Naomi y su sorpresa

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T. Lectura: 9 min.

Hola queridos lectores, esta vez saltaré un poco en el tiempo y avanzaré al momento en que conocí a Naomi, una mujer muy especial en mi vida.

La conocí jugando video juegos en línea, más específico el de mundo de cazar monstruos, yo era un asco pero en una misión me ayudó una chica que tenía un nivel muy alto, abrí el chat para agradecerle por su ayuda y ese fue el comienzo de algo hermoso.

Empezamos a escribirnos y descubrimos que éramos del mismo país, de la misma ciudad, no negaré que empecé a entusiasmarme; quedábamos en conectarnos a jugar cada jueves, después martes y jueves, hasta que me arme de valor y le dije porque no hablamos en vez de solo chat por la consola, pero fue un desastre, no nos entendíamos, entonces aproveché el momento y le di mi número, si quería hablábamos por WhatsApp.

No me respondía, me preocupé, hasta que me llegó una llamada, salté de emoción. Su voz es muy dulce, me agradó bastante, ya ni siquiera jugábamos, nos dedicamos a conversar sobre nuestros gustos, nuestras metas, ya empezábamos a tener una amistad más fuerte.

Pasaron meses hasta que pues nos pudimos conocer, yo creo que en esa época tenía 28 años, no estoy seguro, ella es mayor a mi por 5 años, ella viajaba mucho, por eso nos demoramos en conocernos, cuando le dije para vernos ella ya había salido del país, pero regresaría en un mes.

Paso el tiempo y llegó el día, ella me envió su dirección y me alisté para conocerla, compré flores, chocolates, hasta un winnie pooh. Nos conocíamos de fotos porque ya nos habíamos enviado algunas, ella me decía osito, por eso el peluche de winnie.

Me perdí un rato pero llegué a su casa, al tocar la puerta me recibió, llevaba un vestido floreado que llegaba a la mitad de sus muslos, ella mide 1.85, morena, sus ojos son hermosos de color miel, su sonrisa es perfecta, preciosa, su voz aún más encantadora y dulce, tiene el cabello negro hasta debajo de los senos que son grandes como melones, su cintura es fina, sus caderas anchas, sus nalgas son grandes, sus muslos gruesos unas piernas hermosas lisas, sus brazos son finos su piel suave, aún recuerdo su aroma frutal, hace pocos minutos se había duchado.

Como he mencionado mido apenas poco más de 1.68, soy de piel clara yéndome a pálido, cabello negro y barba, me conservo bien físicamente no tengo los cuadritos pero si tengo un físico agradable, me invitó a pasar y yo no paraba de sonreír me encanta verla es un encanto, al saludarla de beso rosamos un poco nuestros labios, fue una sensación que ardió en mi pecho y mi entrepierna.

Al sentarnos en la mesa de su sala ella había servido té helado para ambos, ella estaba muy feliz por las cosas que le llevé, vivía con su prima que no se encontraba porque había viajado ese fin de semana, fuimos al sofá a ver una película de terror, que nunca vimos.

Al sentarnos le pedí tomar sus manos para besarlas, era algo que quedamos que yo haría por todas las veces que me había salvado jugando; al tomar sus manos y besarlas le dije que olía deliciosa, y sonreí mirando sus ojos que me encantan; ella me dijo que antes de seguir así debía decirme algo.

Me preguntó si no me sentía incómodo o si no le importaba como era ella, la verdad es que me rasque la cabeza y le dije no entiendo.

Naomi me miró, apretó los labios y miró hacia el piso soltando mis manos y poniéndolas en sus rodillas, me dijo que no era mujer mujer.

Yo no entendía a que se refería, al verla yo miraba una mujer, y teníamos una linda amistad y siendo honesto sentía que no me importaba si era trans, mi cariño hacia ella era sincero y eso fue lo que le dije.

(Debo mencionar que no tiene manzana de adán, su voz es suave, su rostro es fino, y además es dulce su forma de ser es como una mujer, para mí siempre lo será).

Acerque mis manos a las suyas rozando sus rodillas, le iba a dar un beso en su mejilla, ella giró un poco el rostro hacia mí y cerró los ojos, primero bese su mejilla y después sus labios. Y para hacerla sonreír le dije, disculpa que me demoré en darte el beso pero no te alcanzaba; ambos reímos con ese chiste tan malo.

Entonces volví a besarla, nos acomodamos mejor, ella puso su pierna izquierda encima de mi pierna derecha, para girarse más hacia mi, soltó mis manos y empezó a acariciar mi rostro, yo en cambio con mi mano izquierda empecé a acariciar su muslo izquierdo y con mi mano derecha acariciaba su espalda, no usaba brasier, pero sentí que usaba una tanga.

Dejé sus labios para besar su cuello y junto a las caricias que le daba a sus muslos bajo su falda, ella soltó un suspiro. Me preguntó si había estado con una chica trans; yo dejé de besarla y acerqué mi nariz a la suya rozándolas, junté nuestros labios, y le contesté, creo que hoy será mi primera vez.

Ella me sonrió, mordió sus labios y se subió en mis piernas, vi que sus pezones estaban duros y empecé a morderlos suavemente encima de su vestido, ella me sostenía de la nuca y gemía mientras que con mis manos acariciaba sus enormes nalgas. Al ser su vestido de tirantes, saque sus senos para chuparlos, mordía, besaba sus pezones, la abrazaba de su cintura.

Me empujó hacia el respaldar, para quitarme la camiseta y con sus manos recorrió mi pecho, me apretó los pezones mientras se mordía los labios, pasó sus uñas por mi pecho y mi abdomen para ver como se marcaba mi piel.

Naomi lentamente se fue levantando del sofá mientras iba besando mi cuello, mi pecho, se quedó un momento mordiendo mis pezones, mientras me quitaba el cinturón y desabrochaba mi jean, se arrodilló frente a mí y empezó a lamer y chupar mi pene por encima del bóxer, yo acariciaba sus brazos, su rostro, recogía su cabello.

Me quitó los zapatos y el jean, me dejó solo en bóxer, se puso de pie y se dio la vuelta, dejó que el vestido bajara por su suave y tersa piel, cuando terminó de caer, besé sus nalgas, las apreté le di una fuerte nalgada, me tomó de las manos y me guio a su cuarto, iba viendo como se movían sus nalgas al llegar dejamos la puerta abierta, se sentó y me puse frente a ella, empezó a restregar su cara con mi pene aún en el bóxer; me apretó de las nalgas hacia a ella, alzó la mirada y me dijo la pasaremos rico osito.

Me bajó el bóxer y empezó a mamar mi pene. Mientras me apretaba los pezones, yo la sujetaba de la nuca, en un momento me hizo alzar la pierna en la cama, me lamió y chupo las bolas.

Mientras me acariciaba las nalgas, sentí como empezó con un dedo a hacerme círculos en el ano, y con la mano izquierda me masturbaba, de repente dejó de chupar mis bolas y con la saliva que dejo la untó en mi ano y fue lentamente metiendo un dedo, yo estaba desprevenido y aprete las nalgas.

Naomi me miró y me dijo disculpa cariño, te prometo que lo vas a disfrutar, me gusta dar y recibir, lo haré suave; se quedó mirando y esperando mi respuesta, me quedé en silencio, se metió mi pene en su boca y siguió, continuo al sentir que deje de apretar las nalgas, era intenso sentía un ligero ardor, me temblaron las piernas.

Con Johana hasta ese momento solo había metido su lengua, recibir el dedo de Naomi fue algo mucho más intenso.

Se detuvo y me fue poniendo de rodillas, Naomi se puso de pie y se bajó la tanga se sentó y lentamente fue abriendo sus piernas, no dejábamos de vernos a los ojos, cuando finalmente abrió las piernas tomo una de mis manos y la puso en su pene, la fui masturbando lentamente.

Estaba de rodillas con su pene en mi mano derecha, yo la masturbaba, se iba poniendo más y más duro, con mi mano izquierda acaricie sus bolas, ella gemía, estaba caliente, palpitante, ella se metió en su boca el dedo que hace poco había estado en mi ano; cerró sus ojos y salió un poco de líquido preseminal de su pene, sus senos se movían por su respiración que se iba agitando, acerque mi lengua a su glande, la pase encima recogiendo su líquido preseminal, ella gimió profundo, mientras seguía con el dedo en su boca.

Yo no dejaba de verla, cuando abrió sus ojos metí la cabeza de su pene en mi boca mientras lo sostenía de la base, volvió a cerrar sus ojos, así estuvimos unos minutos, no alcanzaba a entrarme todo en la boca, yo seguía acelerando el ritmo, con la saliva que se escurría por mi boca pensé en hacerle lo mismo, y así fue, use el mismo dedo que ella usó en mí, le metí el dedo medio y ella gimió aún más, se acostó abriendo sus piernas para que yo tenga total acceso.

Lamía sus bolas, mientras con mi mano derecha la pajeaba, sentía como me apretaba y soltaba el dedo con su ano, no paraba de gemir, y yo me desconocía, no entendía como estaba en esa posición, en esa situación, pero me gustaba y quería más, ella estaba totalmente depilada toda su piel estaba suave, su aroma era excitante.

Gemía y su voz era la de una mujer, me tenía realmente excitado, ella bajo lentamente sus piernas se sentó ahí en el borde de la cama, me tomo de la cara y me besó, nos subimos en la cama besándonos ella me pajeaba y yo a ella.

Ella se acostó boca arriba y me dijo que hagamos un 69, me subí al instante, ella abrió sus piernas todo lo que pudo, incluso puso una almohada bajo su cadera, quedamos en una posición perfecta, ella me chupaba el pene mientras que con una mano me sobaba las bolas y poco a poco pasó de meterme un dedo a meterme dos, el dedo medio y el anular.

Naomi había podido colocar sus piernas de una forma que quedaban abrazándome a la altura de mis costillas, dándome todo el acceso posible a ella, aunque no me entraba todo su pene en la boca, se lo chupaba lo mejor que podía en mi corta experiencia, mientras que le metía el dedo anular y medio por su ano.

Para dar una mejor idea, debo mencionar que me mide 19 cm pero a ella le mide 24 cm es enorme, de grosor estamos casi iguales, la diferencia es el largo.

Así nos mantuvimos hasta que sentía que estaba cerca de eyacular, se lo mencioné y me dijo que iba a hacer lo mismo, me preguntó que quería yo, solo pensé en decirle sigamos, seguí metiendo mis dedos en su ano, mientras chupaba su verga, ella hacia lo mismo pero ahora sentía que me había metido un dedo más, gemíamos con fuerza.

Sentía mis piernas temblar, aprete con mi ano sus dedos, estaba viniéndome en su boca, solté toda mi leche, ella siguió chupando mi verga sin sacar sus 3 dedos de mi culo, ni bien terminé sentí como su verga se hinchaba más en mi boca, sentía como soltaba y apretaba mis dedos con su ano, sus piernas me apretaban y temblaba, cuando la sentí en mi boca, sentí el golpe del chorro, un sabor salado, pero que me gustó sentir una y otra vez, trague rápido para que no se me saliera de la boca, se lo seguí chupando hasta que ya no soltó más semen.

En ese momento supe que disfrutaría del sexo sin medirme, hasta ahora no entiendo como, que me llevó allí, pero no me me arrepiento, porque ha sido con personas que son maravillosas y especiales para mí.

Me bajé de ella y me acomodé a su lado, sonriendo nos besamos, Naomi me preguntó ¿todo bien?, le dije excelente y seguimos besándonos ella subió en mí, nuestras vergas flácidas pegadas una a otra, sudados nuestros cuerpos brillaban, Naomi movía su cintura haciendo que nuestras vergas y bolas se rozaran, le encantaba hacer eso, poco a poco nos fuimos excitando.

De su mesa de noche sacó un frasco con lubricante, se lo puso en la mano y empezó a masturbarme, dejando listo mi pene para entrar en su ano, ella también tenía la verga bien erguida, se puso algo de lubricante en su ano y se acomodó sobre mí, lentamente se fue metiendo mi verga en su ano, lo apretaba de forma magistral.

Sentía como aflojaba cuando bajaba y como apretaba cuando subía, me estaba enloqueciendo, tenía sus manos en mi pecho, se le bajo la erección pero seguía, sus gemidos su sudor, el fuerte olor a sexo, me tenían embriagado, poco a poco ella fue acelerando el paso, se sentó apoyando sus manos en mis piernas, movía su cintura de adelante hacia atrás, de forma circular, era increíble, apretaba sus pezones, Naomi me decía préñame papi, hazme tu mujer; empecé a masturbar su pene que estaba flácido y encogido, masajeaba sus bolas, mientras ella saltaba en mi verga clavándose hasta el fondo.

La detuve, me levanté y la puse en 4, quería ver su enorme trasero en esa posición, se veía aún más grande, la fui penetrando lentamente, ver como nuestras pieles se contrastaban me prendía más, la tomé de su fina cintura y fui penetrándola cada vez más rápido, escuchando mis bolas golpear las suyas, la tomé del cabello y fui acelerando.

Puse una almohada bajo su abdomen y se acostó, en esa posición abrí sus nalgas, y fui metiendo mi pene lentamente mientras besaba su espalda, ella me agarraba de las nalgas, sentía como clavaba sus uñas.

La giré y puse sus piernas en mis hombros, ver como sus tetas saltaban cuando la penetraba me tenía hipnotizado, ella gemía, gritaba, me pedía más y más que le parta el culo que ahora yo era su dueño, cuando me di cuenta poco a poco había vuelto a tener una fuerte erección ella se pajeaba con fuerza.

La solté y me acerque a sus labios a besarla, mientras la besaba me dijo que quería sentirme, que quería tomar la virginidad de mi cola, que lo haría suave que lo íbamos a disfrutar mucho.

Sabía que ese momento llegaría pero me había quedado mudo, solo confirme saliendo de su ano y besándola, puse mi verga sobre la suya, nuestras bolas calientes estaban pegadas, y yo solo sonreí, Naomi se movió, yo tomé su lugar con la almohada bajo mi estómago, con mis nalgas elevadas ella empezó a lamer mi ano, sentía su lengua entrar y salir, mi piel se erizaba, así estuvo unos minutos.

Sentí como me introdujo un dedo con el lubricante, yo gemía, me giré un poco y la vi pajeándose con toda la verga llena de lubricante, sonreía, se mordía los labios, sentí como metió un segundo dedo mientras me miraba a los ojos, gemí más fuerte, sentía como me abría, sentía que aún tenía mi erección y ella empezó a masturbarme, cuando metió el tercer dedo, ella aceleró la masturbación.

De repente sentí la presión de su glande en mi ano, con algo de dificultad entro, apreté fuerte las sábanas, en ese momento se me fue la erección, Naomi puso sus manos a los costados de mis hombros, y fue entrando, lentamente entraba y salía cada vez más profundo, me besaba el cuello mientras yo mordía las sábanas, poco a poco lentamente el dolor se fue, y cuando sentí, ella ya había metido hasta el último centímetro de su verga en mi culo.

La sentía profundo, trataba de respirar, se acercó a mi oreja derecha, la mordió suavemente, sentía sus tetas en mi espalda, como empujaba más sus caderas, me susurró que iba a hacérmelo suave y lentamente, pero que con los días, cuando ya me acostumbre a su verga, ahí me lo haría duro, con fuerza, rápido, y que ambos nos íbamos a reventar el culo, y dejarnos llenos de leche.

Poco a poco me fue bombeando, me decía que relaje que no aprete, ambos gemíamos, me retorcía bajo ella, no sé cuánto tiempo seguimos en esa posición, me dijo que estaba bien cerrado que la iba a hacer acabar.

Pero antes quería verme de frente, y me lo sacó, sentí un vacío absurdo, fue como que mi alma dejaba mi cuerpo, me giré y volvió a acomodar la almohada bajo mi trasero, subió un poco mis piernas, las sostenía detrás de las rodillas, acomodó su verga en el espacio vacío que había dejado y volvió a penetrarme.

Me sostuve de las sábanas y arquee mi espalda, la sostuve de las tetas, mientras sentía como enviaba todo su peso sobre mí, hasta que me volvió a llenar y siguió bombeando, movía su cintura de forma increíble, me dijo que me sostenga las piernas, me las agarré y ella mientras me bombeaba con rapidez, empezó a pajearme, pensé que no se me iba a parar, pero me equivoque, ella encontró la manera, y se coordinó de forma que mientras me bombeaba, me pajeaba a la misma velocidad. Se escuchaban los gemidos de los dos, como sus bolas golpeaban mis nalgas, el sonido de su mano pajeando mi verga con lubricante.

En un momento sentí como su verga se hinchaba dentro de mi culo, la sentí caliente, hirviendo dentro de mi culo, un chorro tras otro, mientras ella gritaba, gemía, cerraba los ojos y temblaba, pero en ningún momento me soltó la verga y exploté en su mano, un el primer chorro le llegó a sus tetas, el segundo al cuello y me pajeo más rápido, hasta que ya no salió más.

Podía sentir su verga palpitando en mi culo, se le iba bajando la dureza, la leche que tenía en su mano la puso en su culo, cuando salió por completo de mi sentía el río de semen salir de mi culo, Naomi se acomodó sobre mi pecho, nos besamos, y ese fue el inicio de nuestra relación abierta.

Espero les haya gustado mi relato, traté de poner todo lo que recuerdo de ese día, espero que vivan cosas así y más excitantes, ahora me despido por algunas semanas, pero tengo mucho trabajo acumulado, hasta la próxima.

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