El ácido come sin mirar qué
Mi noviazgo con Elisa comenzó con una cierta oposición de sus padres, quienes estimaban que pertenecíamos a estratos económico-sociales distintos y que, pasada la efervescencia juvenil, aflorarían las diferencias dando al traste con la unión. No les faltaba razón en cuanto a que eso era lo ...