Intercambio en la ciudad (2)
—Voy a acabar putita —anunció Carlos, su voz un gruñido animal—. Voy a llenarte el culo, puta. —Hazlo —jadeó Elena, liberando por un segundo la pija de Pedro para hablar—. Lléname, hijo de puta, quiero sentirla toda adentro. Eso fue todo lo que Carlos necesitaba. Con un último empujón, se hundió hasta el fondo, sus cade...