Diario de Lucy (2)
El sabor de su piel, el grosor llenándome la boca, el calor que me recorría la garganta, todo era demasiado. Cerré los ojos un instante, dejándome inundar por la sensación de tenerlo dentro, y luego lo miré de nuevo, con mis labios hundidos hasta la mitad de su erección, como si quisiera que viera lo perdida que estaba ya. Fue...