La venganza del ciego
Gerardo, Adelita y Marta, estaban frente a Sebastián y su sobrina, sentados a la mesa del comedor de la casa del ciego. Sobre la mesa cinco platos de almejas a la marinera que estaban comiendo con las manos. El cura le dijo a Adelita.
-Están buenas las almejas. ¿Las hiciste tú, Adelita?
-Sí, son al...