¿Qué hago? (2)

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Me desplomé en el sillón, la cabeza no paraba de darme vueltas, fui a la cocina a prepararme unos mates, con todo listo, volví al sillón para analizar la situación.

En eso, una luz en mis pensamientos caí en la cuenta que, el del taller, no tiene mis datos, de hecho, ni se cómo se llama jaja, ni yo tengo sus datos, pero sé dónde queda, bien me dije, si quisiera volver a probar esa linda pija voy y listo, una bien.

Con Gus es algo más complicado, sabe donde vivo, tiene mi número y trabajo en el mismo lugar que él, y además es mi superior, joder, estás jodida Andrea dije.

Seguí tomando mates mirando a la nada, y volví a mis pensamientos, con Gus, no somos ni pareja, ni novios, ni amantes ni nada, o sea no tenemos compromiso, una voz del más allá me dijo, “¿tú Andrea estás enamorada de Gus?”, no dije, nooo y lo grité sin darme en cuenta. A ver el día de la fiesta de la empresa, me dejé llevar como una estúpida, y tuve sexo con Gus, y ya. Me pregunté, que tiene que ver haber tenido sexo, con que me regale un auto, nada me dije, si los informes que hago me salen bien, pues forman parte de mi trabajo, y por eso recibo un sueldo, y si quiere quedar bien, no me gusta, me hace sentir una prostituta, así que no me tiene que regalar nada.

Pasó el sábado, me quedé más tranquila con el panorama planteado, al día siguiente domingo, me daba vueltas lo del auto, así que busqué el WhatsApp que me escribió y le puse, “Buen día Gus, pensé lo de tu propuesta, y no me tienes que regalar ningún auto, gracias pero no corresponde”. El mensaje lo envié, pero no le llega, maldición, mire el mensaje el resto del domingo y no le llegaba, qué diablos.

Al día siguiente me preparaba para ir a trabajar, voy a ver el mensaje, y tenía el visto, “eyyy, no me claves el visto”, ya empecé mal la semana. Llegué a la oficina, mi amiga Gabriela me vio y me dijo, “que cara está la cebolla” jajaja.

“Si, no hables”, fuimos a tomar un café las dos, y le conté, ella me miraba y cuando terminó el discurso me respondió.

“A ver, lo que me contaste del auto, está bien lo que dices, él es un presumido, por otro lado, tranquilizate, el visto es porque viajó a un congreso a Europa, o sea si le vas a escribir no te va a responder, viene en dos semanas”. Yo abrí los ojos como dos platos, “y esa cogida que te diste con el del taller, se llama Miguel por si te interesa”, “queee, le digo, ¿tú lo conoces?”, “si, pero no me acosté con él, Miguel le consigue autos o le hace reparaciones, además está saliendo con una de acá de la empresa, la rubia de la oficina de personal”. Mi respuesta fue automática, “me estás jodiendo”, ella negó con la cabeza.

Luego de la charla con Gaby, me dijo, “tranquilízate no es nada tan grave”. Así fueron pasando los días, un poco más tranquila, llegó el sábado, sabiendo ya todo y teniendo el panorama más claro, por la tarde me fui a lo de Miguel, si un poco suicida lo mío. Me puse una pollera, y una remera de tirantes, llegué al taller, no se escuchaba ningún ruido, golpee las manos, y por detrás sin hacer ruido apareció Miguel, “ay me asustaste idiota” y él reía, y comencé con el discurso, “mira no voy a venir a trabajar contigo, yo tengo mi trabajo, además, me enteré que tienes una novia en la empresa donde yo estoy, así que nada, fue un placer adiós”.

Di un paso y me toma del brazo, me dice, “y así te vas a ir”, me toma por la cintura me atrae hacia él y me besa, “déjame, le digo, a ver si llega tu novia, y me metes en líos”, me responde “ella no va a venir”, y me sigue besando, me recuesta sobre el capot de un auto y me besa introduciendo su lengua, lo beso también, me susurra “me calientas mucho putita”, me levanta las piernas, las acaricia, hace a un lado mi húmeda tanga, y me besa la concha, le pasa la lengua por los pliegues y mis labios vaginales, yo estoy en un grito, le tomo la cabeza y se la hundo, pasa la lengua por el clítoris y me vuelvo loca.

Se incorpora baja su pantalón saca su pene, como un cuchillo, me ensarta, me hace dar un quejido, y arquear la espalda, “así hijo de puta, cogeme toda le digo”, “te gusta putita”, me dice, “si, le digo, me encanta”, acelera el ritmo de las embestidas, y le digo, “acabame en la boca”, me avisa que se va a venir, me bajo del capot, me arrodillo y se la comienzo a mamar, en eso escucho su gemido y se viene en mi boca, me descarga toda la leche caliente, trago todo, le limpio la pija con la lengua, y me incorporo, agitada, exhausta, y satisfecha.

A Miguel le digo, “será mejor qué no nos veamos más, no quiero líos, tampoco quiero que tú los tengas, coges muy rico adiós”, nos besamos y me voy. Subo a mi auto y voy rumbo a mi casa, me acordé que no me arreglé la tanga, traté de acomodarla, mientras reflexionaba, como coge el desgraciado.

Llegué al departamento, y solamente quería una cosa, ducharme, me desnudé, y deje que el agua caiga sobre mi cuerpo, después de un polvo. Me envolví en una toalla, le mandé un mensaje de voz a Gaby, su respuesta fue reírse.

Pasaron los días, pasaron las dos semanas, se suponía que Gustavo ya estaría de regreso, quizás tendría una respuesta al audio que le envié diciendo que no quiero un auto, por el contrario, sin respuesta. No voy a forzar más una situación, ya di mi opinión, no le daré más vueltas al asunto, y a disfrutar la vida.

Espero que les haya gustado.

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5 COMENTARIOS

    • Hola Ricardo, por lo general me doy cuenta porque lo dicen, y si, además se pone un poquitin mas tiesa, y luego viene la descarga.
      ¿Que siento?, uff, que pregunta, placer me siento plena de dar todo, y que la otra persona disfruto.
      Gracias.

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