La rubia del jueves a la noche (Parte 1)

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T. Lectura: 2 min.

Esta es mi historia:

Ocurre día jueves 12 h por la noche volvía a mi casa, la vi sentada en una esquina rubia alta piernas perfectas mini muy corta blanca top, hermosa de cara no tipo angelical si no más desafiante. Bajé la ventanilla  y cuando la vi de cerca me impactó y obvio le dije que suba, nos dirigimos hacia un lugar donde yo trabajaba en ese entonces y bueno todo comenzó.

Empezamos a tocarnos y yo saqué mi pene de 15 x 5, lo introduje dentro de su tanga, luego empecé a frotarlo con el de ella que era de gran tamaño y como era de esperar los dos tuvimos una erección yo más rápido que ella, la miré y sin decir nada con la mirada nos empezamos a besar lo que me excito mucho más.

Ella me dijo espera un segundo, se bajó su tanga y entonces vi la perfecta combinación su pene, no lo medí, pero a juzgar por lo mío, más de 20 cm con una vena que lo atravesaba como un arroyo Seguimos haciendo lo mismo y yo empecé con los pies quietos a girar de izquierda a derecha mi cintura ella al darse cuenta tomo con su mano derecha su pene y comenzó a pegarme en el cachete de mi cola para que de el giro completo y quedar frente a mi cola con su pene que rápidamente empezó a frotarlo sobre mis nalgas y abrir mis cantos para apoyar su cabeza sobre mi ano.  

Yo me giré y seguimos con el mismo juego ella insistió y volvió a pasar lo mismo en dos oportunidades más, hasta que le dije: “qué lindo pito que tenés” sin darle tiempo a una respuesta me agaché un segundo y lo besé justo en el medio, ella se sonrió muy pícaramente y me dijo “te gusta”, dije “sí”.

Ese beso fue mi debut con un pene, pregunté si podía besárselo más, sonriendo me lo dio a entender.

Le pedí apagar la luz para hacerlo, me agaché como tantas otras veces me lo habían hecho a mí con la diferencia que en ese momento la perra era yo y no me importó, me encantó, comencé a chupárselo, toda mi cabeza se concentró en eso, pero sin darme cuenta yo me estaba masturbando y sin querer acabé sobre sus medias y uno de sus zapatos, ella hizo un gesto, no le gustó, pedí perdón estaba muy concentrado.

Este episodio dio final a mi primer encuentro de cuatro con ella. Pasaron varios años y lo sigo recordando, ahora lo quiero compartirlo con ustedes. Todo lo que conté lo hice con total sinceridad como sucedió. Un beso.

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