La noche lluviosa con la tía Gloria (Parte 1)
Abrí los ojos. Por unos segundos se me había olvidado dónde me encontraba. Escuché el canto de varios pajaritos. Vi tenuemente la claridad de la luz matutina reflejarse en el cielo raso inmaculado. No, esta no era mi casa, ni mi alcoba. Entonces de golpe recordé lo que me había sucedido. Mire haci...