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Fantasías Eróticas

Los mejores relatos sobre fantasías eróticas. Descubre los sueños prohibidos, húmedos y morbosos contados por los nuestros autores.

Relato destacado

Fantasías Eróticas » Pag. 7

Minerva es el erotismo tabú puesto al desnudo (5)

Así, en cuclillas, el negro pegó sus gruesos labios a la vagina de Minerva, y se llenó su boca de ese clítoris y de esos suculentos labios, y los succiono y lamió como si llevara varios días sin comer. Minerva empezó a exhalar unos breves gemidos, los cuales intentaba contener mordiéndose el índice de su mano libre. Una suave llu...

Minerva es el erotismo tabú puesto al desnudo (4)

Mientras le comía la boca, la atrajo por la cintura hasta juntar y frotar sus pubis, y luego dejó caer sus manos hasta los glúteos y se los magreó a gusto, asiéndola suspirar. Un par de minutos después, cuando intentó bajarle el tanga y meterle la mano por delante, ella se despegó de él y le recordó con un carraspeo...

Minerva es el erotismo tabú puesto al desnudo (3)

El juego empezó con normalidad. Pero, a través del agua cristalina, Nicolau se percató de que cuando Minerva quedó de última y al flaco le tocó el turno de sumergirse y llegó a la altura de Minerva, se atascó entre la apertura de sus piernas, y en un torpe intento por salir del otro lado, metía las manos entre sus...

Minerva es el erotismo tabú puesto al desnudo (2)

Minerva puso una mano abierta en cada glúteo, y los separó, permitiendo que vieran el hilo elástico que discurría a lo largo de la raja del culo. Era tan delgado que no cubría por completo su lampiño ano, permitiendo distinguir las delicadas estrías que rodeaban el sonrosado orificio. Mantuvo esa posición varios segundos, escuchan...

Minerva es el erotismo tabú puesto al desnudo (1)

Sin discreción ante los otros universitarios, el negro empezó un toqueteo entre las piernas de Minerva, que terminó por hacer trepar su falda hasta las caderas, dejando a la vista de los demás los laterales de sus glúteos, y haciendo que sus pálidas mejillas se le encendieran y de su boca emanaran gemidos blandos y dulces. Muy a su ...

Noche en el Caribe con mi esposa traviesa

El beso fue profundo, desesperado. Roxana se arqueó hacia él mientras Alejandro bajaba por su cuello, besando y mordiendo suavemente la piel marcada. Su boca descendió hasta sus senos, atrapando un pezón entre los labios mientras sus manos exploraban su cuerpo sin reservas. Cuando deslizó la lengua entre sus muslos, Roxana jadeó, ab...

La leyenda de dioses y mortales

En la esquina de la habitación, una lámpara emitía una luz suave y tenue. Él besó cada centímetro de su deseo, desde el ombligo hasta su vulva, sosteniendo sus piernas esbeltas en sus manos. Sus labios estaban abiertos como una flor, y aquel pequeño clítoris se llenó de sangre. Lo movió con la lengua, ella gimió y cerró los oj...

Nueva historia con la chica del piercing

Mientras lamía su cuello y mis dedos acariciaban lentamente, otras veces de forma rápida los labios de su vagina, mientras entre mis dedos se asentaba lo húmedo de su coñito, le pedí que me la mamara, que quería sentir su lengua, pero ella no estaba por la labor de que yo lo consiguiera tan fácilmente, continuaba pinzando mi verga ...

Una noche muy distinta a las demás

Yo no podía más que pensar en poseer su otro agujerito. Las ganas de meter mi erectísima polla en ese precioso ano eran patentes. Tras humedecer la zona con mi lengua y saliva y dilatarlo con mis deditos me dispuse a penetrarlo suavemente. Así fue, aquella sensación de fricción era increíble. Mientras movía mis caderas delante y a...

Llevo a mi esposa a un cine porno

Le devoraban la boca con semen, hasta que aparece el tipo que había visto en la boletería la toma de un brazo la lleva para un rincón apoyándola contra la pared, saca un pedazo de pene dos veces el mío, y se lo clava en su conchita, se veía como hacia bailotear las tetas con cada envestida, luego la hace...
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