Mi hermosa esposa y yo llevamos 10 años juntos, cuando tenemos sexo siempre es muy rico y mientras la penetro me susurra al oído libremente sus fantasías y yo las mías.
Hemos coincidido que a mí me gustaría verla culeando con un moreno y a ella le gustan los morenos, aclaro que ya cumplimos una fantasía que era hacer un trio HMH, y esa experiencia se las iré contando después, pero ahora quería un moreno y yo en la cama.
Casualmente tenía varios amigos morenos que laboraban en diferentes áreas de los negocios donde me muevo, y comencé a ver perfiles para ver quien se acomodaba a la fantasía.
Mi esposa es una mujer sensual, voluptuosa con un culo hermoso, una cara y un cabellos perfectos y unas tetas deliciosas, sabía que no cualquiera estaría allí dándole su leche.
Analizando sus gustos sabía que el moreno debía ser corpulento, alto, y de buen porte y así recordé a Jack un amigo moreno que conocía de hace tiempo y en ese momento era quien manejaba la seguridad de un sitio de rumba importante en mi ciudad.
Decidí una noche invitarla a salir y sin decirle nada fuimos precisamente a donde estaba trabajando Jack esa noche, con anterioridad le hablé por teléfono, le dije que iría con mi señora y que nos reservara una mesa para tres.
Al llegar al sitio nos encontramos, nos saludamos y vi el brillo lujurioso que tuvo al ver a mi esposa en su vestido corto, tacones, piernas gruesas y un culo redondo, Jack no disimuló nada al presentarla, se vio el gusto que le despertó, ella un poco más discreta también sonrió y yo que la conozco sé que le agradó.
Al llegar a la mesa Jack nos acomodó y con curiosidad me dijo al oído, “separé mesa para tres, ¿pero son solo los dos?” yo me reí y le dije que la otra silla era para el para que nos acompañara, Jack se fue a terminar unas labores y nos dijo que volvería al rato, al irse mi esposa se quedó observando de arriba a abajo al moreno, le había gustado:
-No sabía que tenías un amigo moreno
-De hecho, tengo varios, -le dije- pero este es el mejor
-ufff -exclamó-, querido si está, y que tal será para… -me preguntó de manera picarona
-Pues vamos a probar -le dije
Comenzamos a tomar, a bailar salsa, esa noche mi esposa era la reina de la pista, todos miraban ese culo delicioso que se le marcaba con el vestido azul, sus piernas eran precisas para esas nalgas y ese cuerpo.
Antes de llegar Jack a la mesa le dije a mi esposa que coqueteara y se insinuara con Jack y que si todo salía bien nos iríamos a un sitio más privado a terminar la noche.
Jack regresó a la mesa charlamos y no dejaba de mirar a mi esposa que estaba en medio de él y yo “ve a bailar, le dije, disfruta de esta hermosura”, Jack tuvo una risa nerviosa, pero de inmediato salió a la pista a bailar.
Mi esposa acato la orden de ser coqueta al pie de la letra, y desde la mesa observaba como acercaba su cuerpo a su bulto que se le notaba crecía dentro del pantalón, pasaron dos canciones y al volver a la mesa mi esposa dijo que iría al baño, desde allí me escribió por WhatsApp que estaba muy caliente, que como estaba Jack.
Cuando Jack se sentó brindamos, su pantalón había cambiado de forma, era evidente que venía una erección en camino y no era para menos.
-Que linda es tu esposa te felicito
-La tienes a la orden y es en serio
-Huy no me digas eso que te creo
-Seguro que si, -le dije- ¿no te gastaría irnos a culear los tres?
Jack rio nervioso.
-¿en serio?
-Claro es en serio.
De inmediato le escribí al WhatsApp a mi esposa y le dije que se quitara las bragas que traía debajo del vestido y se las diera a Jack cuando llegara
-Mira, -le dije a Jack- si ella te da ahora las tangas que tiene puestas será la invitación para irnos los tres a otro sitio.
Jack no podía creer lo que le decía y su risa nerviosa continuaba.
Mi esposa regresó del baño, se sentó en medio de los dos, me dio un beso en la boca y me invitó a bailar y con su otra mano entregó a Jack las bragas que traía puestas.
Desde la pista mirábamos como el moreno olía la bragas de mi esposa al tiempo que se acomodaba la verga en el pantalón.
Mi esposa algo nerviosa y excitada me preguntaba que si le gustaba ella a Jack.
-Obviamente, sácalo a bailar y pregúntale por la bragas y dile que si vamos a otro sitio.
Sin sentarse en la mesa mi esposa sacó a bailar a Jack que aún tenía las bragas en las manos, me las entregó y se dispuso a bailar con ella.
Mientras también yo disfrutaba del olor de las bragas y miraba a la pista, me calentaba imaginando a Jack sobre mi esposa, penetrándola despacio.
Los tragos y las canciones pasaban, Jack ya más entrado en confianza y más desinhibido por el alcohol tocaba y acariciaba las piernas de mi esposa, la oscuridad de la discoteca permitió que metiera mi mano entre su mojada vagina mientras ella besaba a Jack y luego a mi.
-Bueno nos vamos, -les dije.
Ella miró a Jack quien afirmó de inmediato que si que conocía un sitio para ir los tres, mi esposa pasó su mano por el bulto de Jack, y por el mío y preguntó “¿qué me van a dar?” mientras apretaba las vergas que más tarde se iba a comer.
En el taxi nos sentamos cada uno a un lado y ella en el medio, los tragos ya nos tenían más calientes y cada uno besaba y tocaba a mi mujer, el hombre que conducía solo dejaba ver su asombro al ver en el espejo la escena.
Llegamos a un motel, escogimos una de sus mejores habitaciones y no era para menos, mi esposa muy caliente abrazó al moreno y comenzó a besarlo mientras me agarraba el bulto y me besaba también.
-Voy a llenar el jacuzzi -les dije.
Los dejé en la entrada mientras miraba el resto de la habitación y llenaba el jacuzzi con agua caliente, lo hice para que ella calentara más a Jack, sabía perfectamente que iba a hacer y cuando miré a la puerta, mi esposa de rodillas sacaba la verga negra y erecta de Jack, la tomó en sus manos, masturbó un poco mirando que ya salía algo de lubricante del pene del invitado, con su lengua lo rodeó en la cabeza y lo metió a la boca y comenzó a chupar el gran báculo negro de Jack que con los ojos desorbitados no daba crédito a lo que sentía.
Mientras veía en vivo y frente a mí la escena me quité la ropa, mi verga también estaba dura y tenía gotas de lubricante que indicaban la calentura y ganas que tenia de seguir viendo la mejor película porno del mundo, en la que la protagonista era mi hermosa esposa.
Me acerqué y puse mi verga al lado de la boca de mi mujer, ella la tomó con su manos y sin decir nada la comenzó a chupar y a lamer, su sueño se estaba cumpliendo, tenía en una mano una verga negra y en la otra una blanca, las dos de buen tamaño las dos para ella sola.
Jack se retiró y se quitó la ropa, yo abracé a mi esposa y la besé, su boca sabía al sexo de Jack y mío al tiempo, la tumbé en la cama y comencé a besar sus senos, eso la volvía loca.
Jack regresó sin ropa con una erección notable, mientras besaba los senos de mi amada le ofrecí señalando con mi mano la hermosa y jugosa vagina de mi esposa que para ese momento estaba hirviendo de placer. La lengua de Jack comenzó a moverse entre sus labios y su clítoris, sus manos morenas levantaban las dos piernas para tener con su lengua acceso al ano de mi esposa donde sin pensar introdujo su lengua para luego sacarla y chupar su vagina.
Yo enloquecía con la escena mientras besaba los senos y la boca de mi esposa, muy excitado me levanté, puse mi verga en la boca de mi esposa y con mis manos tomé sus piernas y las levanté y las abrí para permitir que Jack entrara en ella, dio dos, tres golpes sobre su humedad y comenzó a deslizar su miembro hacia la vagina caliente de mi esposa, sus gemidos no se hicieron esperar.
-Huy que rico, dale dale -pedía desesperada.
Jack embestía mientras con su boca chupaba los hermosos pies de mi esposa, me retiré de la escena y me senté a mirar como el moreno le daba placer a mi amada, luego de un rato acercó su cara y me preguntó que si la podía besar.
-Obvio -le dije mientras me hacia la mejor paja del mundo, es indescriptible el placer que sientes viendo a tu esposa disfrutar con otro.
Mi esposa lo besaba y le susurraba al oído:
-Quiero que me des en cuatro, ¿te gastaría?
El moreno sacó su verga de la vagina se puso de pie y la ayudó a sentar dejando su verga frente a ella para que ella saboreara sus líquidos luego de dejarle muy mojado su pene, se volteó y se puso en cuatro, mientras me llamaba para estar con ella. Me acerque y la empecé a besar mientras Jack la penetraba.
-Que rico amor, -me decía- gracias por esta velada.
Me senté, puse mi verga en su boca y al rato cambiamos, al hacerme atrás le chupé el culo, metí mi lengua para prepararlo para lo que venía y enseguida mi verga, muy despacio entró por su ano, sus gemidos de placer eran indescriptibles, su ano se dilató al punto de recibir todo mi miembro.
Jack se acostó en la cama, la tomó de la cintura y la sentó sobre su rígido miembro, las nalgas de mi esposa bailaban sobre esa gran verga morena que brillaba cada vez que entraba y salía de su cuquita. Ella se agachó más y besó a Jack mientras yo me acomodé y chupé su culo, veía muy cerca como el moreno con su miembro viril le daba placer y yo muy cerca preparaba su ano para entrar, la doble penetración llegó y con ella un sueño de mi mujer, ser penetrada al tiempo por dos vergas, sus gemidos de placer calentaban la escena.
-¿Quieres por el culo? -preguntó ella mientras se bajaba del cuerpo de Jack que de inmediato se paró, la tumbó en la cama, la puso de lado y con sus manos morenas abrió sus nalgas para meter la lengua y probar primero el culo que había mirado y tocado toda la noche en la disco.
Luego de pasar su lengua y saborear esa delicia metió poco a poco su verga en el culo de mi esposa que al sentir la cabeza dejó escapar un gemido de placer, nuevamente observé como la venosa verga del moreno desaparecía poco a poco en el delicioso ano de mi esposa, con ella de lado le tocaba y acariciaba sus senos, la besaba en la boca mientras su verga entraba y salía de su pequeño orificio.
Mi esposa al ver la cara de Jack mostrando placer como ninguno le pidió “lléname el culito de leche dale, dale”. La verga de Jack comenzó a bombear leche en el culo de mi esposa que no cabía de placer al recibir las desorbitada descarga, Jack sacó su verga y aun así seguía saliendo una blanca y espesa leche que bañó las nalgas y piernas de ella.
Al retirarse mi esposa se puso en cuatro y me invito a mí a seguir con la tarea. Yo me acerqué y con mi lengua limpié su culo lleno de leche de nuestro nuevo mejor amigo y luego penetré su ano con locura, después la volteé boca arriba, penetré su vagina y mientras soltaba mi líquido sagrado la besé para saborear la leche que nuestro amigo Jack le había dejado.
-Definitivamente el semen es el líquido de la felicidad -dijo mi esposa acercándose a Jack a besarlo y luego a mí.
El jacuzzi estaba caliente para ese momento y fuimos allí a descansar. Allí tuvimos el segundo round de esta maravillosa noche, la verga de Jack y la mía dieron placer esa noche a esa hermosa mujer que cumplía uno de sus deseos mientras yo descubría que sentía placer no solo de verla culear con otro si no de limpiar la leche del invitado con mi boca y penetrarla después.
Jack se convirtió en el gran amigo de la relación y llegaron con él nuevas experiencias que luego les iré contando.
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Delicioso relato, a mi esposo también le excita verme fallando con otros
Que relato más delicioso
Es delicioso ver coger a tu esposa con otro nuestro primer trío fue sin pensarlo sin planearlo solo se dió al calor de las copas penetrarla después de que otro le deposite su leche es una de las mejores experiencias y pas cuando bajas a mamarle su vagina con dos leches más sus jugos vaginales es de los nectar más deliciosos que se pueden probar en una sola noche prove el ser cornudo el probar leche ajena y fue delas mejores experiencias de la vida
Una delicia
Muy delicioso relato y más saborear la leche del otro que delicia
Es increíblemente maravilloso ver, escuchar a tu mujer pedir que le den más verga, ver cómo le entra y sale una verga que no es la tuya, en su vagina o en su culo, para luego y ya lleno de leche alguno de sus orificios meter tu miembro y sentir ese calor y ese liquido en toda tu verga, es sumamente morboso el practicar esos momentos. Los felicito por darse ese gusto y placer, yo he tenido la experiencia de ver a mi mujer con tres diferentes vergas darle placer y gusto
Impresionante, que buen relato , que bueno tener una mujer como la tuya dispuesta a gozar sin tapujos los felicito