Un inocente juego
Entro. No hay demasiada gente. Normal, quién va a salir a las 16 h en pleno agosto con el calor que hace.
Ahí estás… me digo a mí mismo. Camino hacia ella, para que pueda ver que llegué. Y nos miramos. Lo justo para que él no pueda darse cuenta. Yo paso de largo, y decido sentarme en la ...