Salí del baño después de terminar de lavarme y limpiar el arnés, pasé por el dormitorio y deje el arnés sobre la cama, fui donde estaba Gaby, ella recostada sobre el sillón, yo me arrodillo en el suelo, ella me mira y me dice beboteando “tardaste mucho amor”, yo acariciándole la cara le respondo “ya estoy aquí mi amor”, y le doy un beso. Antes que ella me diga algo le comento.
Yo: Quisiera tomar un café, el tiempo contigo no importa, me olvido de todo.
Salí del baño después de terminar de lavarme y limpiar el arnés, pasé por el dormitorio y deje el arnés sobre la cama, fuí donde estaba Gaby, ella recostada sobre el sillón, yo me arrodillo en el suelo, ella me mira y me dice beboteando “tardaste mucho amor”, yo acariciándole la cara le respondo “ya estoy aquí mi amor”, y le doy un beso. Antes que ella me diga algo le comento.
Yo: Quisiera tomar un café, el tiempo contigo no importa, me olvido de todo.
Gaby: me pasa lo mismo, ven vamos a la cocina, te muestro donde están las cosas y tú lo haces.
Ella me iba indicando dónde estaban las tazas, cucharas, puse agua a calentar, en un mueble abajo estaba el café, me agache a tomarlo, en ese momento Gaby me toca la cola. Es cuando le digo: “oye, ¿ crees que si me tocas así es fácil?”, ella riendo me responde, “estás mojadita Andre”, le respondo “si boba, me tienes loca”, y tocándole a penas la conchita le respondo “tú tampoco te quedas atrás” y ambas nos reímos.
Se hizo el café, lo sirvo, y nos sentamos en la cocina, a todo esto, ambas estábamos completamente desnudas, tomamos un sorbo de café y surge este diálogo:
Yo: Que raro esto.
Gaby: que es raro cariño.
Yo: que las dos estemos cruzadas de piernas en la cocina, tomando café, en pelotas mi amor. Ambas no podíamos parar de reir, Gaby casi escupe todo el café, lo que me causó más gracia.
Gaby: eres increible, te quería preguntar, ¿tu donde vives alquilas?.
Yo: Si, ¿por?… joder que te traes entre manos.
Gaby: ¿por qué no vienes a vivir conmigo?, este departamento es mío.
Yo: me le quedo mirando, los ojos se me ponen brillosos.
Gaby: no vas a llorar otra vez no.
Yo: casi jajaja, me da miedo.
Gaby: ¿miedo de que?
Yo: nosotras nos vemos los fines de semana, y lo pasamos regio, tengo miedo que la rutina y la convivencia del día a día se vaya todo a la mierda.
Gaby: te entiendo, pero según la psicología tenemos que salir de la zona de confort, tenemos que arriesgarnos, además voy a usar palabras tuyas, algo así como, si calientas el agua y el mate no lo tomas el agua se enfría.
Yo: ¡¡¡mierda…!!! No salgo de mi asombro. Okey, te voy a proponer algo, me encanta lo que dices, ¿que tal si antes no convivimos una semana?, para probar nuestras maneras de hacer las cosas, detalles de todos los días, podríamos corregir cosas de una y otra, y luego si, vendría a vivir contigo, y otra cosa más, vamos a ir a ver a mi familia, te presento y vemos que pasa con eso. Igual diga lo que diga mi familia con vos voy a cualquier lado.
Gaby: me parece perfecto.
Yo: se me está ocurriendo algo, probamos esta semana en convivir, y el fin de semana que viene vamos a ver a mi familia, ¿que dices?
Gaby: me acabas de dar la mejor noticia.
Yo: voy a tener que vender heladera, lavarropas, sillón y la cama, ah y la mesa con las sillas.
Gaby: si estás tranquila, no te vuelvas loca, yo te ayudo en todo lo que necesites.
Yo: ya se amor, ¿aquí tienes otro dormitorio?
Gaby: si, ahora te muestro, y podríamos poner algo o usarlo de alguna manera.
Yo: okey, ¿me acompañas a casa a ir a buscar ropa para la semana?, a otra cosa, yo tengo el auto, ¿tu tienes asignado estacionamiento en el departamento?, sería bueno así el auto no quedará en la calle.
Gaby: si Andre, no hay problemas con eso, iremos juntas al trabajo.
Yo: si mi amor, seremos inseparables. Me acerco y nos besamos.
Ambas nos vestimos, estábamos totalmente desnudas, salimos a la calle tomadas de la mano, igual serían unas pocas cuadras, llegamos a mi casa, le pedí a Gabriela que me ayude, que mire en la heladera si había comida que pueda echarse a perder, mientras yo en una valija, pondría ropa para una semana.
Una vez que terminamos de juntar todo, cargamos todo en el auto, nos besamos, y salimos para el departamento de Gaby, cada cosa que hacemos nueva, es como dar un paso adelante en nuestra relación, y para celebrarlo nos damos un beso, parece algo estúpido pero nos gusta y lo disfrutamos. Ya en el departamento acomodamos todo, Gaby me ofreció un placard vacío en la otra habitación, momentáneamente hasta saber cómo sería la convivencia, una sorpresa que no sabía, Gaby había hecho una carne al horno:
Yo: eso huele riquísimo, si cocinas así vamos a volver al gimnasio, nos vamos a poner como cerdas.
Gaby: jajaja no es para tanto.
Yo: ya vengo y te ayudo a preparar. Fui al dormitorio y saqué de la valija, un camisolín transparente negro anudado a penas a la altura de las tetas, sin corpiño, y con un cola less negro, me pinte los labios con un color rojo, me recogí el pelo con una hebilla y salí así como si nada. ¿En que te ayudo amor? Cuando Gaby se dio la vuelta trastabilló, largo los cubiertos.
Gaby: ¡¡¡Joder…!!! me quieres matar o qué?
Yo: haciéndome la tonta, “que pasó estás bien”.
Gaby: eres terrible Andre, por Dios, y esto recién comienza.
Yo: jajaja, has dicho lo correcto, esto recién comienza jajaja. Esto te pasa cuando aquella tarde me dijiste, y te recuerdo tus palabras, “yo tengo un asunto contigo, estoy enamorada de ti” jajaja, lo recuerdas.
Gaby: hija de puta, si que me acuerdo, como olvidar, ven, y no me arrepiento tontita. Nos besamos.
Yo: solo que hay un problema amor.
Gaby: ¿cual?
Yo: si no cuidas lo del horno la vamos a cagar.
Gaby: ¡¡¡Joder…!!! tienes razón
Yo: jajaja. Para que sepas esta ropita la estoy estrenando contigo, ¿te gusta?
Gaby: me encanta mi amor, no esperaba tanto, me calientas sabelo, tengo un océano allá abajo.
Yo: a pura risa, con la mano en la boca.
Nos pusimos a cenar, y ultimar detalles de cómo sería la semana, nos pusimos de acuerdo cuando ducharnos cada una, yo lo haría por la noche, a la salida del trabajo pasaremos por el super, repartiremos los gastos.
Terminamos de cenar, levantamos y lavamos todo, y nos fuimos a la cama, desanude el camisolin, mis pezones deseosos de ser lamidos, me solté el pelo, y deje caer la tanga, Gaby me extendió los brazos, para recibirme, nos comimos la boca, con la pierna toque su vagina, era un río, me puso de espaldas, masajeo las tetas, como pude en un hilo de voz le digo, “hagamos un 69 amor”, por Dios, el mas rico que había hecho. Agitadas terminamos las dos, y Gaby me dice “será mejor que nos pongamos a dormir, sino mierda nos levantamos mañana”, fue un fin de semana intenso pero bonito, en eso coincidimos.
La semana fue transcurriendo lo más bien, quedamos el próximo sábado, ir a visitar a mi familia, y presentar a Gabriela como mi novia. En eso llega el viernes, mientras trabajo, me llega un mensaje de whatsapp, levanté la vista y Gaby no era, estaba a pleno, me dije, “joder quien mierda es”, miro y era un número no agendado, y el mensaje era de Veronica, la hermana de Gabriela, si me podía juntar con ella, Mierda dije. Me levanto del escritorio y le digo a Gaby, “te invito un cafe”, ella me responde “ve tú, a ver si puedo terminar esto”
le aprieto el brazo, y hablando entre dientes con los ojos casi afuera le repito, “joder que te invito un café”, Gaby no entiende nada, “que paso”. En la máquina de café le explico lo de la hermana, la respuesta fue, “que hincha pelotas, que carajos quiere”
Yo: shhh baja la voz, tranquila, salimos de acá del trabajo, vamos a casa, a tu departamento, perdón, me cambio la ropa, y la voy a ver allí al bar donde me dice, vos tranquila no te vuelvas loca, no pasa nada.
Gaby: okey.
Yo: estamos en el trabajo, sino te daría un beso, y le guiño un ojo.
Terminamos de trabajar, salimos rápido, en el auto, hablamos de la hermana de Gaby, no sabemos qué se trae entre manos, llegamos al departamento, me puse un jean, una blusa, y unas zapatillas, me puse algo de perfume le di un beso a Gaby y le dije “tranquila mi amor, todo va a estar bien”, ella me miró con ojos algo preocupados.
En el bar, me encontré con Verónica, esta vez me saludó con un beso en la mejilla, buena señal pensé, pedí un agua mineral.
Verónica: Gracias por venir Andrea, no te preocupes seré breve, nada de qué preocuparse; en estos días luego que nos vimos el domingo, fui reflexionando en la relación tuya con mi hermana, yo a ella la conozco, y vi como habla de ti, te ama Andrea, aunque a mi me resulte rara la relación, la acepto profundamente, nunca la vi así a mi hermana, y me deja tranquila que después de lo que pasó, ella está en buenas manos.
Yo: Gracias Verónica por tus palabras, no sabes lo bien que me hace escuchar eso, y le tomé la mano sobre la mesa en señal de agradecimiento, le comento me haces emocionar, tu sabes.
Verónica: si lo se, eres una buena mujer, si quieres llorar puedes hacerlo.
Yo: jaja, descuida
Verónica: quiero decirte que puedes contar conmigo en lo que necesites, transmite estas palabras a Gabriela, seguro que me debe estar maldiciendo.
Yo: jajaja.
Verónica: lo se, soy su hermana y la conozco, y dile que me venga a ver, no tenemos que pelear por esto, somos familia.
Yo: descuida le diré, entre nosotras no hay secretos, yo tambien tuve malas experiencias, no tan extremas como Gaby, tampoco somos pendejas para andar jugando, estamos viviendo algo hermoso, descuida que también todo nos parece raro; me confieso contigo, tuve experiencias lesbicas sin ser lesbiana, como un juego, o porque se dio, con hombres tuve mas experiencias, nadie, pero nadie, me dio la oportunidad de seguir, jugarse por algo, ser pareja, todo era pasar un rato, no me arrepiento de nada, me encantó lo que pasó, pero como mujer siempre soñamos con algo, nunca pasó, hasta que apareció Gabriela, no se si me entiendes.
Verónica: te entiendo, soy mujer y se a que te refieres.
Yo: descuida que con Gaby, ambas estamos viviendo algo difícil de expresar en palabras, ambas estamos enamoradas, pero decirlo en palabras es muy pequeño.
Verónica: entiendo perfectamente, y no sabes lo que me alegra escucharte. Y gracias Andrea, si lo deseas agenda mi número, y en lo que pueda ayudar y colaborar, pueden contar conmigo y mi marido.
Yo: Gracias infinitas Verónica.
Nos despedimos, subí al auto, con una alegría inmensa, no veía el momento de verla a Gaby y contarle la buena noticia.
Espero que les haya gustado.
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