Minerva es el erotismo tabú puesto al desnudo (5)
Así, en cuclillas, el negro pegó sus gruesos labios a la vagina de Minerva, y se llenó su boca de ese clítoris y de esos suculentos labios, y los succiono y lamió como si llevara varios días sin comer. Minerva empezó a exhalar unos breves gemidos, los cuales intentaba contener mordiéndose el índice de su mano libre. Una suave llu...