Reencuentro con mi antiguo profesor

0
19485
27
T. Lectura: 4 min.

Acostada en mi cama con mi esposo me sentía tan bien, de pronto él dijo algo que me hizo recordar a una persona de mi pasado, no fue algo tan específico, fue algo que no lo involucraba directamente. “Hay que hacernos un tatuaje” dijo riéndose. Reí.

Me acordé del tatuaje que tenía y que nadie podía saber que era para él, mi profe, habían pasado casi 6 años y ya ni tenía su número (así era mejor) Pero era para él, ¿se acordará él de eso tanto como yo me acuerdo?

Esa noche no pude dormir, me acordaba de las veces en que estuve con él, en como me hizo experimentar cosas que aún en el fondo de mi conservo. Me excité, mi esposo lo notó, pensó que era por él, porque eso sería lo normal, ¿por qué me calentaría pensando en otra persona si se supone que no debería? Esa noche fue muy placentera, mientras lo hacíamos no paraba de imaginar que era mi antiguo profesor, me excitó más.

Pero venía con culpa, una culpa que no me hacía sentir mal. ¿Por qué me voy a sentir mal si ni siquiera lo he buscado? no he hecho nada malo.

Eso era lo que pensaba mientras caminaba hacia el banco, y lo vi. ¿Estaba imaginándolo o lo “manifesté”?

Él estaba con su teléfono, no me ha visto, pensé en saludarlo, pero eso implicaría una conversación y yo me conozco. Lo hice, lo saludé, él se sorprendió al verme y conversamos, cómo le decía indirectamente que extrañaba lo que provocaba en mí. Una vez hablamos de eso, me dijo que no le iba a importar que estuviera con alguien pero es a mí a la que me importa o me debería importar. No quiero sonar tan directa, no sé si siga pensando igual. Pedí su número, de una manera amigable, me lo dio y me arrepentí de haberlo hecho, ya no hay vuelta atrás.

Llegué a mi casa, y pensé varios minutos en lo que debería hacer, le escribí y hablamos, me sentía con una adrenalina difícil de comparar, supongo que era adicta, y tarde o temprano iba a caer.

Lo que hablamos era irrelevante, solo nos estábamos poniendo al día, después de varios días hablando tenía que tantearlo y la única forma era la misma que me había recordado a él.

-Sabes, yo todavía tengo el tatuaje con tus iniciales jaja- le mandé en mensaje, dependiendo de como conteste seguiré.

-jajaja no te creo, pruebas- dijo

-¿Qué pruebas quieres?- dije y me pregunté “¿que estoy haciendo?”

-Manda foto

-No, en persona se ve mejor- respondí y dejé el teléfono a un lado, no contestó por unos minutos cosa que me hizo pensar que tal vez él ya no quería.

-¿Cuándo puedes enseñármelo? -contestó

-Mañana

Me citó en un hotel muy al norte, estaba con un vestido esperando a que me recogiera y llegó. Sonreí al recordar.

Entramos a la habitación, lo miré y sonrió.

Lo besé y él comenzó a apretar mis nalgas con sus manos, despacio iba jugando con sus manos, cuando sentí que metió su dedo dentro de mi ano, algo que me hizo jadear; con su otra mano me agarró del cabello y me empujó más a él, haciendo que todo su dedo entrara en mi mientras me miraba fijamente. Lo sacó e hizo que chupara su dedo. Me había olvidado de que tan sucio podría ser estar con él.

Me quitó toda la ropa y yo la suya, besó mi cuello y se metió en la boca mis tetas; me arrodillé y vi su verga tan grande como la recordaba, la metí toda a la boca y comencé a chuparla, él con sus manos empujó mi cabeza haciendo que me atorara y lágrimas cayeran por mi rostro, tenía la boca llena de la saliva de su verga haciendo que todo mi cuerpo estuviera mojado.

Cacheteo mi rostro con sus manos, me levantó del pelo, me empujó en la cama, hizo que me pusiera en cuatro, me manipulaba como si fuera una muñeca sexual y eso me excitaba más. Puso su verga en el tatuaje y comenzó a moverse en él. Después de eso me comió el ano de una forma que hace tiempo nadie lo hacía.

Sacó un condón y se lo colocó, giro mi cuerpo, abrió mis piernas, se percató de lo mojada que estaba por él, sonrió y al oído me preguntó “¿estás mojada por mi verga?” y le respondí que sí.

Mientras me ahorcaba comenzó a introducirlo poco a poco dentro de mí, me hizo sentir escalofríos por todo el cuerpo, me agarró de la cintura mientras comenzaba a moverse cada vez más rápido, se acostó encima mío, sentir sus jadeos, el choque de su cuerpo contra el mío me hacía poner cada vez más húmeda dejando q su verga entrara con facilidad, abracé con mis piernas su cadera para que entrara aún más profundo y no saliera de mí, me lo metía tan duro y rápido, que me hizo venir y gritar como nunca.

Me puse de nuevo en cuatro y así comenzó a darme mientras su dedo pulgar estaba dentro de mi ano de nuevo.

-¿Lo meto por atrás? -me preguntó después de unos minutos

-¿Por qué me preguntas si es tuyo? -le dije sonriendo

Escupió su pito y mi culo, y lo introdujo todo dentro de mí, me estaba cogiendo tan rico por ahí, me levantó con los brazos aún atrás y comenzó a darme tan duro con su verga que esperaba que nunca me la sacará, me dieron ganas de orinar y él me ordenó que lo haga, dejé la cama empapada.

Empujó mi cuerpo al suyo y me susurró “¿Tu marido te lo hace así?”

“No” le respondí mordiéndome los labios, “mi marido no me coge así como tú”

Me empujó de nuevo a la cama aún con su verga adentro y puso su pie sobre mi cabeza, mis gemidos eran aún más fuertes con cada metida que daba, sentía que me estaba partiendo el ano. Sentía su pene tan al fondo de mí.

-Cagate en mi verga -me dijo- yo sé que quieres puedo sentirla

Empuje solo un poco, y salió, dejando su pelvis y su pito embarrado, mi mierda servía como lubricante, haciendo que entrara más rápido y mejor, Me sentía sucia, era su puta otra vez, cosa que ya extrañaba.

Me arrodillé de nuevo adelante de él, con el culo adolorido, metió su pene dentro de mi boca y me la dejó llena de su leche, me la tragué toda, sabía tan rico. Me obligó a lamer toda la mierda que tenía en su cuerpo hasta dejarlo limpio.

Fue incluso mejor de lo que esperaba. Estuve pensándolo cada noche después de eso, curiosamente mi vida sexual mejoró… y mucho.

Mi esposo se preguntaba por qué últimamente estaba tan excitada, no sé imagina lo mal que me porté, ni lo bien que me sentí haciéndolo. Pensé todo esto mientras con maquillaje cubría un chupetón que me había dejado en el cuello.

Loading

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí