El infierno: Epílogo de encuentro casual y de voyerismo
No dice nada, solo suelta las esposas, me gira nuevamente quedando frente a él y me las coloca de nuevo, pero solo de mis manos, luego me toma por las caderas y me alza haciendo que me clave nuevamente en él. Sus embestidas son fuertes, coge la cadena de las pinzas con la ...