¡Hola! Como ya he comentado en mis anteriores relatos y como ustedes han leído soy una mujer sin tabúes, y si los tuve algún día ahora ya no están.
Me gusta disfrutar de mi cuerpo y siempre tengo presente lo que quiero, y eso es parte de mi madurez como mujer.
Les he contado varias de mis experiencias sexuales, en las cuales disfruto el momento además de que son personas con las que he repetido algunos encuentros, esta ocasión les contaré de un encuentro casual, un encuentro que solamente ocurrió una vez y jamás volví a saber de él, aunque aclaro fue con una persona que ya conocía de años y la cual me gustaba muchísimo.
En esa ocasión pedí permiso para ir al bar, y digo pedí permiso porque como pareja o esposo es una regla que tenemos y más que pedir permiso es saber si la otra persona está de acuerdo además de que es para que sepan dónde “ando” en caso de algún percance, así que pues me fui al bar con mis amigas.
Era noche de karaoke, así que pues era la ocasión de sacar el sentimiento en las letras de las canciones.
En esa ocasión pedimos de tomar mis amigas y yo, y pues se acercaron unos chicos, la verdad no los conocíamos, simplemente nos querían invitar algo pero nosotros nos negamos, en fin. Pasaron los minutos y con ellos las cervezas, los chicos nos mandaron más vino como cortesía, sin embargo nosotros no aceptamos y se los regresamos, uno de ellos se me hacía conocido pero no recordaba de donde, era las 1 am aproximadamente y tenían que cerrar el bar así que decidimos seguir en una disco que justamente estaba a media calle del bar.
Bueno, al salir y llegar a la disco notamos que mucha gente que estaba en el bar se había ido al mismo lugar que nosotras. Seguimos tomando y bailando, la verdad la estábamos pasando muy bien. Sin saber quién era, el DJ nos mandó saludos justamente a la mesa donde estábamos nosotras, solamente gritamos y dimos las gracias, en su descanso ese DJ bajo y nos saludó, si lo conocía y era un amigo nuestro de cuando trabajaba en mi antigua empresa, él también había trabajado ahí, Ricardo muy guapo él aunque muy gordito y chaparrito, sus ojos verdes, sus labios gruesos, su barba cerrada lo hacían ver atractivo, estaba guapetón a pesar del físico, y la verdad me atraía desde que trabajábamos en la otra empresa.
Comenzamos a platicar, comento que él invitaba a las chicas a subir a bailar y hacer ambiente en donde tenía la consola, invitó a varias mesas donde había mujeres a bailar y después nos invitó a nosotras, subimos mis amigas y yo, así que empezamos a bailar ahí, empezó un cachondeo rico yo me movía y él también lo hacía el coqueteo era delicioso y la verdad me había mojado demasiado ya en esos momentos, entre el licor y el movimiento estaba que ardía.
Bajamos de ahí, puesto que no podíamos estar mucho tiempo y seguimos bailando abajo, fue cuando llegaron los chicos del bar y se sentaron a unos metros de nosotras, no nos quitaban la mirada de encima así que pues seguimos nosotras bailando y moviéndonos, la noche se había hecho para disfrutarla, mi esposo me llamó para saber cómo estaba, le dije que bien que no se preocupara, le dije que llegaría más tarde y colgamos.
Fue entonces cuando se me acerco uno de ellos yo lo conocía o por lo menos se me hacía conocida su cara pero no recordaba en ese momento de donde debido a mi estado de ebriedad, solamente recuerdo que ese día tenía una playera amarilla, usaba lentes, alto y delgado. Me invito a bailar por lo que accedí al terminar de bailar cada uno se fue a su mesa, mientras Ricky no dejaba de mandar saludos a nuestra mesa, en alguna que otra ocasión intercambiábamos miradas, me sentía excitada solamente de echar a volar mi imaginación, mi amigo de la otra mesa me volvió a sacar a bailar otras piezas más.
Eran casi las 4 am cuando estaban dando por terminada la noche en la disco, los clientes pedían más tiempo, por lo que nos pusieron como condición consumir mínimo 300 por mesa para esperar más tiempo a cerrar. Así que pagamos y nos llevaron más alcohol, una de mis amigas ya estaba dormida, prácticamente tirada en la mesa las demás seguimos bailando y tomando.
Se me acerco el chavo de amarillo y me dijo que ya había rentado el privado, que fuéramos que solamente íbamos a platicar a lo que yo accedí, sabía que no iba a platicar si no tal vez a algo más así que me llevé mi bolsa, ya estando en el privado, si comenzamos a platicar me dijo su nombre pero que todos le decían “chicon” y que era primo de mi esposo, ¡así como lo leen!
Era primo de mi esposo, ya que según a lo que me explicó él era hijo de una prima hermana de mi suegra, que nos habíamos conocido en mi boda y en algunas reuniones familiares, la verdad no me lo esperaba, me dijo que le gustaba mucho que siempre le había atraído, quiso besarme y no lo deje, le expliqué que no quería problemas, así que desistió y me preguntó que si ya me iba a ir que él me acompañaba le dije que no, que tal vez más tarde, salimos del privado, y si solamente platicamos, no pasó nada, aunque estaba tan excitada pensando en una situación familiar que yo quería que pasara de todo en ese momento, sin embargo la verdad no quise problemas con él ni mi esposo.
Al salir mucha gente ya se había ido, quedaban pocas mesas así que decidimos dejar el lugar, al ver que íbamos a salir Ricardo nos mandó de nuevo saludos y dejo la música puesta, bajo y nos dijo que nos esperáramos que él iba a terminar y nos llevaba a la casa, la verdad Isabel ya estaba muy dormida, Caro ya quería irse y Yuri entraba a trabajar a las 8 así que no podíamos esperar, se ofreció a llevarnos a la casa así que accedimos, terminó la música y “Chicon” solamente observaba como me subía al carro de Ricardo junto a mis amigas.
Comenzamos a repartir a una por una, yo era la más sobria de las 4 al menos eso creo, y como no si con tremendo susto que me pego el primo de mi esposo se me bajo la borrachera. Cuando dejamos a la última de mis amigas Ricky me dijo que se le había olvidado su chamarra que si lo acompañaba al bar por ella, yo accedí la verdad era agradable su compañía y como lo dije era guapo a pesar de estar llenito y chaparrito.
Se bajo del auto y me dijo que si no quería pasar a la disco que él me invitaba algo de tomar, bajé, sin embargo ya no había nadie en el bar estábamos sólitos, me sirvió un tequila y comenzamos a platicar, eran casi las 6 am y le dije que me tenía que ir, que la plática había estado exquisita pero que era tiempo de irme, sin embargo al decirle eso me dijo que si estaba segura, y me beso sorprendentemente.
Era el momento que esperaba pero no quería verme muy urgida, comenzó a besarme y yo a él, me hice la difícil, con mi clásico “estoy casada”, sin embargo dijo que ya sabía, que siempre veía cuando mi esposo iba por mí al trabajo, y que no le importaba, me acariciaba desesperado, me apretaba las tetas y mordía mis labios, yo pasaba mi mano por su pantalón esperando una reacción y así fue, se quitó la playera y el pantalón yo hice lo mismo, solamente me quede en ropa interior, seguimos besándonos y fue ahí cuando me subí a la barra y me comenzó a hacer sexo oral, se puso un hielo en la boca y fue riquísimo, sentía delicioso el sentir el hielo en mi clítoris mientras él jugaba con sus dedos en la entrada a mi vagina.
Siguió y yo la verdad no quería que parará sin embargo era mi turno, le baje el bóxer y… ¡Oh dios mío! Era un pene corto pero sumamente grueso, la verdad era algo que no había visto en mi vida hasta ese momento, había probado penes de todo tipo sin embargo la de él era gruesísima, comencé a mamar su cabecita y vaya que era pequeña su cabeza, pero a partir de ahí hacia el tronco era gruesa, me daba miedo engullir todo eso y que no me cupiera comencé a mamar poco a poco hasta que llegó un momento en el que me la metió toda a la boca, la mame, él solamente me tomaba de la cabeza sin sacarla de mi boca yo con la desesperación de que ya me dolía la quijada de no tomar descanso.
Seguí chupando ese grueso y digamos corto pene, al sacarlo me pego con él en la boca me dijo que si me gustaba, le dije que si, tomo mis tetas y lo colocó en medio de ellas, yo solamente las apreté mientras él se movía, una tremenda rusa para esa corta y gruesa verga.
Quite mis manos de mis tetas y me dijo que si traía condones, le dije que si, y saque de mi bolsa un par, mi sorpresa fue que no le quedó, ¡así como lo leen! No le quedó, no entraba en el condón, decidí disfrutarla así, al natural, pero recordé que no debía darme esos gustos y menos con desconocidos, así que hice el intento una vez más y como pude se lo coloqué, claro, con su ayuda.
Me recargue en la barra y subí mi pierna a un banco, atrás de mi se colocó él y se dispuso a penetrarme, al momento de hacerlo era un dolor rico y una exquisita sensación de placer, sin embargo no entraba del todo o más bien, en esa posición no alcanzaba a meterla toda, así que no era totalmente placentera mi relación, lo acosté encima de la ropa que estaba tirada, y tomé su pene en una de mis manos mientras con la otra me recargaba en su abultado abdomen, en cuclillas introduje poco a poco su verga hasta tenerla toda adentro, así en cuclillas, con tacones y con su gruesa dentro de mi me moví, solamente disfrutaba el ver su cara y el que me tomara de las tetas mientras me movía.
La verdad era rico pero me dolía un poco, hasta que mi vagina se dilato y se adaptó. Me cansé de los tacones y decidí cambiar de posición, me recargue en la barra de nuevo y le pedí que me la metiera, estábamos del mismo tamaño ya quitando mis tacones, sin embargo al momento de querer hacerlo así no pudimos, no entraba toda que era lo que yo quería. Así que me puse en 4 en el suelo, le pedí la verga en la posición de perrita.
Una de mis posiciones favoritas así que se arrodilló atrás de mí y me la metió, se movía mientras se abría camino en mi vagina, era delicioso yo solamente gemía y le pedía que no parará, jalaba de mi cabello y me nalgueaba mientras yo pedía más y más, era mi noche de andar de puta.
Sin embargo no llegaba hasta adentro, pero era por lo corta que la tenía, así que le ayude, comencé a moverme junto con él, así en 4 me movía para sentirla lo más que se pudiera dentro de mi, estuvimos varios minutos cogiendo de esa manera, andaba pedisima.
Decidí sacarla y me acosté sobre la ropa, le abrí mis piernas y comenzó a dedearme, yo solamente me apretaba los labios y pedía su pene dentro de mi, así fue, tomo mis piernas juntas las levanto y me la metió, mientras lo hacía tocaba mi clítoris, no paraba de gemir y de pedir más, yo quería seguir sin embargo comenzó a moverse más y más rápido, mientras mis piernas descansaban en sus hombros se movía demasiado rápido, estábamos excitados, abrió mis piernas y se recostó sobre mi, mientras yo con mis piernas alrededor de su cintura lo aprese para que no me la sacará y así fue, comenzó a moverse más y más rápido, su sudor caía en mi cara mientras él se ponía coloradito, era rico sentir como su verga entraba y salía de mi, hasta que llegó su orgasmo, ¡si!
Se vino y yo aún no. Lo saco y se acostó en el suelo, le dije que iba al baño y me lleve mi ropa, cuando salí ya estaba cambiado él y yo también, solamente me puse mis tacones y me llevó a mi casa, cuando íbamos en camino no hablamos de más, solamente me dijo que él trabajaba los fines de semana en el bar y que cuando quisiera ir estaba a mis órdenes. Le dije que si, que no se preocupara me dijo que ojalá lo hubiera disfrutado tanto como él, solamente le dije que a excepción de que no llegó ni orgasmo todo había estado bien, me respondió que ya habría tiempo para eso, jamás volví a esa disco dicho sea de paso mientras él estuvo de DJ.
Llegué a casa, mi esposo estaba dormido y yo tenía ganas de tener un orgasmo, estaba aún caliente así que entre al baño, me limpie un poco y entre a la recamara, tome mi vibrador y mientras mi esposo estaba dormido salí al baño y comencé a tocarme imaginándome que Ricky me seguía haciendo suya hasta que llegó mi orgasmo, metía y sacaba ese pedazo de látex de mi vagina tocaba mi clítoris con la otra mano hasta que me vine, ya siendo muy tarde cuando termine solamente me bañe y prepare el desayuno, cuando se levantó mi marido ni cuenta se dio a que hora había llegado o al menos eso pienso yo.
Mis anécdotas sexuales son amplias y trato de no dejar detalle alguno fuera de ellas, espero disfruten todos y todas así como yo disfruto de mi vida sexual.
Espero sus comentarios.
![]()
Hola Wendy.
Siempre se me ha antojado hacerle sexo oral a una buena hembra en una barra, además de acabar cogiendo como locos, claro está. Conseguiste parármela muy rico, imaginando que mi verga si te entra toda y hasta el fondo.
Beso.
Muchas gracias Iván! créeme que he tenido experiencias de todo tipo, y ese día me encantó, me hubiera gustado más obviamente, pero también dentro de la madurez que alcanzamos en este tipo de situaciones sabemos que el tiempo es corto y hay que aprovecharlo al máximo. Saludos.
Al fin terminé de leer todas tus anécdotas, gracias por compartir y felicitaciones por decidir vivir tu sexualidad plenamente, como lo comenté en tu primer relato, la monogamia es una forma de control social.
Saludos
Gracias por leerme Kazador, agradezco infinitamente el que te des un tiempo para leer mis anécdotas, voy empezando a escribir y la verdad aún me faltan muchas cosas por contar, y como siempre he dicho, el hecho de que una mujer viva su vida sexual de manera plena no la hace una mala mujer, simplemente se descubrió a sí misma y decidió disfrutar.
Como los anteriores relatos, muuy exitante.
Gracias Jhosep, espero me sigas leyendo.
Muy bueno, es el primero que leo atraído por tu foto . Seguiré con los demás relatos.
Espero y los demás te hayan gustado como te gustó este, y eso que apenas estoy empezando a escribir de mis primeros amantes y mis primeras aventuras. Saludos.