Por fin con mi vecina

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T. Lectura: 2 min.

Esto pasó hace algunos meses (no había podido ponerlo acá), si leyeron mi relato anterior podrán entender mejor la historia.

Como lo dije anteriormente tuve un pequeño acercamiento con mi vecina Flor, pues acá el desenlace…

Yo estaba hablando con Flor con frecuencia (solo por teléfono y muy pocas veces personalmente, pues tenía que ser discreto) pero no se daba la oportunidad de estar solos, hasta que un día para fortuna mía me llamó y me dijo que al día siguiente iba a tener un par de horas libres ya que sus hijos irían a clases y su esposo al trabajo, en ese instante sentí una gran emoción así que cancelé lo que tenía que hacer ya que iba a valer mucho la pena.

Pues llegó el momento, nos pusimos de acuerdo, me dijo que la buscara en su casa sin problema, yo lo hice, llegué y con algo de nervios y emoción la llamé diciéndole que estaba ahí afuera de su casa, cuando abrió la puerta nos miramos y ella con esa sonrisa que me fascina de inmediato se me paró cerré la puerta y fue ella quien se lanzó hacia mí para darme el primer beso, yo estaba ya demasiado excitado, no perdimos tiempo y me llevo a su recámara.

Seguimos besándonos al tiempo que ella me saco la camisa, yo también la despojé de su ropa hasta que ambos quedamos solo en ropa interior, ella llevaba un conjunto de brasier y un hilo de color turquesa, le saqué el brasier y comencé a lamer sus pezones que estaban deliciosos, ella gemía de placer y con su mano me acariciaba la verga por encima del bóxer.

Nos detuvimos unos segundos, se tiró en la cama y sin quitarle el hilo comencé a chuparle la panocha, estaba casi recién depilada, solo se había dejado una línea de vello de forma vertical, (no sé si ese sea el estilo de ella o tenía planeado lo que iba a pasar) estaba ya demasiado mojada y el sabor era exquisito, después de un par de minutos de estar disfrutando de tan delicioso manjar le dije que era el turno de ella, me dijo que me acostara sobre la cama y vaya sorpresa, se acomodó ella sola y empezamos un rico 69, así que aproveché y le comía el culo y la panocha al mismo tiempo, mientras ella me daba una mamada única; no podía creer lo que estaba pasando y nunca me hubiera imaginado lo que mi rica vecina sabía hacer.

Después de unos minutos se levantó y de su cajón sacó un condón que ella misma me lo puso, se acomodó en la esquina de la cama y yo empecé a penetrarla, primero lento y así fui subiendo la velocidad, Flor gemía de placer, eran gemidos diferentes a los de otras mujeres sus gemidos son únicos, después se acomodó para metérsela de perrito, le di una nalgada y empecé a bombear poco a poco más intenso igual la nalgueaba, me dijo que no lo hiciera muy fuerte para no marcar mis manos sobre sus nalgas sus gemidos se convirtieron en ligeros gritos muy excitantes por cierto.

Al final me tiré sobre la cama y ella empezó a cabalgar, lo hace muy rico, ambos lo disfrutamos, tanto que no tardó mucho tiempo así cuando de repente sentí un gran chorro que me mojó los huevos como en tres ocasiones mientras ella gritaba y yo gemía, sabía que había llegado el momento así que la tomé de la cintura, los dos hacíamos movimientos alocados y finalmente eyaculé con ella sobre mí, fue riquísimo, se quedó recostada unos instantes, recuperamos el aliento, nos dimos un gran beso de agradecimiento, se levantó y me dio papel para sacarme el condón y limpiarme mientras ella se dirigió al baño, nos vestimos y me acompañó a la puerta, volví a besarla antes de salir y le di una pequeña nalgada.

Después de eso tuvimos dos encuentros más, cada uno muy diferente pero igual de delicioso y satisfactorio.

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