Hola amigos, empezaré a contar esta serie de historias de hecho reales que me han pasado, todo es completamente real y antes de empezar me describo, mi nombre real no lo pondré, pero si diremos que me llamo “Daniel” soy un hombre que gusta de vestirse con ropa de mujer, me considero trasvesti, pero de closet, cuando visto de mujer me gusta llamarme “Diana” mi actual pareja sabe de mi gusto y lo acepta no está de acuerdo con que me vista de mujer en nuestra intimidad o sea que en casa se puede decir que soy heterosexual completamente.
Tengo 35 años y vivo en la ciudad de México, soy de complexión delgada peso aproximadamente 60 kilos y mido aproximadamente 1.65 m, de piel apiñonada y de fracciones normales, no me considero guapísimo pero tampoco una grosería a la vista, tengo una verga normal de 16 cm (no todos tenemos super penes) y como siempre me ha gustado realizar deporte tengo un pequeño culito muy redondo y duro.
Como muchos travestis empecé desde adolescente a descubrir mi fetiche por la ropa interior de mujer, al principio le robaba su ropa a mis primas, tías, algunas amigas y ya más grande a mis novias, actualmente al vivir con mi esposa uso algunas prendas de ella pero mayormente tengo mis propias prendas la mayoría compras en línea aunque de vez en cuando me atrevo a ir a tiendas físicas.
Al vestir de mujer me considero no tan atrevida ya que prefiero usar calzón o cachetero más que tangas, aunque tengo mucha ropa. Como a mi esposa no le molesta tengo aproximadamente 60 prendas íntimas más unos 20 bras diferentes aparte de medias, faldas, vestidos, blusas mayores.
Ahora si vamos a la historia, todo empieza hace aproximadamente 7 años cuando estaba desempleado, soy ingeniero, había salido de mi anterior trabajo por reducción de personal por lo cual me liquidaron bien y pude darme el tiempo de buscarme un buen trabajo en una empresa reconocida, después de mandar algunos CV me llamaron a varias entrevistas nada sobresaliente así que me daba tiempo de escoger el trabajo que me gustara.
Un día miércoles me llamaron de una importante empresa de transporte, me platicaron sobre la vacante la cual sonaba muy bien, buen sueldo, prestaciones superiores a la de la ley, plan de crecimiento pero era necesario viajar de vez en cuando con lo cual no tenía problema, entonces me citaron a una entrevista inicial en sus instalaciones al norte de la ciudad.
Llegó el día de la entrevista me prepare, tenía listo mi traje, tome un baño y aproveché para depilarme ya que tenía unos días sin hacerlo y ya se me notaba el bello, una vez fuera del baño empecé a arreglarme pero mientras lo hacía pensé en ponerme una conjunto de tanga y bar negros bajo mi ropa pero como no sabía si tardaría mucho me decidí por algo más cómodo me puse un calzoncito de mujer tipo biquini color morado con el cual me sentía muy cómoda y sexy a la vez, después me vestí normal con mi traje al salir de mi casa iba muy excitado por llevar esa prenda.
Al llegar a la empresa deje de pensar en la ropa que llevaba puesta y me concentré en dar lo mejor de mí; llego con la señora de recursos humanos, una mujer muy grande de nombre “Carolina” se podría decir que era una abuelita yo le calculo que te tendría unos 60 o 65 años, a pesar de esto era muy guapa, llevaba un vestido rosa holgado rosa con estampado de flores bastante corto para una señora de su edad, unos tacones color hueso altos y muy arreglada en su persona, realmente impecable y se veía muy bien.
Me impresionó lo bien que se veía y lo buena que era en su trabajo ya que desde que empezamos la entrevista era muy puntual con sus preguntas, hasta cierto punto me callo bien la señora ya que era agradable, todo era normal como cualquier otra entrevista hasta que empezó un cuestionamiento bastante intenso por parte de la reclutadora pero hasta ahora todo seguía siendo normal hasta que me comentaron que por política internas de empresa no se permitían tatuajes grandes ni el consumo de sustancias por lo cual me harían una revisión y un antidoping.
Supuse que tendría una segunda entrevista en algún consultorio o laboratorio donde me harían las pruebas, pero para mi sorpresa me pidió que la acompañara al área de enfermería donde llenarás la muestra del antidoping y donde revisaremos si tienes tatuajes, me congelé cuando recordé la ropa interior que traía puesta y que seguramente me pediría que me desvistiera, esperaba con todo el alma que me pidieran que me desnudara completo a verme con mis calzoncitos de mujer.
Mientras caminábamos hacia la enfermería decidí inventarle que yo no había tomado agua y no tenía ganas de pasar al baño pensando que esto me ayudaría a lo cual me dijo que me daría una botella de agua y mientras esperábamos a que me dieran ganas haríamos la revisión de tatuajes y llenaríamos datos médicos para el expediente, le comente que no me sentía cómodo sin la enfermera ya que soy muy penoso a lo que me dijo que la enfermera estaba de incapacidad y tardaría un semana en regresar y que no podían esperar tanto tiempo para contratar a alguien, en ese momento pensé en mejor retirarme ya que cuando me vieran con ropa de mujer no me darían el trabajo.
Al llegar a la enfermería abrió la puerta, era un cuarto pequeño con un escritorio, una camilla, un estante donde guardaban los insumos médicos y un biombo, de inmediato me comentó Carolina que el día de hoy la enfermera no se había presentado a trabajar pero que ella haría la revisión, entonces abrió un cajón y saco un formulario el cual empezó a llenar con mi datos, después de estante sacó un frasco para la muestra del antidoping y me lo entregó.
En cuanto me lo dio me dijo que pasará detrás del biombo y que me desvistiera y me quedara solo en ropa interior y que llenará el frasco, pase a donde me indico y yo moría de nervios, no sabía que pretexto utilizar para no desvestirme, le hacía plática para ganar tiempo pero llego un momento en el que me indico que saliera que no podíamos demorarnos más, respire profundo, me arme de valor y salí enfrente de ella con mi calzón de mujer morado que apenas me tapa mi pene que por lo nervios en ese momento era diminuto.
Carolina abrió los ojos tan grande como pudo, no esperaba verme así, se notaba en su cara la sorpresa, se quedó callada un instante y cuando pensé que me insultaría o me correría pero continuó con la entrevista como si nada, me pidió que me diera vuelta para poder buscar tatuajes, pasaron un par de minuto y yo empezaba a sentirme más cómodo, ella no se notaba nada alterada y de pronto estábamos platicando sobre mi ropa y mis gustos pero un tono personal ya dejando la entrevista de lado.
C: Daniel aquí no juzgamos a nadie por sus gustos personales
D: Es un gusto saber eso, ahora me siento mucho más cómodo
C: Estamos muy interesados en tu perfil, ya solo necesitamos que te autorice el sub director de le empresa y ya podrás presentarte a trabajar
D: Eso sería increíble, ¿cuándo tengo que hablar con él?
C: ahorita mismo, ya le pasé tu información no debe de tardan en llegar
Me quede super sorprendido no esperaba eso, no imaginaba que proceso fuera tan rápido, pero antes de que pudiera pensarlo más tocaron a la puerta, de inmediato abrió la puerta Carolina y dejo pasar al Subdirector el señor Raúl, era un señor ya mayor aproximadamente uno 50 años de bajo estatura aproximadamente 1.60m y algo regordete yo calculo que unos 80 kg.
Se acercó a mí a saludarme, sin poder hacer nada mas me puse de pie y me acerque a él, antes de saludarme me vio de arriba a abajo sin dejar de ver mis calzones, me saludo de mano y lo primero que me dijo fue:
R: Te queda muy bien tu calzoncito, te ves muy bien
D: Gracias, pero no es mío es de mi esposa
R: ¿Y por qué lo traes puesto?
D: Lo que pasa es que nuestra lavadora esta descompuesta y no hemos podido ir a la lavandería por eso tuve que usar hoy unos de ella
R: Sabes no te creo, en verdad te queda bien, hasta parece que son tuyos, dime la verdad ¿son tuyos?
D: No, en verdad son de mi esposa -le conteste con la voz temblando de la pena
R: Pues que lástima porque en verdad se te ven muy bien
D: Gracias pero no son míos
R: Señora Carolina y de verga que tal está el muchacho -refiriéndose a mi
C: Pues no lo he checado señor pero desde que se quitó su pantalón no se le nota mucho, lo que si se alcanza a asomar son un par de huevos bien depilados señor
R: Muy bien pues entonces llego a tiempo para poder supervisar el tamaño de nuestro colaborador, Daniel por favor sin quitarte tu ropa muéstranos tu pene por favor -no podía creer lo que estaba escuchando, el subdirector me estaba pidiendo que le enseñara mi pene, una parte de mi está sumamente apenado pero mi lado femenino está empezando a calentarse y querer que esto continuara hasta el final así que sin dudarlo y de un solo movimiento me saque la verga con todo y huevos son quitarme el calzón, observe como el señor Raúl se mojaba los labios con su legua como saboreando mi pequeña verga.
R: Muy bien, está bien depilado y es bonito pero es pequeño, ¿ese es todo tu tamaño o aún crece más?
D: Aun esta dormido, es más grande
R: Pues anda despiértalo, quiero verlo en todo su esplendor
D: perdón es que estoy nervioso
R: Anda no tengas pena de nada
Justo al terminar de decir eso el señor Raúl se incorporó y tomo mi pene con su mano para empezar a masturbarlo, era una sensación muy rica pues hasta ese momento ningún otro hombre había jugado con mi verga.
Rápidamente empezó a crecer y sin decir nada más el subdirector acercó su boca a mi glande y empezó a lamer mi cabeza, lo hacía con un bastante fluidez, se notaba que no era el primer pene que tenía en su boca, yo está gimiendo del placer cuando de la nada se introdujo mi pene completo en la boca, él se atragantaba con mi miembro, lo comía de arriba abajo yo estaba un mar de placer, disfrutaba tanto la rica mamada que me estaba donde mi futuro jefe que olvidé que estaba en la empresa y no en mi habitación, pasaron uno 4 minutos hasta que el subdirector saco mi pene de su boca dejándolo lleno de su baba que le dijo Carolina.
R: ya puedes retirarte Carolina, yo lo sigo atendiendo
Estaba tan entrado en el placer que me estaba donde que olvide por completo a Carolina quien tomó sus cosas y antes de retirarse me entregó un condón para después salir de la habitación y dejarnos solos.
R: Bien Daniel ya me quedó claro que tienes una buena verga ahora quiero ver si sabes usarla
Apenas terminó de decir se quitó su ropa y fue cuando pude ver que debajo de su elegante traje lleva una un conjunto de tanga con brasier color blanco completamente transparente el cual dejaba ver su pequeño pene que ya estaba completamente erecto, yo calculo que sería aproximadamente 7 o 8 cm.
Sin decir ni una sola palabra camino hacia la camilla y se recargo hundiendo su cabeza en la pequeña almohada que tenía ahí dejando a mi merced su culo, nunca antes había penetrado a un hombre pero a estas alturas estaba tan caliente que no lo pensé dos veces, tomé el condón que me dejo Carolina me lo puse y me acerque a él, tome su pequeña tanga y solo hice hacia un lado, coloque mi miembro justo en la entrada de su ano el cual se sentía caliente como pidiendo a gritos que lo abriera, le puse saliva a mi pene y empecé a hacer presión, me sorprendí pues logre penetrarlo con cierta facilidad entonces entendí que a diferencia de mí que no tenía mucha experiencia el señor Raúl practicaba constantemente la penetración anal.
Una vez que mi cabeza se había abierto camino por su rico ano comencé a introducir todo mi pene hasta que mi huevos chocaron con su culo, Raúl soltó un gemido de placer y me pidi que le diera todo y así fue empecé con un meta sacó muy riguroso, de pronto aumentaba mi velocidad y después disminuía, de en vez me deja ir todo hasta estrellarse con su culo, parecía la escena de una peli porno, yo con calzoncitos de mujer dándole una rica cogida a un hombre que traía su tanga de lado y mientras lo penetraba con fuerza él se masturbaba, continuamos así por unos minutos hasta que sin decirle nada más termine eyaculando en dentro de su cola.
Me quede ahí quieto unos segundos hasta que saque mi pene ya flácido, cuando el subdirector se incorporó me dijo:
R: Daniel el trabajo es tuyo, tienes una verga deliciosa pero aun eres inexperto en el arte de tratar una damita como yo pero tranquilo ya te iré enseñando a complacer señoras con pene como yo.
Pasa con Carolina ella te entregará tu contrato y te ayudará con el proceso de admisión, por cierto, aunque en tu contrato no estará escrito queda entendido que diario tendrás que usar lencería de mujer y si para evitar que tengas problemas con tu esposa podrás dejar ropa en tu oficina.
Terminó de vestirse y se fue como si nada hubiera pasado.
Todo lo que cuento fue real amigos, si les gusto o tienen cualquier comentario no duden en dejar sus comentarios o escribirme un correo con gusto los leeré.
Pronto subiré otros relatos de como seguí cogiendo con mi jefe y otras experiencias que he tenido.
![]()
Dónde llevo solicitud para un trabajo así?
A mí me gusta mucho usar lencería y ropita de mujer a escondidas.
Cuando salgo a la calle uso mi lencería bajo la ropa de hombre y me excita todita.
Por favor escribe la continuación que quiero masturbarme leyendo el relato.
uyyyy yo quiero tambien aplicar para ese trabajo
Sería padre poderte conocer y compartir gustos yo vivo al norte pero me puedo mover a algún lugar
Te as de ver hermosa y sabrosa me encantaria conocerte tambien soy de ciudad de mexico