La despedida a mi director
Decidimos cambiar de posición así que me acosté, subí una pierna a sus hombros mientras él metía su pene, comenzó a moverse y era delicioso volver a sentir mi vagina ocupada. Siguió moviéndose hasta que bajé mi pierna, mientras él me cogía yo solamente abría mis piernas y con ellas lo abrazaba de la cintura, se movía delicio...