Un amigo de hace años vuelve y lo pasamos muy bien nuevamente
Así empezó a entrar y a salir, lento, pero ya estaba abierto y a su merced, me tenía agarrado de la cadera, y de mi hombro y de ahí empujaba para llegarme más adentro. Minutos más minutos menos, no sé cuántos; pero los jadeos de Roberto me avisaban que su orgasmo ya estaba pronto a llegar, y llenarme. Me levanté...