Dulce Sara
Era verano, uno de tantos, pero no para mí, era especial. Me encontraba en cuarto curso de la universidad. Habíamos acabado los exámenes y ya vendrían las notas y las lamentaciones. Ahora no tocaba pensar e ellas, tocaba desconectar y disfrutar.
Estaba eufórico, excitado, ligero como una pluma. Como s...