dianita y a Paula, yo tengo a Natalia

Por eso mismo te lo digo bro, porque cuando Paula se entere que tengo algo con Dianita todo se ira a la mierda, no hay forma que yo salga bien parado de esta situación, la verdad creo que la mejor opción es aprovechar el chantaje de Sofia y alejarme de las dos.

Que poco conoces a esas dos mujeres, Thiago ellas están enamoradas de ti, estoy casi seguro que hasta podrían unirse contra Sofía solo para poder estar contigo, quien quita y tengas un triángulo amoroso entre Paula, Dianita y tú, más bien me compadezco de Sofia no sabe a la que se enfrenta con esas dos, ja, ja, ja.

-No le veo el chiste, pero bueno, te quiero bro, cuídate, me tengo que ir, tengo cita en la peluquería.

-Bueno que te vaya bien, vaya que eres vanidoso.

-Eso se llama envidia ja, ja, ja

Thiago llego al salón de belleza y Amanda lo atendió de inmediato, lo hizo pasar al spa y lo ubico en una habitación privada, dónde había luces de neón, velas y esencias aromáticas que le daban un aire sensual a la habitación, pidió no ser molestada hasta que la sesión terminara.

-Debes quitarte toda la ropa, solo debes quedarte con la toalla. -le dijo Amanda

Amanda tenía un uniforme muy sensual, se notaba claramente que no traía corpiño, ya que los pezones de Amanda se le marcaban en la blusa, el pantalón marcaba perfectamente su culo, se apreciaba que si tenía tanga tenía que ser muy diminuta.

Thiago al ver la belleza de mujer, trago saliva y en su mente decía, -sagrado rostro por favor aléjame de la tentación que es esta mujer, bueno deja la tentación, pero solo un poquito, Thiago se cambió y quedo solo con la toalla, Amanda lo hizo acostar en la cama de espaldas, su desnudes era solo cubierta por la pequeña toalla que tapaba sus nalgas, al acostarse puso su pene hacia abajo el cual ya se estaba empezando a endurecer, la punta podía verse al separar las piernas.

-Relájate y no pienses en nada, voy a tratar que quieras regresar más seguido a hacerte masajes.

Thiago tragaba saliva, cuando empezó a sentir las manos de Amanda recorrer su cuerpo, sentía electricidad por todo su cuerpo, Amanda esparcía aceite por toda la espalda, pantorrillas y pies, los movimientos eran super relajantes, la música del ambiente hacía que me olvidara del exterior.

Hubo una pausa, pero no levante mi cabeza para mirar decidí continuar con mi concentración y seguir con mi relajación, cuando sentí nuevamente las manos de Amanda, pude notar que se ubicó encima de la cama, sus manos subían por mi pierna derecha y luego hacían lo mismo con la izquierda, llegaba hasta el principio de mis desnudas nalgas, pero la toalla impedía que tocara mis nalgas, en eso me dice, -puedo quitar la toalla para que el masaje sea en todo el cuerpo, te va a gustar, -dijo Amanda.

Yo solo asentí con mi cabeza, no me parecía fuera de lo normal la petición de Amanda, por lo que ella retiro la toalla y quede como Dios me trajo al mundo, aplico aceite en mis nalgas y empezó a masajear, en mi espalda podía sentir sus dos manos, pero también sentí que aparte de las manos algo frotaba mi espalda, levante la vista y pude ver la ropa de Amanda en el piso.

Me exalte y gire mi cuerpo pude ver totalmente desnuda a Amanda, sentada sobre mis nalgas, podía sentir el calor que emanaba de su pelvis y la cual con movimientos hacia arriba y hacia abajo se frotaba todo su sexo contra mí, sus senos eran espectaculares igual que ella, tetas grandes paradas y pezones marrones parados, los cuales restregada sin disimulo sobre mi espalda.

-Pero qué es esto Amanda, sabes que estoy con Dianita y es tu amiga. -le dije

-No te preocupes por eso, tenemos el permiso de Dianita para esto, solo me puso la condición que le avisara antes para ella estar enterada. -me dijo

-¿Es en serio Dianita sabe de esto, y no dijo nada?

-Así es, la otra vez los vi tener sexo en la sala por las cámaras y llegamos a ese acuerdo, ¿te molesta, quieres irte?

-No, claro que no me molesta, pero si me asombra.

-Entonces seguimos con el masaje ya que tenemos el permiso de la patrona. -me dijo con una sonrisa pícara.

-Bueno si a ella no le molesta a mí tampoco, ja, ja, ja, ja, sigamos. -le dije

Seguí acostado boca abajo, Amanda siguió frotando sus senos contra mi espalda, y su pelvis contra mis nalgas que ya sentía mojadas debido a todo el jugo que salía del sexo de Amanda, estaba caliente, y me la hacía saber cada vez que susurraba gemidos cerca de mi oído, pasaba su lengua por mi cuello, y empezó a darme besos por toda la columna con dirección hacia mis nalgas, al llegar medio un pequeño mordisco.

Que nalgas lindas tienes, pero esto es son más hermoso todavía, -me dice, metiendo su mano entre mis piernas y agarrando mi pene, me toco levantar un poco mi culo para que no me hiciera daño, empezó a ordeñarme, realizando suaves masajes en mi pene, la masturbación era lenta, pero se sentía muy bien esas caricias.

Amanda me hizo girar y mi pene quedo erecto cerca de su cara, inmediatamente paso su lengua por mi glande, haciendo gemir de placer, se metió por completo mi pene en su boca y empezó a chupar, no sabía porque se sentía tan rico, luego descubrí que tenía una pastilla de menta de halls negro, le que hacía que el placer fuera aun mayor, debido al contraste de lo caliente que estaba mi verga con el frio intenso que emanaba la boca de Amanda, el placer era abrumador, por esta acción estaba que llegaba al orgasmo.

-Uf, que rico se siente, siento que voy acabar.

-Puedes acabar en mi boca, quiero probar el sabor de tu leche. -Me dijo

Mis puños apretaban la tela del colchón y explote en un orgasmo intenso, me salió tanta leche que por la comisura de sus labios se le escapaba el semen que no podía contener, con sus dedos limpio sus labios y se terminó de beber mi leche, -pero que rica leche tienes, -me dijo sonriendo.

-Uf, Amanda esa mamada estuvo espectacular, pero ahora quiero darte cariños a ti, -le dije

-Soy toda tuya, haz conmigo lo que quieras. -me contesto.

Pase mis manos por sus senos, y los apreté eran duros y sus pezones puntiagudos, pase mi lengua por ellos y les di un pequeño mordisco para después chuparlos, Amanda presionaba mi cabeza contra sus senos, muy lentamente fui bajando hasta su depilado coñito, pase mis dedos y sentí lo mojada que estaba, bese sus labios vaginales y pase mi lengua por su clítoris, Amanda apretaba sus senos con sus propias manos y chupaba sus propios pezones, yo seguí jugando con su clítoris y metí dos dedos en su coño haciendo presión hacia arriba para darle más placer.

Que rico cabrón, sigue no pares ya no aguanto más voy acabar, Amanda arqueo su espalda y llego al orgasmo de forma descomunal, sus pechos se inflaban porque su respiración era agitada, le dije que se pusiera en cuatro y lo hizo rápidamente, uf, que hermoso culo tenía esta mujer, le di una sonora nalgada una en cada nalga, dejando mis dedos pintados en ellas.

-Me encanta que me des nalgadas, quiero que me trates como tu perra. -me dijo

-Cuidado con lo que pides. -le dije

-Soy tuya, soy tu perra hazme lo que quieras.

Rápidamente cogí mi pene y lo ubique en su coñito la penetre suave, cuando ya tenía toda mi tiesa verga dentro, tire de sus cabellos hacia atrás y comencé a penetrarla con vehemencia, con mi otra mano le daba sonoras nalgadas, ya su culo se tornaba rojizo, pero Amanda no se quejaba, -dame más, -me decía mirando hacia atrás, mientras con sus manos apretaba sus pechos.

Cambié de posición y la puse de lado la seguía penetrando con violencia, y mi mano apretaba su seno, estaba poseído por la lujuria, la cargue tenía sus piernas apoyadas en mis brazos y ella rodeo mi cuello con los suyos para apoyarse mejor, las embestidas que le daba eran brutales, cada vez que sus nalgas chocaban con mi pelvis se escuchaba como una palmada.

-Vaya que fuerte eres. -me dijo Amanda.

-Eso es porque quiero disfrutarte al máximo. -le dije

Seguí penetrándola, pero en un momento sentí que me pene se salió, ella lo tomo con la mano y se lo ubico en su ano, y fui penetrando suavemente, -quiero me penetres igual que ahora, pero en mi culo. -me dijo

Cuando ya la tenía totalmente empalada, empecé con movimientos suaves y fui acelerando poco a poco, hasta llegar al ritmo que tenía antes de que se saliera de su coñito, Amanda ahogaba sus gritos en mi cuello, para que no se escucharan afuera, la violencia con que le estaba penetrando su ano era inimaginable, pero ella aguantaba estoicamente.

Cuando mis fuerzas me estaban abandonando la acosté en la cama sin salirme de su culo, y seguí con las penetraciones, ahora era yo quien le tapaba la boca, ya sus gritos iban en aumento.

-¡Me estas partiendo en dos, cabrón!, pero me gusta. -me decía entre jadeos.

-Esto es para que no olvides quien es el dueño de ese culo de ahora en adelante. -le dije

-Si desde ahora soy solo tuya.

Al escuchar esas palabras sentí que ya llega al orgasmo.

-Ya voy acabar. -le dije.

-No, por favor aguanta un poco yo también estoy acabar.

Los dos llegamos al orgasmo al mismo tiempo, quede exhausto arriba de Amanda, nos fundimos en un apasionado beso, Amanda me abrazaba y me daba suaves caricias en mi espalda, cuando recuperamos el aliento, nos separamos y quedamos acostados uno al lado del otro mirando hacia el techo de la habitación, respirando agitadamente.

-Vaya polvo que me acabas de echar, fue mucho mejor de lo que esperaba. -me dijo

-Tu vuelves loco a cualquier hombre, eres una diosa, como te dije quería saborearte para nunca olvidarte.

-Y porque me vas a olvidar si soy tuya, ya te lo dije, cuando quieras, donde quieras y a la hora que quieras estoy disponible para ti. -me dijo

Amanda me mira a los ojos y pudo ver mi expresión, no quería hacerla sufrir, pero lo único que podía ofrecerle era solo sexo, no íbamos a ser pareja ni nada, aunque no me atrevía a decirlo. -tranquilo soy sensata y sé que tienes tu pareja no quiero casarme contigo, solo quiero aprovechar tu juventud, esto es solo sexo, -me dijo sonriendo y acariciando mi cara, yo solo la bese.

Nos bañamos estábamos agotados de nuestra faena que no hubo fiesta en la ducha, cuando salimos me vestí, Amanda seguía totalmente desnuda, y me dice; -cuando llegues a tu casa revisa los mensajes en tu teléfono te mandé un regalo para que me recuerdes siempre. -me dijo.

No aguante la curiosidad y revise mi teléfono, pude ver varias fotos de Amanda totalmente desnuda, con las piernas abiertas mostrándome todo su sexo, -uf, pero que buena esta, me dije mentalmente.

-Vaya que si es un buen regalo, como podría olvidarte. -le dije

-Ya sabes regresa cuando quieras, de ahora en adelante yo te atenderé personalmente. -me sonrió y me guiño un ojo.

Sali del local, con una sonrisa y totalmente relajado, cuando me disponía a montarme en mi motocicleta, sonó mi teléfono, era la profesora Violeta, -vaya pero que sorpresa, habrá pasado algo?, me pregunte.

-Hola Thiago estas ocupado. -me dijo.

-Para nada profe Violeta. -le conteste

-Veo que guardaste mi número.

-Usted me dijo que nadie más lo tiene en la U, así que es un privilegio por eso lo guarde.

-Y si es un privilegio porque no me has regalado una llamada entonces. -me dijo

-Mm… no supe que responder.

-Tranquilo solo te molestaba, será que puedes venir a mi casa, te invito a comer algo, y de paso me ayudas en algo que necesito. -me dijo.

-Claro que sí, no tengo más nada que hacer en estos momentos, si quiere me manda la dirección por mensaje y yo salgo para su casa.

Recibí la dirección, pero después de la conversación reaccione, pero en que podría yo ayudar a la profe Violeta, bueno de todas maneras verla y que no sea en la U, sería muy agradable para la vista me dije, puse en marcha mi motocicleta y me dirigí a la casa de la profesora.

Continuará.

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