Sorpresa con la madre de mi novia (7): Un final inesperado
Lucía seguía sentada con sus apuntes. El sol incidía en su piel haciéndola brillar más, y sus tetas, aunque no tan grandes como las de su madre, eran más duras y me parecieron deliciosas.
La bese en los labios, un beso tierno pero jugoso. Miró el mástil que salía de mi rega...