Un tropezón con final feliz (6)
Comenzaba un nuevo día y ambos se levantaron de la cama dispuestos a aprovecharlo, se asearon y tomaron café en la cafetería del hotel. Eduardo puso su tarjeta al lado de la taza de Cristina y le guiño un ojo.
-¿Tú no te vienes?
-No, yo te esperaré aquí, confío en ti, ya...