Mi hijo pequeño y Vanesa la abuela de su amigo Pedro

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Mientras mi hijo mayor y yo, estábamos comenzando a desarrollar, de una manera muy confusa, planes para llevar a otras parejas al incesto, mi hijo pequeño, que hacía unos meses había cumplido los dieciocho años, seguía con sus aventuras, un sábado por la noche, más bien de madrugada, me aviso que no vendría a casa a dormir, sino que se quedaba con su amigo Pedro en casa de la abuela de este. Cuando varios días después pude quedarme a solas con él, esta fue la historia que me contó.

Esa noche fui con Pedro y algunos amigos más a una discoteca, Pedro bebió esa noche más que nosotros y en el momento de salir de la misma se encontraba claramente borrachos, nos dispusimos a llevarle a su casa, pero Pedro se opuso:

-No quiero ir a mi casa, si mi padre me ve así me da cuatro ostias, mejor llevarme a casa de mi abuela.

A nosotros nos daba igual, además ese señor si veía a su hijo así, igual se mosqueaba con nosotros también, así que aceptamos su idea, Pedro llamó por el móvil y le respondió una voz muy sensual, era la de su abuela Vanesa, cuando Pedro le pidió quedarse en su casa ella aceptó. Así pues, nos encaminamos a casa de la abuela de Pedro, al llegar vimos claro que Pedro no podía ir solo, y de otro lado estaba relativamente cerca de mi casa, así que quedamos con los otros amigos, que yo acompañaría a pedro hasta su destino y después me iría por mi cuenta a mi casa, tras esto ellos partieron.

Siguiendo las indicaciones de mi amigo nos fuimos a casa de su abuela, al llamar al portero automático, nuevamente, una voz muy sensual nos contestó y abrió el portal, subí a mi amigo en el ascensor, la puesta de la casa de su abuelos estaba entreabierta, cuando entramos me quedé sorprendido, me encontré con una mujer que apenas superaría los sesenta, pero me pareció muy sexy, además llevaba una bata transparente que dejaba a la vista una ropa interior de lencería muy sexy, cuando vio a su nieto dijo:

-Cariño, creo que te hace falta dormir la mona.

Y me condujo hacia una habitación con una cama individual, donde al parecer dormía Pedro cuando se quedaba en casa de sus abuelos, Pedro pregunto dónde estaba su abuelo, y ella le explicó que ese fin de semana se había ido de pesca con unos amigos, no dejaba de parecerme una estupidez que alguien se fuera de pesca teniendo semejante sirena en casa.

Tras dejar a Pedro tumbado en su cama ella me dijo:

-Muchas gracias por traerle cariño, y no te preocupes por él, va a dormir tranquilamente varias horas más.

Después me invitó a un café, yo me quedé sentado en el sofá, mientras ella iba a prepararlo volvió al poco tiempo y me lo trajo, en ese momento yo seguía contemplándola, no podía apartar mi vista de esas tetas grandes que tenía, ella me dijo:

-Perdona que os haya recibido así, me gusta ir arreglada para mi marido, pero como soy vieja el ya no me desea y prefiere irse con sus amigos en vez de quedarse en casa conmigo.

Le dije que me parecía una mujer esplendida y que si su marido no la sabía apreciar es que era sencillamente estúpido, ella me sonrió y me dio las gracias, después dijo:

-Gracias, cariño, eres muy galante, creo que tengo la calefacción muy alta, y tengo calor si no te importa me quitó la bata.

Y lo hizo quedándose en un conjunto interior de lencería muy sexy, creo que en ese momento ella se dio cuenta de que mi polla se había puesto durísima y dijo:

-Perdona, no pensaba que ver a una vieja como yo así te iba a excitar.

Se arrodilló ante mí y se puso a acariciarme la polla por encima del pantalón, después llevó sus manos a mis pantalones, me los desabrochó y de un golpe junto con el bóxer me los bajó, creo que sintió que yo estaba inquieto y me dijo:

-No te preocupes cariño, mi nieto cuando duerme la mona no le despierta nadie en muchas horas, podemos estar tranquilos.

Después se lanzó sobre mi polla y se puso a lamerla, mientras decía:

-Menudo pollón tienes cariño, casi el doble que la de mi marido y la suya esta siempre arrugada, en cambio la tuya está bien dura.

Con su lengua lamio mis huevos y poco después se la metió en la boca. Estuvo chupándomela un rato y debió de notar que miraba mucho sus tetas, puesto que sacándose mi polla de su boca se la metió entre ellas, aunque después volvió a chupármela, aunque parando un momento me dijo:

-No sabes el tiempo que llevo sin ordeñar una polla en condiciones, a mi marido le cuesta un montón correrse cuando se la chupo, y con una sonrisa pícara añadió, y a sus amigos también.

Y siguió chupándomela con toda naturalidad, se la notaba que tenía experiencia y con mucha hambre, parecía que era verdad que llevaba mucho tiempo sin comerse una en condiciones, no es extraño que me viniera rápido, ella no notó y se la sacó de esta manera mi leche fue a parar a sus maravillosas tetas, cuando deje de eyacular ella me dijo:

-Mi amor, hacía años que no veía tanta leche junta.

Pero, aunque viera que ella había disfrutado mucho así, yo no me conformaba con eso quería que esa vieja tuviera la mejor experiencia de su vida, así que cuando se puso de pie, me lancé sobre ella y arrodillándome ahora yo, la quité el tanga, ante mi vista apareció un coño delicioso y perfectamente depilado.

La senté sobre el sofá, la abrí bien las piernas y llevé mi cabeza hasta su coño, ella sorprendida me preguntó:

-¿Qué me vas a hacer, cariño?

Mi respuesta fue sacar mi lengua, la introduje en el interior de su coño y comencé a comérselo, tenía un sabor delicioso, ella al sentir mi lengua comenzó a gemir, mientras me decía:

-Cariño es la primera vez que me hacen esto en mi vida y es delicioso.

Mi respuesta no fue con palabras, mi lengua siguió lamiendo cada centímetro del coño de esta mujer maravillosa, sus gemidos se fueron intensificando hasta que se corrió y soltó una gran cantidad de líquidos, en ese momento me levanté y ella se sentó de forma relajada sobre el sofá, ella estaba completamente desnuda, yo estaba desnudo de cintura para abajo, pero yo quería mostrarme desnudo ante ella, así que me quité la camiseta, ella se me quedó mirando y dijo:

-Nunca hubiera pensado que hacer cosas con un chico de la edad de mi nieto fuera tan excitante, me dijo, pensaba que aún erais muy niños, pero viéndote y follando contigo se ve que ya sois hombres.

-Pues ya ves que somos hombres, y con ganas de follar con una mujer como tú, le respondí.

Y tras ello me fui hacia donde estaba ella, y la coloqué en la misma postura donde minutos antes la había comido el coño, pero esta vez hice que fuera mi polla, en vez de mi lengua, lo que se colocara a la entrada de su coño, y de un golpe se la metí.

-Pero querido, dijo ella, con todo lo que hemos hecho, y tu polla está a tope, desde luego los jóvenes tenéis mucha más potencia que los sesentones.

Me encantaba que lo reconociera y pensaba premiarla por ello, mi polla empezó a moverse dentro de ese coño tan apetitoso, mi deseo era volverla loca de placer, y oyendo sus gemidos parecía que lo estaba logrando, su coño era muy cálido, lo que había descubierto era propio de las mujeres muy calientes, sus gemidos fueron en aumento hasta que noté como se corría, en ese momento ella dijo:

-Gracias, mi amor, por este rato tan maravilloso que me has hecho pasar, pero por favor no te salgas, quiero que tu leche riegue por completo mi coño, tengo la impresión de que mi vida sexual comienza ahora.

Era eso lo que yo deseaba oír, así que seguí follandola de una manera salvaje, sus gemidos seguían siendo muy intenso, esa mujer se merecía todo, así que seguía moviéndome en su interior, hasta que ya no pude más, y tras un fuerte espasmo un montón de leche salió de mi polla y fue a parar al interior de su coño.

-Eres maravillo mi amor, esta noche estoy recibiendo más leche en mi coño que en los últimos diez años.

En ese momento me levanté de encima de ella y me puse de pie, ella se sentó de manera cómoda, y tras recuperarse un poco, se quedó mirando a mi polla y dijo:

-¿Qué veo yo?, Leche, hacía años que no veía tanta leche, no puedo consentir que se desperdicie.

E inclinándose un poco hacia delante llevó su boca hasta mi polla y con su lengua comenzó a lamer los restos de semen que se habían quedado en ella. Ante las caricias de su lengua mi polla reaccionó y se volvió a poner dura de nuevo, ella parecía impresionada, yo aproveché y le dije:

-Pues el sueño de esta polla es follar a una mujer como tú en una postura muy concreta, ponte a cuatro patas.

Ella obedeció y se sentó en el sofá en la postura que yo le había indicado, yo de pie me acerqué a ella por detrás, y de un golpe introduje mi polla dentro de su coño, ella al sentirla se puso muy caliente y se puso a gemir de una manera muy intensa, lo que me animaba a seguir con mis movimientos, ella nuevamente me lo volvió a agradecer:

-Muchas gracias, mi amor, mi coño llevaba décadas sin sentir tanto placer y estar tanto rato con una polla en su interior.

La verdad es que ese coño se merecía que tener una polla en su interior constantemente, así que seguí follandomela con ganas, esa hembra se lo merecía, se merecía esto y más, sentí como se corría, yo seguí follandola con muchas ganas, esa mujer era una verdadera diosa y se merecía ser follada con frecuencia, seguí así hasta que fui yo quien se corrió dejando su coño lleno de semen, ella al verlo, sonriendo me dijo:

-Tranquilo cariño, con mi edad no me voy a quedar embarazada, jajaja, y luego añadió, creo que estaremos mejor en mi cama.

Y me condujo hasta su habitación, allí me dijo:

-Cariño en esta cama vas a sustituir a mi marido, que no la utiliza para lo que esta, así que mientras él está pescando, yo me dejo pescar, jajaja.

Y poniéndose de rodillas delante de mí, añadió:

-Voy a preparar esta caña.

Arrimando su boca a mi polla se puso a besarla, y después se la tragó y comenzó a mamármela, la verdad es que lo hacía muy bien y mi polla no tardó en recuperarse, era increíble que su marido se hubiera ido a pescar en lugar de dejar que su mujer le pescara.

En ese momento yo tenía un primer plano de sus tetas, que pese a su edad estaban estupendas, me agaché y se las besé, ella me dijo:

-Gracias, mi amor, no sabes lo que esto significa para esta vieja, y después añadió, deja que yo te monte.

Ella se puso de pie y fui yo quien me tumbé en la cama, ella se puso de pie encima de mí, y después se arrodilló, y por último aproximó su coño a mi polla y la introdujo en su interior.

Después comenzó a cabalgarme, se le notaban las ganas y la experiencia, se movía con un vigor propio de una chica de mi edad, me puso las tetas encima de mi boca, y yo, por supuesto se las besé, después llevé mis manos hasta su culo y me puse a acariciárselo, ella me decía:

-Mi amor esto es divino, nunca me hubiera imaginado hacérmelo con un chico joven como tú, bellísimo y con una polla fuerte y vigorosa.

Después se giró y continúo cabalgándome, mientras me decía:

-Mi amor, a mi edad nunca me imaginé esto, te adoro.

Su cabalgada era bestial, pero al parecer no tenía bastante con mi polla y se puso a sobarse las tetas con sus manos. El resultado fue que tuvo un orgasmo brutal, pero siguió cabalgándome hasta que consiguió que me corriera, cuando lo hice se bajó y me dijo:

-Mi amor mi coño llevaba muchísimo tiempo sin recibir tanta cantidad de leche, me has hecho muy feliz.

Se bajo de mí y descansó un momento, pero se la notaba que era una verdadera ninfómana, así que me pidió que me pusiera de pie y nuevamente ella se puso de rodillas delante de mí, beso mi polla y dijo:

-Me estoy enamorando de esta maravillosa polla.

Y se la metió en la boca, comenzando nuevamente a hacerme una deliciosa mamada. Y como ya he comentado en esto era una verdadera maestra, mi polla recuperó pronto su dureza, pero ella parecía disfrutar jugando con ella, siguió chupándomela, aunque había ratos que se la sacaba de la boca y me masturbaba. Y mientras lo hacía me preguntaba:

-Dime mi niño, ¿Esta polla la han catado muchas chicas de tu edad?

Tuve la tentación de decirle que había sido mi madre la que me había desvirgado, pero me pareció pronto para ello, así que le dije que lo que me gustaba eran las mujeres maduras, ella me dijo:

-Quizá algún día te presente a mi amiga Penélope, pero hoy quiero ser yo quien disfrute de esta maravilla.

Y me la siguió chupando hasta que sintió que yo estaba a punto de correrme, en ese momento me la sacó de su boca y la puso entre sus tetas, y apretándolas con sus manos para mi polla, y siguió moviéndolas como si de un coño se tratara, con esta situación no tarde mucho en correrme y mi leche se extendió por sus tetas. Ella se puso de pie y besándome me dijo:

-Muchas gracias, mi amor, no sabes las ganas que tenía de que una buena cantidad de leche bañara mis tetas, con mi marido imposible, y con sus amigos apenas les sale leche.

Para mi era un honor haberla complacido, y me encantaba que no tuviera reparos en contarme que ponía los cuernos a su marido, pero en ese momento me vino a la mente el único de sus agujeros que no había penetrado y la pregunte:

-¿Me dejarías que te la metiera por el culo?

-Mi amor, dijo ella, ese agujero lo tengo virgen, pero si tu deseas meter tu polla en él, después del rato que me estás haciendo pasar, esto si que va a ser a la vejez viruelas.

Yo la dije que lo había hecho algunas veces y se dejó guiar por mí, se puso a cuatro patas y se dispuso a recibir mi miembro, que ante esta perspectiva se había puesto muy duro, me puse de rodillas detrás de ella y poco a poco, quizá con algo de miedo de hacerla daño fui acercando poco a poco, y al llegar a la entrada de su coño se la metí despacito, pero ella dijo:

-Mi amor, métemela de golpe, así será más rápido.

Lo hice y ella soltó un grito de dolor, pensé en sacársela, pero ella insistió en que siguiera, así lo hice y sus gestos de dolor se transformaron en gemidos de placer, yo animado por sus gritos seguí moviéndome en el interior de su culo, que parecía haber estado toda la vida preparado para recibir mi polla comencé a moverme, ella se le veía que estaba disfrutado y me decía:

-Mi amor, muchas gracias por hacerme esto, no pensaba que iba a gozar tanto.

Mi polla seguía moviéndose dentro de su culo, noté como se corría, seguí moviéndome en el interior de su culo, hasta que me corrí y se lo llené de leche. Podíamos haber seguido follando, pero Pedro podía despertarse en cualquier momento, así que debíamos terminar los dos nos duchamos y nos vestimos.

Cuando su nieto se despertó, nos encontró conversando y entonces Vanesa le dijo a su nieto:

-Mi amor, tus amigos son muy agradables, tráelos aquí más a menudo.

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1 COMENTARIO

  1. Estupendo, una mujer madura y un joven…solo que no creo que el haya llegado tanto, aunque sea muy joven.

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