Mi segunda infidelidad

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T. Lectura: 5 min.

Pasaron unos años cuando mi esposo y yo perdimos la casa; pues el banco nos quitó, por un préstamo que había sacado; pues se metió en un negocio que resultó ser una estafa. Con nuestras cosas en la calle, vendimos algunas, otras lo regalamos y con nuestra ropa en maletas salimos a Moyobamba; pero para una zona de sembrío pues su padre era agricultor, es allí donde vivía su padre; para esa época me había sacado la T de cobre pues habíamos decidido tener un hijo.

Empezamos de cero, ya con mi niña de unos 5 añitos. Salía a trabajar de sol a sol; mientras yo me quedaba en casa; hasta que conocí a Marleni una vecina que trabajaba con un señor en su casa haciendo trabajos de limpieza y llevando comida para los trabajadores de él; ella enfermó y buscaba un reemplazo ya que debía viajar a la capital para su tratamiento, me sugirió trabajar y hablé con mi esposo quien aceptó la propuesta de trabajo; en el cual debería dejar a mi hija al cuidado de su abuela quien se encargaría de llevarlo al nido.

Así que empecé a trabajar y me iba bien; no puedo negar que tengo un buen y bonito trasero; que notaba que el señor Alfonso de unos 46 años; quien era mi jefe, pues siempre miraba.

Un día mientras se duchaba había dejado la puerta de la ducha entreabierta; quizás para verlo desnudo o se olvidó, no lo sé; limpiando el piso, pasé por esa parte y pude ver su verga; quizás no era muy grande; pero era normal.

Me entraron en mi mente ideas de infidelidad, me hizo recordar al tío de mi esposo con quien tuve una aventura anteriormente; pero la vergüenza me embargaba.

Todos los días salía a casa después de ducharme; pero una tarde con el fin de provocar a mi jefe sabiendo que llegaba a su casa me duchaba desnuda en su ducha; tratando de contornear mi cuerpo hacia la puerta pues de reojo me había dado cuenta que estaba observándome; al cual me hacía la inocente que no se sabía que me observaba; se acercó y me pidió entrar al baño, lo cual me tapé con la toalla; haciendo que me asusté; pero la verdad estaba planeando cachar con el jefe; entro al baño mientras yo me cambiaba se acercó a mí y me propuso sexo por dinero.

Le dije que no creía que estaba bien; pues mi esposo se podría enterar, al inicio me ofreció 100; pero al final me ofreció 500 que le dije pero está vez nomás. Me llevó a su cuarto y desnudos los dos, me empezó a cachar como un loco aguantado que me hacía estremecer el cuerpo a cada arremetidas, su verga era super dura; hasta que sentí que se vino dentro mío, lo empujé y le dije que no me estaba cuidando; me respondió que al final me podía hacer lavados y eso queda limpio.

Le creí y seguía cachando, se vino otra vez, me dio la vuelta y me cachaba en pose de perrito, hasta que me metió por atrás que me hizo gritar del dolor; caí tumbada en la cama que lloré como niña acurrucada en el colchón, se echó junto a mi mientras me pedía perdón.

-Eres un bruto -le dije, prosiguió cachando por la vagina hasta que se vino por última vez.

Caí rendida en sus brazos mientras me besaba y accedía a sus besos.

-Tienes un rico culo, creo que te lo rompí, -me dijo.

-eres malo -le dije disimulando darlo a entender que me rompió el culo.

-pero ya te lo rompí mi amor va a entrar suave.

Le dije que ¡no! Él insistió y me dijo que me ofrecía 500 más por eso; acepté sin pensarlo dos veces; diciéndole que me sentaría sobre su verga. Me pidió que lo mamara hasta que se puso dura; me senté sobre ella, mientras me quejaba con quejidos de dolor y sufrimiento; quizás actúe en ese momento llegando al punto de intentar llorar mientras él me bombeaba el culo, hasta que se vino dentro.

Corrí al baño y me duché pues ya era hora de ir a casa; quiso ver cómo quedó mi culo; pero le dije que tenía que ir a casa pues mi esposo se daría cuenta.

Apareció con un depósito con agua y limón y me dijo que lavándome con eso no quedaría embarazada; lo hice y la leche salía; quizás estaba súper aguantado.

Llegué a casa y mi esposo aún no había llegado; pues le gustaba el deporte. Cuando llegó me reclamó a gritos que porque había demorado, le dije que no acababa el trabajo aún; escondo los 1000 soles e hice que no había pasado nada. Esa noche quería cachar mi esposo y le dije que no lo haría porque me había gritado, haciéndome la víctima y poniéndome a llorar.

Esa rutina me gustó con mi jefe, todas las tardes antes de salir cachábamos, aduciendo que fue el quien me rompió el ano.

Hasta que un día mientras estábamos cachando llego su pareja, pues yo no sabía que tenía. Nos cambiamos como locos, entró y corrí a la ducha mientras él se quedaba en el cuarto discutiendo, pues encontró mi ropa interior sobre la cama, corría como loca buscando y me encontró en la ducha; intentó golpearme, pero él me defendió, amenazándome decirle a mi esposo, mi jefe me dio el encuentro afuera y me dio mi calzón en una bolsa que inmediatamente le puse en mi bolso y fui rumbo a casa.

Salí a mi casa asustada y no sabía qué hacer, llegué a casa y en la noche caché con mi esposo haciéndole de todo, entregándome como nunca. Le confesé que dejaba el trabajo; pues la pareja de mi jefe pensaba que estaba con él y trató de agredirme, hice mi espectáculo poniéndome a llorar, me abrazó y me dijo que no me preocupe y que el trabajaría siempre pues era su gran amor; le encantaba cachar por el culo y que tomara su leche.

Al día siguiente mi esposo me comentó que la mujer le había dicho que su pareja me cachaba a lo que mi esposo me contó que me había defendido.

Cachaba todos los días con mi esposo pidiéndole un hijo hasta que quede embarazada, pero al ir al hospital coincidían la fecha con la de mi exjefe.

Ese día lo llame y quedamos en vernos en un hotel. Dejó a sus trabajadores y llegó al lugar.

Allí le mostré los resultados de mi embarazo y le dije que era el padre, se quedó frío y me propuso que deje a mi esposo y viva con él, le dije que no haría eso.

-Entonces lo abortamos -me dijo a lo cual estaba asustada, le dije que lo tendría y que tendría que darme una mensualidad; pues haría creer a mi esposo que es de él.

Aceptó con el fin que sería mi cachero siempre y me entregue de lleno a él, acepté y en ese momento me besó y cachamos como locos.

Salió primero sin antes dejarme un dinero con el cual fui al mercado y compré de todo.

Pasaron los meses y cuando tenía ocho meses de gestación, me llamó a su casa; pues para esa época ya no tenía pareja; me propuso cachar sobre una gran hamaca que tenía puesta, era un deseo fuerte fantasía de cachar sobre la hamaca, estaba todo bien cuando me echó boca abajo; aunque me dolía un poco el vientre aguante la cachada anal que me daba y por mala suerte se rompió la hamaca y caímos de bruces al suelo quizás por los movimientos fuertes que daba; que me puse mal, y empecé a botar liquido por mi vagina.

Asustado me cambió y me llevó al hospital, pagó a una amiga suya que me dejara ahí y me cuidara; pues no quería que sepan que fue el quien me llevó a emergencia, lloraba del dolor, avisaron a mi esposo; quien llegó y me preguntó qué había pasado, le dije que vi a un señor en la bodega comer unos chocolates y desee con el alma y por eso me vino eso, me creyó y estuve internada; hasta que vino mi mamá de Lima a cuidarme y al final decidió llevarme a Lima con mi hija; mi esposo se quedó en la selva; pero yo estaba triste por mi ex jefe a quien extrañaba y en Lima nació mi hijo quien se parece a mi ex jefe.

Quizás puedo añadir que fui una perra, pero así es la vida, al final después de 3 meses mi esposo vino a Lima a estar conmigo.

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