La vida naturalmente seguía su curso, un par de ocasiones nos habíamos permitido llevar a cabo nuestras fantasías, lo vivido sexualmente ayudaba a incrementar el deseo como pareja, sin tener repercusiones negativas ni celos absurdos, la perfecta combinación de morbo y placer sin consecuencias. Pero tras la adrenalina del momento, asumimos de nuevo nuestro rol como matrimonio, continuamos laborando y manteníamos las relaciones con amigos y familiares, fue casi acabando el año, que algunas cosas nuevas ocurrirían.
Una tarde de noviembre, volvíamos de las compras de fin de semana, organizábamos los víveres necesarios para pasar la semana sin complicarnos la existencia, esto era ya una costumbre, todos los sábados a medio día salíamos y volvíamos pasadas las 3.
En el conjunto de departamentos también vivía la ya antes mencionada tía Carmela, hermana de mi padre, nosotros estábamos apenas en el de arriba de ella, por lo que tenemos que subir escaleras y pasar por ahí para llegar hasta nuestro departamento, pues esa tarde, cuando apenas entramos por la entrada principal, iba saliendo ni más ni menos que don José, no supimos de qué departamento venia y tampoco nos hicimos malas ideas, paso a un lado de nosotros y nos saludó, sin hacer mayor conversación, continuó su camino hacia la otra cuadra donde estaba la vecindad donde él vivía.
Pasamos desapercibida la situación, habría venido con algún otro vecino, él siempre había vivido en el barrio y no era extraño que conociera a prácticamente todos los vecinos, además, don José ya no era parte de nuestras conversaciones en la cama, las recientes experiencias lo habían desplazado y por lo conversado anteriormente, no parecía que tuviera sentido seguirlo incluyendo, también había dejado de esperar a Yes, se habría aburrido de esperar respuesta o vio que no llegaría a nada, fuera lo que fuera, el tema había quedado zanjado.
Una noche, tras quedarnos en silencio, escuchamos algo que para nosotros era extraño, mi tía Carmela estaba separada, no había consumado el divorcio, pero su esposo hace mucho que no vivía con ella, sus hijos ya mayores sólo la visitaban de vez en cuando, vivía sola y prácticamente nunca llevaba a nadie, pero esa noche, estábamos seguro que había alguien con ella en su departamento. Por un lado, creíamos que era justo, aunque siempre que teníamos relaciones intentábamos mantenerlo en el mayor silencio posible, seguro que algunas veces nos habrá escuchado, así que si esa noche era su desquite estaba bien.
Al principio estábamos atentos, pues nos intrigaba lo que ocurría, pero no pasaba mucho, solo se escuchaban pisadas y algún movimiento, seria alguno de sus hijos entonces, Yes se durmió y yo estuve un momento más, revisando algunos pendientes de la oficina, ya pasada la medianoche, me pareció escuchar una discusión no muy fuerte, pero con la voz alzada, se dejó de escuchar y pensé que eso era todo, me dispuse a acostarme y alcance a distinguir un ruido distinto, en esta ocasión definitivamente eran de sexo.
Cuando me recosté en la cama inevitablemente Yes me sintió y se despertó, con el dedo le hice señas de que no hiciera ruido y escuchara, cuando lo percibió se le dibujo una sonrisa, la tía Carmela estaba teniendo sexo debajo de nosotros, no es que fuera malo, pero reiteramos que para nosotros era una situación anormal.
Nos quedamos escuchando y parecía que lo estaban pasando muy bien abajo, los gemidos de mi tía eran evidentes e intensos, la persona con la que estaba también se hacía notar con bufidos fuertes, era obvio que de un hombre ya mayor, la situación nos calentó y tuvimos sexo mientras pasaba lo mismo abajo, dejamos de escuchar y nosotros continuamos, nos percatamos que salieron de su departamento, seguramente lo llevaría afuera, nosotros terminamos con lo nuestro y así quedo la historia de aquella noche.
Cuando la volvimos a ver, no tocamos el tema, nos parecía una falta de respeto hacia su privacidad, pero ella si nos comentó que los vecinos tenían planificado llevar a cabo una posada en diciembre y que le habían pedido que los de nuestro conjunto de departamentos pusiéramos las piñatas, muy populares en nuestro país (México por si no lo había mencionado), a lo que no tuvimos negativa para participar.
Así pasó ese tiempo hasta diciembre, algunas noches volvió a ocurrir lo de su visita nocturna, terminaba de la misma manera, solo se iba y ya, de poco en poco la duda nos generó interés por saber quién era, así que una noche optamos por asomarnos para ver quien era la persona, vaya sorpresa que nos llevamos, era don José.
Nos quedamos perplejos, no imaginábamos que algo así estuviera ocurriendo, mi tía era por decirlo soltera, pero don José era casado y apenas vivía a unas casas, no nos metimos más y lo dejamos así, decidimos ya no escuchar más y dormirnos, así fueron algunas noches hasta que en una ocasión me desperté por una extraña sensación, percibí un movimiento anormal en la cama, me quede quieto por un momento intentando discernir y en efecto, era Yes, se estaba masturbando mientras abajo se escuchaban aquellos ruidos, decidí no molestarla y dejarla terminar, su respiración se agito y soltó un gemido leve mientras arqueaba la espalda, finalmente se recostó y volvió a dormir.
Llegaba otra noche de visita y era la misma historia, fingíamos desinterés por la situación y yo me hacía el dormido, al poco tiempo Yes volvió a estimularse y yo me mantenía sin hacer movimientos, así, una noche cuando se escuchaba que salían Yes se levantó y se asomó por la ventana que daba hacia la salida, se quedó mirando un rato con sus manos acariciando sus pechos y rozando por encima su vagina, fue al sanitario y regreso como si nada, esta parte de ella me parecía muy excitante, cuando escuchaba que don José estaba abajo, se preocupaba por ir a dormir y evitaba que tuviéramos intimidad, se reservaba para escucharlos, estaba a la expectativa de lo que hacían, era evidente su deseo, “quería estar en su lugar”.
Se acercaba la fecha de la posada, los vecinos preparaban sus cosas y como habíamos quedado nosotros nos ocupamos de las piñatas y los dulces, le dimos la parte que le correspondía a nuestra tía, ella se encargó de conseguir las cosas y las guardó en su departamento, don José era quien llevaba y traía cosas, no solo de las piñatas sino de todos los vecinos, la vecindad donde vivía era la principal organizadora ese año, así era como evitaba que su esposa sospechara su aventura.
El día llegó y todos los vecinos se reunieron fuera de la vecindad, se realizó de manera tradicional y en medio de las oraciones se retiraron mi tía, don José y algunos otros que tenían que preparar algunas cosas más, unos minutos más tarde, Yes me dice que mi tía le envió un mensaje, necesitaba ayuda para llenar las piñatas de dulces, fuimos y solo estaba ella, le ayudamos y me pidió que las llevará hacia la vecindad, así lo hice, ya que yo las lleve, me pidieron que ayudara a amarrarla y a sostenerla mientras la rompían, como eran varias, pasé bastante rato ocupado, aun así pude notar que mi tía ya estaba entre la gente pero mi esposa aún no.
Termine y regrese a donde estaba la gente, la buscaba, pero sin ser muy notorio, no quería que se hiciera un escándalo por ello, a los 15 minutos la vi de vuelta, me acerque y la note nerviosa, me vio y me saludo como si nada intentando ocultar sus nervios, no la quise cuestionar en ese momento, así que continuamos con la convivencia del barrio, don José estaba con sus amigos y su esposa, por ratos sacaba a bailar a mi tía, de repente, de forma descarada desaparecieron de la vista de la gente, Yes estaba cansado y me pidió que nos retiramos al departamento.
Una vez solos pensé en cuestionarla, pero abajo ya se escuchaban los ruidos habituales, increíblemente los amantes se habían aprovechado del bullicio para ir a su rincón, además, estaba cansado como para discutir por lo ocurrido y admito que la fiesta nos había puesto de buen humor, antes de proponerle algo, Yes ya estaba desnudándose y arrojándose sobre mí, apenas la toque por debajo y note la erección de sus pezones, la sensibilidad en cada roce de piel y, sobre todo, la humedad en su sexo.
K: ¡escucha bien como lo están pasando abajo!
Y: si, se oye que lo están pasando genial
K: ya llegaron, es hora de que tu llegues, ¿o te falta estímulo?
Y: ya casi
K: ¿escuchaste como gime mi tía?, seguro que don José es un animal
Y: si, seguro que la tía Carmela lo disfruta
K: y pensar que se atrevieron a escaparse mientras allá afuera está su esposa
Y: no creo que les importe mucho
K: yo tampoco, don José es un sinvergüenza, un hijo de puta que hace lo que se le da la gana
Y: ¡siii!
K: a lo mejor por eso le gusta a mi tía
Y: si, seguramente es por eso
K: es un cabrón
Y: ¡siii!
K: ¿no te da envidia?
Y: envidia de que
K: de que mi tía se de a don José
Y: claro que no, bien por ella, ¿por qué me daría envidia?
K: porque, a lo mejor te gustaría estar en su lugar
Como si de un reto se tratara, buscamos hacer el mayor ruido posible intentando ganar a la pareja de abajo, el ruido en los dos departamentos se compenetra, los gemidos y gritos de mi esposa y de mi tía se podrían escuchar en la calle, si no fuera porque la música con un alto volumen lo impedía. Los gemidos de abajo se intensificaban y mi esposa se movía cada vez más rápido, se estimulaba y disfrutaba del concierto de abajo, hasta que se escuchó como llegaban al orgasmo, yo también acelere buscando el suyo, la mire y observe su rostro mientras tenía un increíble orgasmo, a la vez que lo mismo pasaba abajo, se mordía los labios y soltaba gemidos.
Y: ¡mmm! ¡Siiii, mmm que ricooo!, ¡ay, don José!
Apenas lo pude discernir, pues hablaba muy bajo, pero eso ultimo me hizo venirme y soltar todo dentro de Yes, ya más calmados, en los dos departamentos había silencio, el cual se rompió con la salida de los amantes de vuelta a la calle, nosotros quedamos agotados y preferimos dormir aun con el ruido de afuera.
Por la mañana volvimos al trabajo y no se tocó el tema, con la fiesta de fin de año tampoco hubo muchos momentos para hacerlo, llego navidad y la pasamos en casa de su mamá, en un pueblito como a dos horas del nuestro, para fin de año tocaba ir a casa de mis padres, pero por un imprevisto de ellos no iban a estar, por lo que nos tocaba quedarnos en casa sin ningún plan. Esos días fueron normales, Yes salía temprano y volvía a su hora regular, su ánimo estaba bastante alto, el sexo de abajo se había pausado, supongo que las dos partes tendrían reuniones familiares que atender, así que nada nos perturbaba, hasta que la noche del 29 de diciembre, Yes llego con cara algo seria y se sentó en la mesa con una clara actitud de “tenemos que hablar”.
K: que pasa, algo serio
Y: pues no, no se… algo
K: solo dilo, no me gusta que le des rodeo a las cosas
Y: bueno, recuerdas que no teníamos plan
K: bueno sí, lo pasaremos aquí o no
Y: si, pues algo se presento
K: solo dilo
Y: platicaba con tu tía y le comenté de cómo habían cambiado los planes, quise saber si ella iba a estar y en efecto no tiene plan de salir
K: entonces, ¿la pasamos con ella?
Y: si y no
K: no comprendo
Y: me dice que la invitaron al fin de año en la vecindad, si nosotros quisiéramos, podemos ir
K: ya, ¿y supongo que dijiste que no?
Y: le dije que lo pensaríamos
K: ¿y qué tenemos que pensar?
Y: pues, no tenemos plan
K: ¿de verdad quieres ir?
Y: ¿qué tiene de malo?
K: bueno, nada, pero es algo raro, no es que nos llevemos tan bien con ellos
Y: pues en la posada fueron bien las cosas
K: si, pero eran todos los vecinos, no solo los de la vecindad
Y: bueno, entonces no (con cara de chantaje)
K: ok, supongo que podemos ir un rato y ver qué pasa
Y: ya verás, no será tan malo
Esa noche no me fue fácil dormir, me cruzaron mil cosas por la cabeza, aun no despejaba mis dudas de lo ocurrido la noche de la posada, que tan prudente podría ser ir directamente a la vecindad, el hecho de que pudiera haber algo más detrás de lo que me pedía Yes me inquietaba, con todo eso en mente, tuve una erección, el pretexto ideal para buscar dormirme tras masturbarme, decidí esperar a que Yes se quedara dormida y me quede quieto, pero vaya sorpresa, el movimiento en la cama se hizo presente.
Ella me había ganado la idea y ahora se masturbaba justo a mi lado, se tocaba por encima con una mano y con la otra se estimulaba la entrepierna, tras unos minutos llegó un suspiro intenso y el orgasmo que lo acompañó, se levantó al sanitario y al volver revisaba su celular, escribía algunas cosas, tras un rato se aburrió y se dispuso a dormir, cuando por fin me convencí de que el sueño la había alcanzado, me dispuse a lo mío, aunque la verdad ya no pude, lo ocurrido me había dejado congelado, Yes continuaba con esas muestras de deseo sexual justo después de decidir que iríamos a pasar el fin de año en la vecindad, que habría en su mente, estaría jugando conmigo o ya tenía un plan, todo esto se desvaneció cuando al fin el cansancio terminó conmigo.
El penúltimo día del año fue calca del anterior, la misma conversación, yo aun no estaba seguro de querer ir pero termine cediendo a su ahora capricho, no busque el sexo ni ella tampoco, de nuevo se consoló sola, reviso el celular, ahora estuve seguro de que envió mensajes y se durmió. No soy de los que invaden la privacidad de la pareja, así que no lo hice, me quedé con la duda, esa duda que siempre hace pensar en lo peor e imaginando justo eso, me masturbe y después, me quedé dormido.
Al día siguiente yo tuve que trabajar medio día, ella se quedó arreglando algunas cosas en casa y para arreglarse ella misma contando con todo el día, salí a las 3 de la tarde y volví a casa, ella no estaba pues se había ido a hacerse el cabello, uñas y ya saben, todo lo que ocupa una mujer en ese tipo de ocasiones, llego alrededor de las 6, me saludo y fue a vestirse, desde que la vi con su cabello ya se veía espectacular, sus chinos recién hechos, el cabello ahora totalmente negro, las uñas rojas, lo que indicaba que el labial seria del mismo color para combinarlo, la espera fue tortuosa pues yo me ocupe de lo mío en poco tiempo, cosa de hombres.
Mientras me arreglaba note la ropa que llevaría debajo, cachetero de encaje negro y un brasier que le hacía conjunto, termine y ya la esperaba en la sala viendo la televisión cuando ella irrumpió, como había anticipado, estaba espectacular, se había puesto un vestido corto de color negro, zapatillas de tacón alto del mismo color, medias negras a media altura y los labios los llevaba de rojo intenso, perfectamente maquillada y con unas pestañas que te obligaban a mirarla, la tome de la cintura y la quise besar, ella me detuvo justificando que se arruinaría el labial y el maquillaje.
Y: más tarde tal vez
K: yo te deseo ahora
Y: en serio, se arruinará todo mi esfuerzo
K: no puedo esperar hasta la noche
Y: tendrás que
Ya un poco molesto, decidí ser directo.
- ¿pasa algo más verdad?
Y: ¿de qué hablas?
K: no solo me insististe mucho en ir, sino que también te arreglas de forma exagerada
Y: no porque sea una fiesta de barrio no significa que no me puedo vestir así
K: siempre nos hemos sabido comunicar, es mejor que hables con la verdad
Tras pensárselo un momento, de nuevo hablo.
Y: está bien, quería decírtelo después, pero creo que necesitas saberlo ahora
Me relató lo siguiente, el día de la posada, había venido a ayudar a mi tía, eso era verdad, estaba rellenando las piñatas en compañía de ella y de don José, cuando mi tía tuvo que salir y los dejo a solas, don José comenzó a tornar la conversación hacía temas más íntimos.
DJ: discúlpame si les causamos molestias a ti y a tu marido
Y: ¿a qué se refiere?
DJ: no tienes que ser reservada, me refiero a los ruidos en la noche
Y: no, bueno, es que tampoco debe disculparse, ustedes son adultos y saben lo que hacen
DJ: no vayas a pensar mal de mi
Y: ¿Por qué?, ¿por qué está casado o por qué la tía Carmela aún está casada?
DJ: en parte, no es que me justifique, pero las cosas simplemente se han dado, no quiero que les sea incómodo verme por aquí
Y: no nos incomoda, usted sabrá lo que hace, a quien engaña es a su mujer
DJ: si, bueno, si se entera
Y: ¿encima quiere que guardemos silencio?
DJ: no se los estoy pidiendo, tampoco me preocupa mucho que se entere mi esposa
Y: si no decimos nada es por la tía Carmela, así que ande sin cuidado
DJ: ¿Así que soy bienvenido en tu casa?
Y: jaja, en la de mi tía
DJ: bueno, en el edificio, a tu casa ya veremos
Y: no sea tan atrevido
DJ: solo decía, como visita tal vez, no creo que le moleste a tu marido
Y: usted que sabe, no lo conoce
DJ: un poco, desde niño lo veía en la calle, ya de adulto poco, aunque parece buena gente, me recuerda a mi mujer, me refiero a mi esposa
Y: ¿pues cuántas esposas tiene?
DJ: esposa una, mujeres varias, son casadas así que solo son prestadas, entre ellas Carmela y la que se sumará
En ese momento la tomó de la cintura y le dio un beso, ella estaba congelada, sus palabras la habían molestado, pero algo en ella se sentía sometida, por lo que tardó en despegarlo de su boca propinándole una cachetada.
DJ: así son todas, primero no se dejan, pero después me lo piden a gritos como tu tía
Ella salió de ahí, y regreso a la posada, tenía miedo de contármelo en su momento por los problemas que eso pudiera generar, pero no terminó ahí, los días posteriores don José la esperaba de nuevo por las mañanas, aunque salía con la disposición de no subir a su camioneta, cuando se daba cuenta ya estaba arriba con él, ahí don José se disculpó, la trato bien unos días, como si no le hubiera faltado al respeto antes y aprovecho.
DJ: me has comentado que no tienen planes para el fin de año
Y: así es, lo pasaremos solos en casa
- Nosotros realizamos un gran convivio cada año, si gustan están invitados
Y: no creo que mi marido acepte, menos después de que le diga lo ocurrido
DJ: o sea que aún no se lo has dicho ja ja
Y: claro que no, no quiero problemas
DJ: muy bien nena, mensaje recibido
Y: ¿de qué habla?
DJ: de nada, sino se lo has dicho es por algo
Y: ya se lo dije, no quiero problemas entre ustedes
DJ: no quieres problemas para él
Y: ¿me está amenazando?
DJ: no, solo digo que tu marido es muy joven y tranquilo, no creo que quieras verlo confrontarme
Y: … (silencio)
DJ: ya está bien, prefiero usar mi energía en otras cosas, ya te enseñaré, por mientras quiero que vengas a la fiesta
Y: ya le dije, mi esposo no aceptara, no quiero meterlo en problemas
DJ: pues ya los tiene, tú eliges, ¡me desquito con él o contigo!
Y: … (silencio)
DJ: así me gusta, solo dile que los invita tu tía, ya verás que acepta, si no, convéncelo, pero te quiero ahí
Me quedé helado, era bastante fuerte lo que había ocurrido y no me lo había querido decir antes, lo peor, es que había hecho exactamente lo que le pidieron, sabía que estaba muy extraña, ahora sabía por qué.
Y: como dije, no quiero meterte en problemas
K: no creo que pase nada, solo está hablando por hablar
Y: puede ser, pero si prefieres quedarte te entenderé
K: nos quedamos entonces
Y: no, puedes quedarte, pero yo iré de igual forma
K: pero ¿qué dices?
Y: ya me arreglé para ir y si voy, le pondré fin al problema
K: ¿crees que solo te presentaras y ya?, ¿no crees que tenga otras intenciones?
Y: imagino que las tiene, pero ya di mi palabra que iremos
K: ¿y lo harás solo porque te lo dice?
Y: ya sé que sueña extraño, pero si, voy por que me lo pidió, pero ya que soy sincera debo decirte que tengo curiosidad, todo lo que hemos fantaseado con él me han hecho querer seguir el juego, aun sabiendo el riesgo que conlleva
K: es verdad que hemos jugado y tenido fantasías usando su nombre, pero creí que ya lo habíamos dejado atrás
Y: y así era, hasta que empezó a venir con tu tía y pasó lo que ya te conté
K: no se que mas decirte, no me agrada la idea
Y: tampoco me agrada, la situación me da mucho miedo, pero también me atrae, hemos estado haciendo esto del cuckold con otros y siempre nos hemos comunicado y estado de acuerdo
K: esto no será como las otras veces, don José no es del ambiente
Y: ya lo sé, si le dijéramos no creo que te quisiera ahí presente
K: ¿me estás pidiendo que te deje a solas?
Y: te estoy pidiendo que, así como yo entiendo y cumplo tus fantasías, tú me entiendas con las mías, además, solo es un supuesto, nada nos asegura que algo pase entre tanta gente, yo solo quiero ir y jugar con él, bailar, coquetear y volver a casa a desquitar mis ganas contigo
Tenía razón en varias cosas, en su momento ella había aceptado llevar a cabo la fantasía, siempre estaba nerviosa cuando salíamos y los terminaba venciendo, ahora me pedía que yo enfrentará esos nervios y la apoyara en su decisión, aunque cruel para mí era lo justo. Tras sus argumentos, no me quedó opción más que aceptar ir a la fiesta, y seguirle el juego a Yes, salimos hacia la vecindad, mientras caminaba no podía evitar observar de nuevo lo perfecta que se veía, en ese momento caí en cuenta de que mi esposa se había esforzado mucho en arreglarse, pero mientras lo hacía, probablemente no era yo quien estaba en sus pensamientos, sino don José.
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Estupendo, espero que ansias la siguiente parte….!!!! No demoreeee