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Primera noche

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Mientras se besaban, Charles iba bajando su mano lentamente por el cuerpo de Samantha.

Samantha encantada seguía besándolo con excitación, él la excitaba tanto que ya quería sentirlo dentro de su ser.

El joven telépata bajo su mano por el estómago de la chica hacia el pantalón y al llegar ahí metió su mano llegando a su vagina. Y como si fuese una acción automática llegó hasta su clítoris y con dos de sus dedos empezó a acariciarlo, de arriba a abajo, de lado a lado eh incluso circularmente.

Charles seguía excitándola más mientras la seguía besando y la chica queriendo más bajo su mano hasta el pantalón del joven y lo sintió. Tocaba su pene por encima de la ropa, subía y bajaba la mano poniéndolo más duro de lo que ya estaba. En un acto de desesperación y con las caricias del joven bajó el zipper y metió su mano por dentro del bóxer y lo acarició, yendo desde el tronco hasta la cabeza, lentamente subió y bajó su mano.

Ambos estaban tan excitados que ya no aguantaba las ganas de estar pegados.

El joven dejó de besarla para quitarle la camisa, el brazier, y el pantalón junto con la pantaleta, atacó uno de sus pechos con su boca y con una mano acariciando el pezón del otro pecho. Le succionaba el pezón haciendo la soltar pequeños gemidos. Charles fue bajando más y más dando besos por todo el camino y al llegar a la entrepierna de la joven pasó su lengua de abajo a arriba, deteniéndose un momento en su clítoris haciendo movimientos uniformes con su lengua. Le estaba haciendo el mejor oral que había tenido en mucho tiempo, Samantha ya no aguantaba los gemidos y los soltaba.

En un momento la joven mutante tomó la cabeza de Charles y la juntó más a su vagina sintiendo sus movimientos con la lengua en su entrada y su clítoris. Y entonces lo sintió, dos de los dedos de Charles estaban dentro de ella y los movía dentro y fuera de ella y su lengua aun estimulando su botón. Le estaba dando un gran placer que ella ya no pudo aguantar y su cuerpo empezó a moverse de forma convulsionada, los dedos del joven seguían entrando y saliendo y ella por fin se vino, tuvo un orgasmo en la boca del joven. Dejando su sabor en él, Charles dejó de hacerle el oral y se acercó a su boca para besarla y seguir con Las caricias.

Charles se separó un momento y se desnudó frente a ella, inmediatamente retomó sus caricias pero esta vez ya no eran sus dedos los que estaban en la vagina de la chica, su pene tomaba el lugar de sus dedos y mientras seguía besándola y acariciando sus pechos movía sus caderas de abajo a arriba acariciando la cabeza de su pene con el clítoris de la joven.

Sin aguantar más, la joven lo giró quedando ella encima de él, y con excitación baja hacia el pene de su compañero y lo toma con las manos.

Subiendo su mano de arriba a abajo acariciándolo lentamente y cuando bajo al tronco del miembro como su boca lame la cabeza como si fuese una paleta, sus movimientos eran repetidos lame, sube, lame, baja.

Mirándolo introduce el pene en toda su boca y haciendo movimientos verticales lo mira seductoramente. A los pocos minutos Charles la toma de las manos y hace que pare de chupársela, se iba a venir si lo seguía haciendo.

La joven se montó a él con su vagina y su pene rozando. Ella empezó a jugar acariciándose en él sin introducirlo. Movía su cadera de tal forma que la cabeza quedará por pequeño momentos en su entrada.

Se movía de lado a lado que lo volvió a sentir. Se había vuelto a venir encima de él, con tan sólo caricias, Charles no paraba de gemir por las acciones de la joven.

Impaciente y después de recuperarse, levantó un poco la cadera y tomó el miembro de Charles y lo colocó en su entrada. Mirándolo se dejó caer lentamente soltando un suspiro y un gemido cuando entró por completo.

Y como si fuera un robot comenzó a subir y bajar, ambos gemían y disfrutaban tanto que la joven volvió a venirse con él dentro de ella, era tan excitante e increíble tenerlo dentro que no aguantaba más.

Charles aprovechó para cambiar de posición y puso a la chica boca arriba frente a él y sin pensar se la metió tan rápido que ambos gimieron por la excitación repentina. Movía su cadera de tal forma que su pene entraba y salía de ella, con movimientos lentos y rápidos.

El telépata aceleró sus movimientos, estaba por venirse y no quería terminar solo, por lo que con una mano acarició el clítoris de la joven.

Y con un gemido profundo y excitante, ambos se vinieron, llenando la vagina de la chica de semen caliente y excitante. El joven salió de ella y su semen escurría de la entrada de la chica y acostándose a un lado de ella la tomó una mano y los cubrió con una sábana quedando profundamente dormidos.

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