Su primer anal, a los 40
Separé sus nalgas y su culo quedó expuesto frente a mí. Que manjar más delicioso. Comencé a lamerlo delicadamente, me encantó sentirlo con la punta de mi lengua, y a ella también, por momentos dejaba de hacerlo y le preguntaba: ¿te gusta? Ella decía: siii. Me ocupé de su entrada lo mejor que pude, introduje mi lengua hasta donde...