Me enseñó un sexo que desconocía (parte 4)
Fuimos a la cama, me puse boca abajo para seguir penetrando mi cola y así nos quedamos disfrutando mientras él me abrazaba, me besaba la nuca, me acariciaba y me hablaba al oído todo lo que sabía que me gustaba y calentaba, que era su putita, que tenía una cola divina y que disfrutaba penetrarla, que era la pendeja más...