Mis dos hombres

7
17506
27
T. Lectura: 3 min.

Ya en la ciudad donde radicamos actualmente como Efra también vive aquí volvimos a reanudar nuestros encuentros con él, «volví a ser su puta» y él no desaprovechaba oportunidad para tenerme en sus brazos, me llevaban a un motel o cuando había oportunidad en nuestra casa me hacían suya satisfaciendo sus deseos, los de Efra de cogerme y desquitar sus ganas de lo que no podía hacer con su esposa y Armando de como su mejor amigo se coge a su mujer, sucedió que en ese primer año, nuestros hijos se fueron con sus abuelos a la ciudad de las montañas por lo que nos quedamos solos, ese fin de semana Efra llego y ya había planes de salir los tres, su esposa pocas veces quería socializar lo que él tomaba de pretexto para venir a nuestra casa.

Ese día salimos a un bar en el centro, tomamos un rato Armando veía como los hombres me veían, yo iba algo normal, una falda de mezclilla y una blusa, pero abajo llevaba una tanga azul, cuando llegamos a casa seguimos conversando en la sala y Armando siempre dejaba que Efra me tratara como su mujer por lo que él me abrazaba y me besaba.

Después de un rato Efra me quito mi blusa y comenzó a mamar mis tetas ante la mirada de Armando que le ayudo a quitarme la falda, yo ya estaba acostumbrada a ser la mujer de los dos, entonces comencé a mamarles la verga, alternando entre una y otra, Efra quien siempre se pone muy excitado se levantó y yo hincada seguía mamando mientras Armando nos veía o tomaba alguna foto, después Efra me empezó a coger mientras yo le mamaba a Armando, me tenían a su disposición.

Así estuvimos un rato, yo me monte en la verga de Efra y lo cabalgue por un buen rato mientras Armando jalaba su verga ahí al lado de nosotros, me pusieron de todas las posiciones que quisieron y yo gemía sin miedo pues estábamos solos y ya era casi de madrugada, así estuvieron hasta que ambos terminaron, como casi siempre Efra en mi vagina y Armando en mi culo, Efra después de terminar siempre necesita al menos media hora para reponerse, aun que aguanta más que Armando para terminar y Armando dura menos, pero se recupera casi de inmediato para seguirme cogiendo.

Como ya era tarde, le dijo Armando aquí quédate, y yo en broma le digo «si, para dormir con uno de cada lado» creí que no lo tomarían en serio y eso los calentó, que me llevaron a la habitación y ya en la cama volvieron a empezar a cogerme, acostados de lado y tipo de cucharita Efra me empezó a coger, mientras Armando me comenzaba a meter su verga por mi culo y comenzaron a penétrame los dos, fue algo delicioso pues así nunca me lo habían hecho, estábamos tan calientes y me decían que yo era su puta y que les encantaba como me cogían, eso me excita demasiado, «saber que soy mujer de los dos» hasta que otra vez me llenaron de su semen y quedamos ahí exhausto, nos quedamos dormidos.

Ya por la mañana ahí estaba yo, en medio de mis dos hombres, acaricie sus vergas, me bañe y me fui a hacer de desayunar, me puse un baby doll negro y mi tanga, así cuando ellos se levantaron ya en la mesa del comedor Efra me dice «que hermosa te ves así, chaparrita» se acercó y me repegó la verga que ya la tenía bien dura, Armando se estaba bañando mientras Efra no desperdició el tiempo y ahí en la cocina me puso a mamarle la verga «es algo que me encanta» me gusta ver su cara de satisfacción cuando lo hago, entonces me empino sobre la estufa y me empezó a coger nuevamente.

Yo estaba gimiendo y me dice «voy a partirte el culo chaparrita» y me apunto su verga y me la dejo ir de un jalón, me estaba bombeando y se escuchaba como topaban mis nalgas cuando llego Armando, volteo a verlo con mi cara de puta, y me pone su verga para mamarla, hasta que Efra lleno mi culo de su leche, eso le calienta mucho a Armando, y se cambió para el meterme su verga en el culo lleno de semen, resbala muy rico mientras yo mamaba la verga ya flácida de Efra.

Después de terminar, fui a lavarme y les serví de desayunar a mi esposo y Efra, que era como mi esposo también, me sentía curiosa de atender a los dos hombres que me cogían en la misma mesa, les sonreía, me sentía feliz. Y así fueron muchas las veces que entre los dos me hacían suya, ya fuera en nuestra casa o en un motel, hasta que se un chico que iba mucho a la farmacia logro tenerme, claro con la complacencia de Armando, pero es otra historia.

Loading

7 COMENTARIOS

  1. piensa que no eres la unica,en una epoca de mi vida,estuve conviviendo con un chico negro y mi marido,mas de tres meses,porque el no tenia trabajo,lo conocimos en un intercambio de parejas y tuvimos una gran comprenetacion los tres

  2. Muy lindo relato, da gusto y exitacion cuando las personas actúan así con total libertad de sus cuerpos.

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí