El hijo del vecino
Joel no tuvo que ni masturbarse para eyacular, con las fuertes penetraciones del viejo y el roce de las sábanas en su polla, el joven expulsó una cantidad considerable de semen. Matty lo notó y, en lugar de parar, aún fue más rápido. Necesitó tirar de un poco más de lubricante, la entró de nuevo en aquel glorioso agujero que...