Quien no ha fantaseado alguna vez con una compañera de clase, creo que todos tuvimos ese anhelo, lo que nunca me imaginé que unas de esas fantasías se me dieran de un momento a otro.
Todo comenzó a mediados de 2024 yo me encontraba trabajando de manera remota para una empresa Mexicana como Full Stack Developer.
En eso me llega una notificación a mi celular de Messenger reviso y era un mensaje de Joseph un antiguo compañero de colegio, el radica en estados unidos. La empresa donde trabajaba le había brindado vacaciones y quería aprovechar para visitar familiares y amigos que hace años no veía, tenía pensado realizar un reencuentro con toda la promoción del colegio y estaba tratando de localizarnos a todos, algunos si estaban inubicables.
De los 35 que éramos en la promoción solo pudo localizar a 21, 7 desistieron por algún motivo solo quedamos 14 para el reencuentro que sería el sábado a las 8 pm en la casa de una compañera, que ofreció su casa que cuenta con azotea donde tendríamos más privacidad.
Me vinieron sentimientos de alegría emoción volver a verlos después de casi 11 años, que habría sido la vida de cada uno, a varios no los veía desde la fiesta de promoción. Ese sábado iba a ser uno de los mejores del año.
Me preparé sin mucha prisa pero con detalle, eligiendo ropa casual pero que me hiciera ver bien. A las 7:45 pm ya estaba en camino, y al llegar a la casa de Camila —la compañera que había ofrecido su azotea— me encontré con varios saludos efusivos, abrazos largos y carcajadas llenas de nostalgia. El ambiente era cálido, relajado, casi mágico.
Y entonces la vi, a mi mejor amiga de la secundaria Serena, llevaba un sombrero vaquero tipo cowboy, un vestido blanco de corazones, su cabello era ahora rubio dorado, sus ojos verde ámbar mostraban un rostro armonioso, Tenía una estupenda figura se mantenía en forma, ya no era la niña que conocí ahora era toda una mujer.
Apenas me vio me regalo una sonrisa. Salió de su asiento y se dirigió hacia mí.
Nos abrazamos.
Serena: Como ha pasado el tiempo, creí que ya no te volvería a ver.
Yo: Como has cambiado te vez hermosa, seguro haz roto muchos corazones.
Reímos.
Serena: Tenemos mucho de que conversar.
Yo: Seguro, pero vamos con el grupo quiero saludar a los demás.
La agarre de la cintura y nos dirigimos con los demás compañeros.
De los 14 que nos reunimos ese día 8 éramos hombres y 6 mujeres. Unos compañeros fueron a comprar cervezas, vino, hielo y piqueos (Snax).
Cada uno empezó a contar su vida como le había ido, o la desgracia que era su vida. Los problemas en sus trabajos, la falta de dinero, infidelidad, abandono de sus parejas, etc.
Hasta Serena cuando llego su turno de hablar, conto que ahora era madre soltera de 2 niños pequeños cuyo padre se fue a comprar cigarrillos y nunca más volvió. Trabaja como asistente en una biblioteca con un sueldo que apenas le alcanzaba para sobrevivir, vive con su madre que la apoyaba con el cuidado de los niños mientras trabaja.
De los 14 presentes solo la mitad 7 pudimos ir a la universidad, de los cuales solo 3 la logramos terminar. Angie que era una abogada titulada y madre de una niña, aparte de su profesión tenía un emprendimiento de venta de ropa por Facebook.
Joseph que ahora era Economista y trabajaba en una empresa en Estados Unidos.
Si bien la paga era buena, era mucho estrés laboral, que no le dejaba tiempo libre.
Hasta que llego mi turno:
Yo: Bueno soy Ingeniero de sistemas de profesión, trabajo de manera remota para varias empresas como freelancer, tengo aplicaciones en la google play que me generan ingresos todos los meses, al igual que canales de YouTube. Invierto en bolsa en acciones que me generan dividendos. Hablo 3 idiomas español, inglés y portugués. Soy dueño de un Mercedes Benz aunque más me movilizo en moto y tengo un Pent-house en la costa verde donde cada mañana salgo desde mi terraza con una copa de Martini, a disfrutar de la brisa marina. ¡Mi vida es genial!
Todos se quedaron en silencio.
Serena: ¡Fanfarrón!
Camila: ¿Y esta con alguien?
Yo: No por ahora no, así que disfruto de mi soltería.
Anguie: Wow, a ti si que te ha ido bien en la vida.
Yo: Si pero no ha sido fácil, comencé como repartidor de delivery en bicicleta para pagar mis estudios, hasta terminar mi carrera. Pedaleando hasta altas horas de la noche bajo la lluvia. Es difícil pero si tienes un objetivo en mente todo es posible.
Serena: ¿Que paso con Grace?
Yo: Bueno descubrí que me engañaba con otro chico, terminamos y al poco tiempo me entero que sale embarazada de él, me dolió bastante porque la quería mucho, pero decidí que lo mejor era alejarme y cortar cualquier vínculo con ella. La última vez que la vi fue en la misa de gallo del 2015 estaba acompañada de su madre y hermana, con una panza de 7 meses. Apenas termino la misa salí rápido para que no me vea, de ahí ya no la he vuelto a ver.
Serena apoya su mano sobre mi hombro para darme aliento, ella más que nadie sabía cuánto amaba a Grace.
Luego pusieron música y nos pusimos a bailar mientras la noche avanzaba.
A algunos el alcohol ya les empezaba a hacer efecto pero aun así el reencuentro duraría hasta el amanecer.
Serena se lanza sobre mí y me abraza estaba muy mareada, me pide si la puedo llevar a casa. Nos despedimos de los que seguían aun consientes, otros ya dormían en el sofá o sobre las mesas.
Serena: Ese es tu Mercedes, es hermoso.
Yo: Si, vamos antes que se convierta en calabaza.
Sonríe.
Sube al auto, yo también me encontraba un poco mareado así que tenía que manejar con cuidado. Mientras iba manejando por el camino Serena no aguanta más y arroja todo el licor consumido en mi auto, manchando su vestido.
Serena: Perdóname
Se recuesta sobre el asiento quedando profundamente dormida, Yo también me sentía mal y conducir hasta su domicilio y luego regresar a mi pent-house iba a ser todo un desafío. Así que di media vuelta y fui de frente al pent-house.
Dejo el auto en la cochera y la cargo sobre mis hombros, llevando su cartera. Entramos por el ascensor hasta el pent-house, la llevo hasta mi alcoba donde la recuesto sobre la cama. Comienzo a sacarle el vestido que estaba embarrado de vómito, dejándola en ropa interior.
Me quedo viéndola por unos minutos y decido sacarle las sandalias y su ropa interior dejándola completamente desnuda sobre mi cama.
Llevo su ropa a la lavadora, al regresar no podía aguantar las ganas me quito la camisa y me echo sobre ella. Comienzo a darle picos en la boca y el cuello, mi miembro se pone erecto. Por lo que procedo a quitarme los vaqueros.
Coloco mi miembro sobre su vagina donde procedo a penetrarla, luego una vez dentro comienzo a bombearla hasta finalmente venirme dentro de ella. Caigo rendido sobre ella quedándome profundamente dormido.
Luego de unas horas siento movimiento lo que me hace despertarme. Me recuesto a un costado saliendo de estar encima de ella.
Serena: ¿Que ha pasado? ¿Que me has hecho? ¿Por qué estamos desnudos? ¿Dónde estamos?
No sabía que decir, solo guarde silencio. Coloca su mano sobre su vagina y nota el semen dentro.
Serena: Te has aprovechado de mí.
Yo: Serena perdóname estaba pasado de alcohol y no me quise aprovechar de ti, este…
Serena: Ahórrate las palabras, donde está mi ropa.
Yo: Esta en la lavadora, vomitaste en el auto y embarraste tú vestido por eso te lo quite.
Serena: Y ahí te aprovechaste.
Yo: Perdóname…
Serena: ¿dónde está el baño?
Yo: Es la primera puerta
Se levanta y se dirige al baño, yo estaba agarrándome la cabeza, por Dios que le hice, nunca va a perdonarme. Ya la fregué ahora solo queda asumir. Demoro varios minutos en salir del baño.
Cuando finalmente salió, estaba envuelta en mi toalla que solo le cubría la mitad de su cuerpo. Me quedo mirando un rato, con los brazos cruzados.
Serena: Tranquilo, no voy a denunciarte.
Suspiro.
Serena: Solo espero que no me hayas embarazado.
Me quede congelado.
Comenzó a caminar por la habitación. Mirando cada detalle.
Serena: Veo que después de todo no eras un fanfarrón, tienes una hermosa casa con vista al mar, el baño también estaba hermoso hasta vi un jacuzzi.
Hasta que mira su cartera.
Serena: Mi cartera seguro mi madre me ha escrito, voy a decirle que me encuentro bien. Que solamente mi ex compañero. Me ha…
Se sienta en el sofá de la habitación y comienza a escribir.
Yo: Serena, Perdóname te prometo que no volverá pasar.
Serena se quita la toalla que la cubría quedando desnuda, luego procede a echarse en forma horizontal sobre el sofá.
Serena: Seguro que no va volver a pasar
Yo: Si me provocas, no me hare responsable de mis actos.
Se levanta y se camina hacia mí.
Yo: ¡Serena alto! ¡Serena detente!
Serena: No me digas que todavía eres tímido
Pasa una mano sobre mi cabeza bajando sobre mi pecho.
Serena: Vas al gimnasio, veo que sacaste cuerpo ya no eres ese chico delgado y débil que conocí.
Yo: Serena si sigues así voy a volver a…, es en serio.
Esas palabras parece que la calentaron.
Serena: Pues hazlo estaba vez quiero estar consiente.
La agarro de la cintura y la lanzo a la cama, me abalanzo sobre ella como un león a su presa. Tanto que ella misma se sorprende.
Comienzo a pasar mi lengua por sus labios vaginales y clítoris.
Serena: Por dios… Donde aprendiste eso.
Comienza a gemir.
Serena: Me voy a venir antes de que me penetres
Me detengo y la veo, ella pregunta ¿Qué pasa? en ese momento el mundo pareció detenerse. Nadie más importaba. Solo ella, su cercanía, ese brillo en sus ojos. Me acerqué un poco más, con la duda a punto de romperse
Nuestros labios se encontraron primero con suavidad, como tanteando. Mis manos acariciaron su espalda, sintiendo la calidez de su piel. Ella me rodeó el cuello con sus brazos y se pegó a mí.
No hubo apuro, solo deseo contenido, profundo, que se deslizaba entre miradas, caricias y suspiros. Hasta que nuestros labios se devoraron de pasión comenzando el juego de lenguas.
Era el momento perfecto de la penetración, mi miembro comienza a entrar en sus paredes vaginales hasta llegar al fondo, ella cruza sus piernas amarrándome con ellas para que alcance mayor profundidad.
Desea más lentitud, quiere que mi miembro juegue profundamente dentro de ella, que se aleje como si la abandonara y vuelva a entrar con más fuerza; este ritmo va renovando su deseo y haciendo crecer su ansia hacia el límite. Rendida y sudorosa, con el corazón desbocado, los músculos tensos y el cuerpo febril, comienza a llegar poco a poco al clímax, voy aumentando la velocidad, ya no me detendré hasta que me derrame dentro de ella y toquemos el techo del placer.
Serena emite un fuerte gemido lo que le provoca un fuerte estallido, había llegado al orgasmo. Yo retarde la eyaculación para esperarla pero era el momento y eyaculo en su interior logrando ambos llegar al clímax. Estábamos agotados pero plenos, seguíamos estrechamente abrazados sin desear desprendernos mientras mi miembro va reduciendo su tamaño en el interior de su vagina.
Continuará.
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