Me convertí en el esclavo sexual de Manuel
Entonces Cecilia comienza a gozar un orgasmo, gritando hasta quedar tendida en la cama; ver el pene erecto de Manuel me puso como avión, y sin pensarlo dos veces me fui a su entrepierna y mamé el pene más rico que había probado en mi vida, chupé bolas, pija y ano. Manuel gemía de placer. Nos besamos, nuestras lenguas se...