Pequeña pero comelona

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Hace tiempo conocí a una compañera en un trabajo, que aún que no era muy alta, tiene un cuerpo firme, ya que le gusta practicar deporte.

En el trabajo me encantaba mirarla cuando llevaba escotes o licras porque se lograban remarcar esas tangas de hilo o de encaje que llevaba, hasta que un día renunció.

Para mí sorpresa fue cuando me contacto para realizarle algunos trabajos de carpintería, yo siempre iba con todo tipo de fantasías, y creo que ella también.

En la primera vez que sentí su provocación, fue cuando me recibió en un vestido súper entallado y sin ropa interior, por lo menos en la parte superior, ya que alcanzaba a ver cómo se le marcaban esos ricos pezones y abajo se le remarcaba muy bien las entrepiernas.

-Por poco y me agarras tomando un baño… -Me decía, ¿en qué sentido? quien sabe.

Y así pasaban los días, y siempre la grababa a escondidas como se le marcaban esos ricos pezones o como se le marcaban esas tangas.

En una ocasión al entregar un trabajo que me demoraría, me invitó a pasar mientras ella tomaba un baño porque saldría, tenía mis dudas y la perversión me gano, y me animé a mirar por su ventana, ufff la veía de espaldas como se enjabonaba, esas tetas y esas nalguitas bien duras que se veían, quien sabe si se percató pero me encantaba como se limpiaba entre su pecho y entrepierna, completamente depilada. Al salir me hice el tonto y ella se fue, aprovechando la confianza me robe su tanga recién usada para tenerla de recuerdo.

Pasaron los días y me enteré que salía con alguien, pero que aún no vivían juntos e incluso para su mamá que también era mi clienta, decía que su hija era bien puta, que por eso se salió del trabajo porque ya la buscaban solo para cogerla.

Una noche que no podía dormir me salí a dar una vuelta y sin querer ya estaba cerca de su casa, le llamé y me aceptó unas chelitas en su casa, al llegar estaba sacando a su hija, que se fuera a dormir con su abuela.

Ella me agradecía, por sacarla de la rutina ya que estaba estresada entre el trabajo y porque su galán la había propuesto matrimonio. Después de más charla que cerveza, ella me propuso dormir ahí en su casa porque ya era demasiado tarde, yo muy “forzado” acepté. Y antes de continuar ella entró a su recamara para cambiarse por algo cómodo, mi sorpresa fue que salió prácticamente desnuda, un baby doll de encaje.

Le propuse dormir en su sillón, pero como su sala es casi aire libre, me invitó a dormir en el cuarto de su hija, pero para suerte lo había dejado cerrado, yo insistía dormir ahí en su sillón, pero ella se negó.

-No, mira dame chance, me cambio de nuevo y te duermes en mi cuarto, ahí tengo una colchoneta, -decía ella

-¿Segura? No quiero ocasionarte problemas con tu galán le contesté

-No te preocupes no pasa nada, además te agradezco por sacarme del estrés, -contestaba nuevamente

Al entrar ella a su cuarto, la puerta no la cerró del todo y empezó a buscar una pijama, pero mientras se inclinaba solo veía como la tanga se la comía entre sus nalgas, dudé mucho en entrar pero me animé, la tome por sus caderas y empecé acariciar sus pechos y parte de su entrepierna mientras buscaba su clítoris entre su tanga.

-¿Que haces? -Me preguntó, pero no hacía por apartarme

Empezamos a besarnos y ella empezó a darme la mejor mamada que me hayan dado, quizás por su baja estatura, sentía fetiche por ver esa pequeña boquita meterse todo. Toda una experta me hizo correrme en su boca y mientras se lo comía y se limpiaba me tumba en su cama

-Espero este amiguito tenga, por más, porque yo quiero todo.

Le empecé por hacer un oral y estaba yo tan metido en sus entrepiernas, que cuando la vi, ya tenía un consolador negro en la boca, me calentó bastante que se lo quité, ella me ponía un condón con su boca y empecé a embestirla mientras su consolador se lo pasaba por el área anal.

Me pido de perrito, y yo seguía jugando en su zona anal, besándola y acariciándola.

-Ya mételo, me encanta cuando lo tengo en mi culo, romperme, quiero que me rompas. -Me decía mientras acercaba el consolador

-No ese, no, quiero sentir el tuyo, méteme el tuyo, ya romperme este culo, -decía mientras me quitaba el consolador.

Estaba apenas preparando la cabeza, para hacerlo despacio, pero de un solo empujón se dejó ensartar, pero un grito desgarrador, pero a su vez provocativo, y no paraba de gritar que se lo rompiera, mientras que con la otra mano empezaba a penetrarse con su juguete, solo sentía como internamente rozaba. Seguimos así hasta que se corrió, bañándome todo.

Le pedí que se pusiera unos tacones negros que siempre me gustaba verla.

Era mi fantasía tenerla así con esos puestos, por su tamaño no me costó cargarla y empezarla a penetrar, pero ella estaba tan prendida que ella hacía todo el trabajo.

La puse encima y después recargada sobre su escritorio, verla bien abierta y temblando con esos tacones, todo anal.

Hasta que le dije que me vendría pronto, ella sin decir nada, retiro el condón y me dijo “echamos dentro de mi vagina”, sentí como me vació, como apretaba para sacarme hasta la última gota.

Al término, solo se hincó y empezó a limpiarme con su lengua y boca, ya era madrugada y terminamos durmiendo.

Al amanecer me invitó a tomar un baño, pero cuando nos disponíamos, ya su mamá estaba en la entrada.

-Ya andas de puta de nuevo, -le decía mientras su hija entraba, ella se hacía la ofendida diciendo que solo pasé la noche como amigo

Y su hija con una sonrisa, me murmuraba, “espero la hayas dejado feliz, porque si no estar de malas todo el día y como aguantarla”.

Me despedí, de ella, y en el oído me decía que quedaba pendiente el baño, yo solo la nalgueé y le dije, “si mi putita, queda pendiente”.

Por suerte, hay trabajos todavía por realizar y podré seguir frecuentando el baño.

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