Casada con el coño caliente en busca de vergas
Eran las nueve y algo de la noche cuando entró en un bar gallego una mujer de unos cuarenta años, morena, con su cabello castaño mojado, era de estatura mediana, de ojos azules, y maciza. Le pidió al camarero y dueño del bar cambio de diez euros para la máquina expendedora de tabaco y pregunt&oacu...