El juego del poder
Con una sonrisa en el rostro, Clara decidió que era el momento de establecer su dominio. Avanzó hacia él con confianza, sus pasos firmes resonando en el suelo. Se acercó lo suficiente para que sus ojos se encontraran, y en ese instante, el mundo exterior desapareció. Alejandro, intrigado y un poco intimidado, asintió. Clara comenzó...