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Grandes Relatos

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Grandes Relatos » Pag. 38

Noche de pasión en Lisboa (VIII): Uno para gobernar a todos

Sentado en el profundo alfeizar de la ventana, mientras fumo un cigarrillo, contemplo ante mis ojos una cama construida con algún tipo de oscura madera tropical. Es un mueble antiguo, más alto que las camas actuales, con el cabecero y el pie, torneados en forma de finas columnas salomónicas. Esparcida sobre la almohad...

Noche de pasión en Lisboa (VII): Amália recibe un anillo

El hombre está concentrado en su trabajo. Lleva una camisa fina. Ha remangado las mangas enrollándolas por encima del codo. A pesar del calor, debajo lleva una camiseta de asas. Solo los tontos de ciudad desnudarían el torso para ponerse a trabajar bajo este sol. Sabe que cuando moje con su sudor la camiseta, la evapo...

Fui su esclava y me terminó gustando

Esta historia me pasó este fin de semana con la persona menos pensada. Resulta que a mi mamá se le antojó arreglar y pintar una pared del fondo de la casa para las fiestas. Ella se encargó de hablar con el pintor y contratarlo. Yo no sabía quién era y tampoco me importaba mucho saberlo. Supu...

Noche de pasión en Lisboa (VI): Fin de semana en la quinta

Estoy sentado en el chesterfield del salón, esperando que baje Amália para irnos juntos a pasar el día a Coímbra, a menos de 100 km. al norte de la finca. Hoy, sábado, será el último día completo que pasaré esta semana con mi amiga, ya que mañana por la mañana...

Noche de pasión en Lisboa (V): Odiseo y las sirenas

Despierto. Me doy cuenta que estoy abrazado a la espalda de Amália, tal y como solemos dormir juntos. Huelo su perfume en su pelo y noto mis manos agarradas a sus pechos. Un momento, un pecho no está en la posición que debería, tengo mi mano con la palma hacia el frente y noto el pezón en ella. Ento...

Noche de pasión en Lisboa (IV): Las tres gracias

Cuando terminan de reírse a mi costa, Amália me comenta: —Alfredo, querido, Ana María y yo vamos a ir esta mañana al hospital, en Nazaré, a visitar a mi primo, que como te comenté, está convaleciente de la apendicetomía. Si quieres puedes acompañarnos, o puedes quedar...

Noche de pasión en Lisboa (III): Sacando de apuros a Amália

Estoy en mi garaje, arrodillado en el suelo con una pistola estroboscópica en mi mano izquierda, mientras con la derecha afino el avance del encendido de mi capricho más preciado. Es difícil reconocer en este MG TC migdet de 1.946 aquel patito feo en estado ruinoso que adquirí hace ya treinta años en Ing...

Nadie me ha trastornado tanto como Alexandra (Parte 3)

Y si ese jersey gris con camisa blanca fue el inicio del mayor morbo de mi vida aún vendrían muchos más jerseys con camisas que me excitarían fetichistamente lo que jamás pude imaginar. Cierto que los jerseys y camisas que llevaba Alexandra eran simplemente eso, es decir, unos jerseys y camisas normales ...

Noche de pasión en Lisboa (II)

Estoy en Lisboa nuevamente. Aprovechando que la próxima es la ‘semana loca’ de diciembre, ya que los días 6 y 8 son festivos en España, y el 6 cae en martes, me he venido ayer viernes y voy a disfrutar de casi 10 días de vacaciones. Me he levantado tarde, ya que arribé al hotel casi a las tre...

Noche de pasión en Lisboa (I)

Era un jueves al mediodía; me encontraba en la zona de Lisboa, en Portugal, por motivos de trabajo, y debería estar alrededor de 3 semanas con aquel proyecto. Estaba supervisando el montaje de una serie de máquinas en una fábrica de la zona, y se me vino encima la hora de comer. No era la primera vez que me enc...
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