Como ya vimos en los relatos anteriores, Jake, pese a ser el hombre del harem, no tiene ningún tipo de poder de edición sobre el mismo y, más que ejercer su autoridad sobre sus mujeres (como ocurriría en cualquier Harem tradicional), son sus mujeres las que ejercen su poder y dominio sobre él, tratando lo como un juguete sexual.
Sin embargo, de la misma forma que las mujeres del harem de Jake tienen derecho a hacer lo que quieran con él susodicho, también tienen la obligación de protegerlo, y de eso tratara la historia de hoy.
Todo comenzó noche en la que, aprovechando que Jake se había quedado dormido después de varias secciones de sexo con su madre, está misma organizo una reunión con las miembros del harem en el comedor de la casa para hablar de un asunto urgente.
“Bien, señoritas, he convocado está reunión para hablar de un asunto de vital importancia” dijo Gloria, con mucha seriedad “Como ya debieron haber notado, Jake tiene un ojo morado y, aunque él diga que se lo hizo porque se cayó, yo estoy convencida de que lo golpearon, y quiero saber si alguna de ustedes tuvo algo que ver ¡Les recuerdo que las reglas del harem prohíben todo tipo de práctica sexual violenta que pueda lastimar a Jake!”
“Yo también me percate de eso, pero yo no fui” dijo Lupe.
“¡Ni yo!” exclamó Nina “Yo, a lo mucho, le he dado unas nalgadas tan fuertes que le he dejado el culo rojo, pero nada más”
“¡Entonces, si ustedes no lo golpearon y yo tampoco, eso quiere decir que alguien más lo hizo!” exclamó Gloria, molesta.
“¿Hablas de un bully?” pregunto Lupe, furiosa.
“Dicho bully debe ser uno de los compañeros del curso de Jake” dijo Nina “¡Debemos obligar a ese idiota que nos diga de quien se trata!”
“¡No, yo ya lo intente y se niega a hablar!” exclamó la milf rubia “Lo deben tener amenazado de seguro ¡Debemos descubrir quien es por nuestra cuenta para poder hacer algo al respecto!”
“¡Dejen que yo me encargue de eso!” exclamó Nina.
Una semana después, Nina siguió en secreto a Jake hasta la casa en donde se dictaba el curso de arte. Luego, la chica musculosa se metió en el callejón que estaba al lado de la casa, y pudo espiar la clase desde una ventana sin que nadie la viera ñ.
Un rato después, cuando la clase ya había acabado y todos se estaban retirando, Nina vio a una chica afroamericana, de una edad y de un cuerpo muy similar al suyo, acercándose a su hermanastro.
“¡Bien, ya sabes lo que tienes que hacer, estúpido!” exclamó la afroamericana, mientras le daba un pequeño golpe en la nuca a Jake “¡Pasere por tu casa para buscar mi tarea ya hecha, y más te vale que la hagas bien, o te dejare el otro ojo morado! ¿Me escuchaste, marica?”
“No creo que sea conveniente que vengas a mi casa, Mandy” dijo Jake, asustado “Déjame que haga tu tarea y, ni bien la tenga lista, te escribiré para acordar un lugar en el que te la pueda entregar”
“¡Está bien, Pero ni se te ocurra demorar mucho!” exclamó la chica, y le da un tirón de orejas a Jake “¡Nos vemos, estúpido!”
“¡Maldito hija de perra!” exclamó Nina, furiosa, mientras aguantaba sus ganas de entrar en la casa para darle una paliza a la afroamericana.
Al regresar a su casa, Nina le contó a sus madres lo que había descubierto.
“¡Maldita hija de la chingada!” exclamó Lupe, furiosa “¿Cómo se atreve a golpear y a tener amenazado a nuestro Jake? ¡Vamos ya mismo a romperle las malditas piernas!”
“¡Estoy descansando contigo, mamá!” exclamó Nina.
“¡No, esperé un momento!” exclamó Gloria “Yo también estoy furiosa por la situación, pero creo que pero se me ocurre una mejor manera de vengarnos de esa idiota. Lupe ¿Aún tienes el equipo de sadomasoquismo que usamos en nuestra luna de miel en Cancún?”
“Si, está en el armario ¿Por qué?”
“¡Escuchenme, estoy es lo que haremos…!” exclamó Gloria, y le comenzó a contar su plan a las chicas.
Un par de días después, Lupe se llevó a Jake a la cama, y se lo cogió tan fuerte como pudo. La sesión de sexo que Jake había tenido con su madrastra había sido tan intensa que este, tras terminar de eyacular por quinta vez, se desplomó dormido sobre la cama.
Luego, aprovechado que su hijastro estaba dormido, Lupe agarro el celular de esté, y se fue a la sala, en dónde se encontraban Gloria y Nina esperándola.
“¿Alguien sabe la contraseña?” pregunto Lupe.
“¡Si, es la fecha de su cumpleaños!” exclamó Gloria, mientras desbloqueaba el celular “¿Cómo se llama ese puta?”
“¡Se llama Mandy!” exclamó Nina.
Una vez que encontraron el contacto de la afroamericana, Gloria, haciéndome pasar por su hijo, le escribió un mensaje, el cual decía qué, si quería que le entregará la tarea del curso, debía encontrarse con él en frente del motel Noche de Pascio el martes por la noche. Al rato, Mandy contesto el mensaje, diciendo que allí estaría.
Algunos días después, Mandy fue al punto de reunión que le habían indicado pero, en vez de encontrarse con Jake, se encontró con Nina.
“Buenas noches, amiga” dijo Nina, de forma muy amable “Soy la hermanastra de Jake, y tú debes ser Mandy ¿Cierto?”
“¡Si, lo soy!” exclamó molesta la afroamericana “¿Y dónde está Jake? Quedamos en reunirnos aquí”
“Él me envió a buscarte” dijo la mujer musculosa” ¡Sígueme, te fuiste hacia el!”
Nina guío a Mandy hasta una de las habitaciones del motel pero, en vez de ver a Jake, vio a Gloria y a Lupe vestidas como dominatrix.
“¡Bienvenida al infierno, puta!” exclamó Gloria, con excitación.
“¿Pero que carajo?” pregunto Mandy, sorprendida.
“¿Así que te crees muy valiente por abusar de un hombre indefenso como nuestro Jake?” pregunto Nina, mientras cerraba la puerta de la habitación con llave, y se desnudaba “¿Por qué no te metes con mujeres de tu tamaño?”
“¡Ni se les ocurra tocarme o gritaré!” exclamó Mandy, quien se comenzaba a sentir nerviosa.
“¡Grita todo lo que quieras, pues nadie te escuchara!” exclamó Lupe, mientras ella y su esposa agarraban a la afroamericana “¡Está habitación es a prueba de ruido, y nadie podrá venir a salvarte de nosotras!”
“¡Pagarás por lo que le hiciste a nuestro amado Jake!” exclamó Gloria, mientras ella, Lupe, y Nina comenzaban a desnudar a Mandy.
“¡Suelteme, hijas de puta!” grito Mandy, mientras forcejeaba en un vano intento oír librarse de las mujeres.
Luego de mucho forcejeo, las mujeres desnudaron por completo a la afroamericana, le esposaron las manos detrás de la espalda, la tiraron sobre la cama, y Lupe y Nina la agarraron con fuerza.
“¡Debo admitir que, para ser una puta, tienes un excelente culo!” exclamó Gloria, mientras acariciaba las nalgas de Mandy “¡Voy a gozar hacer esto!”
“¡Que ni se te ocu…!” exclamó la afroamericana pero, antes de que pudiera terminar de hablar, la milf le azotó el culo con un látigo “¡Hija de puta!”
“¿A quien le dices puta?” grito Lupe, mientras agarraba del pelo a Mandy y le daba un beso ensalivado en contra de su voluntad “¡Las buenas mascotas no insultan a sus amas!”
“¡Creo que debemos domesticar a esta zorra!” exclamó Nina, mientras le pellizcaba con fuerza los pechos a Mandy, haciendo que está gritara de dolor y de placer.
Durante los siguientes minutos, las chicas del Harem se fueron turnando entre ellas para azotar las nalgas de Mandy, y lo hicieron con tanta fuerza que el culo de la afroamericana quedó todo rojo, y su coño todo mojado.
“¡Parece que a alguien le gustó lo que le hicimos!” exclamó Lupe, entre risas, mientras le manoseaba la entrepierna a Mandy.
“¡No es lo que creen… es algo involuntario!” exclamó Mandy, avergonzada.
“¡Cómo sea, ahora es tu turno de darnos placer a nosotras!” exclamó Gloria, mientras agarraba la cabeza de la afroamericana y la metía entre sus nalgas “¡A chupar, puta de mierda!”
“¡Jamás!” gritó Mandy, y Nina la toco con una picana eléctrica, haciendo que está se sobresaltara “¿Pero qué te pasa, enferma?”
“¿Te gusta? La compré para esta ocasión y, como estaba en oferta, me costó una ganga” dijo Nina, mientras le mostraba la picana a Mandy
“¡Me pudiste electrocutar!”
“No te preocupes por eso, hora está en el nivel más bajo pero, si no empiezas a chupar culos como una buena putita, le subiré el nivel al máximo y te la meteré por el coño” dijo Nina, mientras agarraba la cabeza de la afroamericana y la metía entre las nalgas de su madrastra “¡Que tengas buen provecho!”
Mandy, con temor y con excitación, comenzó a lamer el culo de Gloria, y está gimió al sentir la lengua de la afroamericana. Al rato, Gloria intercambio su puesto con Lupe, y fue la milf latina la que comenzó a disfrutar de la lengua de Mandy dentro de su ano. Finalmente, llegó el turno de Nina de divertirse, por lo que se puso encima de Mandy e hizo el 69 con ella, al tiempo que la hija de Lupe tocaba la piel de la afroamericana con su picana eléctrica, haciendo que está se retorciera de dolor y de excitación.
Luego de mucho sexo oral, las chicas del Harem se pusieron unas cinturongas, las cuales tenían consoladores enormes, Lupe se acostó boca arriba sobre la cama, y Gloria y Nina agarraron a Mandy.
“¡Piedad, por favor!” exclamó la afroamericana, temblando de miedo y de la lujuria.
“¡No mereces ningún tipo de piedad, zorra! ¿Qué piedad has tenido con Jake?” exclamó Gloria, mientras ella y su hijastra metían el consolador de la cinturonga de Lupe dentro del coño de Mandy “¡Ahora cállate y sufre!”
“¡Mierda, es demasiado grande!” grito la afroamericana, mientras Lupe se la cogía.
“¡Y es solo el inicio!” grito Gloria ñ, mientras metía su consolador dentro del culo de Mandy.
“¡Puta madre!” grito Mandy, mientras era penetrada por el culo y por el coño al mismo tiempo.
“¡Que escandalosa eres!” exclamó Nina, mientras metía el consolador de su cinturonga dentro de la boca de la afroamericana “¡Mejor usa esa boca de mierda para algo útil!”
Durante un buen rato, Mandy fue penetrada por todos sus orificio, al tiempo que las chicas del Harem la azotaban con látigos y la tocaban con la picana. Cada cierto tiempo, las mujeres cambiaban de lugar para que todas pudieran disfrutar de los agujeros de su víctima, y las tres se la cogían tan fuerte como podían.
Al rato, tras finalizar el gang bang lésbico, Mandy se desplomó en la cama, completamente agotada, y con el coño todo mojados debido a que había tenido un orgasmo.
“Creo que ya es hora de ir acabando” dijo Lupe “¿Listas para el gran final?”
“¡Me parece bien!” exclamó Nina, mientras ella y sus madres le metían los consoladores de sus cinturongas dentro del culo a Mandy.
“¡No, por favor, basta!” grito Mandy, excitada, mientras sentía como los tres consoladore le penetraban el ano al mismo tiempo “¡Les juro que dejaré en paz a Jake y jamás lo volveré a molestar!”
“¡Yo sé que no lo harás pero, de todas formas, te romperemos el culito para que no olvides lo que te pasará si vuelves a meterte con nuestros hombre!” exclamó Gloria, mientras ella, su esposa, y su hijastra tenían sexo anal con la afroamericana.
Tras romper el culo de Mandy, las mujeres liberaron a la afroamericana y, como está estaba con el culo tan adolorido, le dieron un par de muletas para que pudiera caminar.
Al regresar a su casa, las mujeres se encontraron con Jake, le contaron todo lo que le habían hecho a Mandy, y este se puso nervioso.
“¿Cómo se les ocurre hacer eso?” pregunto Jake, preocupado “¡Ahora Mandy le contará a todo el mundo que tengo un Harem incestuoso!”
“¡No te preocupes porque si esa puta sabe lo que le conviene, mantendrá la boca cerrada!” exclamó Lupe.
“¡Se lo merecía por meterse con el hombre del Harem!” exclamó Gloria.
“Y que entonces sirva como lección a ti también, Jake” dijo Nina “La próxima vez que alguien te moleste, dinos quien es, y nosotras nos encargaremos de que te deje en paz”
“¡Recuerda que nadie tiene derecho a abusar de ti… salvó nosotras!” dijo Lupe.
“La verdad… les agradezco lo que han hecho por mi” dijo Jake, con una sonrisa “¡Se siente bien tener una familia y un Harem que te proteja!”
“¡Si, muy lindo y todo, pero es hora de volver a la rutina habitual!” exclamó Gloria, mientras levantaba a su hijo como si fuera un saco de papas” ¡Te recuerdo que hoy es mi día, y aún tengo ganas de coger!”
“¡Bueno… supongo que este es el precio a pagar por tener una familia tan buena como está!” pensó el joven, mientras su madre lo llevaba al cuarto.
![]()