¡Qué vacaciones! (2)
Lucía estaba llevando al cielo a mi mujer, que no se podía estar quieta, yo me puse detrás de ella, le baje el bikini y empecé a comerle el culo, se lo abrí con las dos manos, le metí la lengua y le echaba algo de saliva, y lo empujaba con los dedos, empecé a pasarle la mano por la...