Mi hija y yo somos yo y mi hija (3)
Esa mañana no pasó nada más, excepto que practicamos la felación, que me explicó con detalle, ya que se ve que conocía la técnica y los puntos que había que tocar, otra vez la penetración, lo que papá llamaba el perrito, que era ponerse a cuatro patas, en fin, que dimos...