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Isidro: La piscina de mi tía en el pueblo

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Por fin llegó el verano y con él las vacaciones en la universidad.

En mi ciudad como no tenemos playa, nos morimos de calor cada año en estas fechas, así que aprovechamos para ‘asaltar’ las piscinas de los amigos y familiares que las tienen.

Yo tenía la suerte de que mi tía (la hermana pequeña de mi madre) tenía piscina en el chalet del pueblo, y siempre nos invitaba para matar el calor en estos días.

El martes fui con mi madre al pueblo de mi tía a comer con ella. Como era entre semana, mi padre tenía trabajo y no pudo acompañarnos y en el pueblo estaba mi tía, mi tío y mi prima.

Como era lógico, mi prima y yo estábamos en la piscina disfrutando mientras hacían la comida mi madre y mi tía, y mi tío se arreglaba para irse a trabajar en cuanto saliese de comer.

Me salí un rato de la piscina y fui a por un refresco, al pasar por la cocina mi madre estaba cuchicheando los cotilleos de siempre con mi tía. Al hacerme hueco entre ellas para coger un vaso, mi tía me cogió el culo y grito ¡ay mi sobrino guapo! ¡Mira que machote está ya hecho! ¡Con lo enanín que era y la guerra que daba! mi madre se rio y añadió "crecido por fuera, por dentro sigue como si tuviera 8 años", y se rieron las dos.

Comimos todos juntos, luego mi tío se marchó y nos dejó a los 4. Al acabar nos fuimos a la piscina, y mi madre y mi tía a ponerse el bikini. Estaba en el agua y vi salir a mi tía, estaba rompedora con ese bikini, tenía unos pechos enormes, una talla 95 seguramente, con lo que al andar podía ver como vibraban los pechos, y el trasero lo tenía redondito, haciendo una curva perfecta en el bañador, estaba estupenda con sus 37 años.

Estuvimos un buen rato tumbados en el césped con las toallas jugando a las cartas mientras la comida nos bajaba. Estábamos jugando al mentiroso y tenía a mi tía justo a mi derecha, con lo cual le intentaba a veces mirar las cartas y cuando se daba cuenta me gritaba "tramposo" y se las acercaba al pecho para que no se las viera. En una de esas se me fueron los ojos y me quedé embobado mirando sus pechos, mi tía se dio cuenta y le salió una sonrisa picarona y me soltó "deja de mirar que no las vas a conseguir ver" (evidentemente iba con doble sentido la frase), mi madre me gritó que dejase de hacer trampas y mi prima aprovechó el despiste para colarnos unas cuantas cartas jajaja.

Cuando nos bajó la comida nos fuimos al agua y empecé a fastidiar un poco a mi prima ahogándola, luego cuando se metió mi madre y mi tía nos pusimos a jugar a los caballitos, ¡hijos contra madres! así que yo hice del corcel de mi prima y mi tía del de mi madre. En una de esas que me acerco para derribarlas, mi tía me ataca haciéndome cosquillas mientras mi madre trata de tirar a mi prima, así que le contraataco con cosquillas también y mi tía acaba dándose la vuelta, y casi tira a mi madre, pero ahí aguantaba como podía girándose para tirar a mi prima mientras yo le hacía cosquillas a mi tía. Como se había dado la vuelta mi prima lo tenía más fácil y agarraba a mi madre por la espalda para tirarla, yo mientras agarré por la espalda a mi tía para que no se moviera y pudiera tirar a mi madre. Mi tía no paraba de moverse para soltarse y me golpeaba con su culo en mis partes, lo que con tanta tontería y tanto roce empecé a empalmarme. Se me puso dura del todo y mi tía en una de esas enculadas lo notó y dio un pequeño brinco hacia delante, yo me sonrojé y me eché para atrás soltándola, lo que aprovechó para girarse y mi madre para colocarse bien y agarrar a mi prima. Al tener a mi tía enfrente, me miró con picardía y me puso las manos en la cintura para luego tirar hacia abajo del bañador, yo me agaché y giré, y al hacerlo como mi tía seguía intentando quitarme el bañador, acabó sin querer dando con la palma de su mano en toda mi polla empalmada, que agarró por la inercia por un segundo y ahí fui cuando me caí con mi prima y ellas gritaron eufóricas de su victoria. Yo me quedé rojo y mudo unos segundos mientras mi prima reclamaba que hicieron trampa y que no valía, pero ellas ni caso.

Jugamos un rato más y nos secamos, a la noche llegó mi tío y mi padre, cenamos todos juntos y nos fuimos.

Al día siguiente volví al pueblo, pero mi madre no pudo acompañarme porque tenía cosas que hacer y ya se acercaría en la noche para cenar y recogerme. Tras comer con mis tíos, mi tío se fue a trabajar y mi prima se arregló y se marchó que había hecho planes con sus amigas y no volvería hasta después de cenar y ver una película. Así que me quedé sólo con mi tía.

Hoy no fui directo a la piscina, sino que me quedé un rato tumbado en el césped, y cuál fue mi sorpresa cuando vi salir a mi tía con un bikini muy ajustado y el sujetador era bastante pequeño, casi tapaba sus pezones dejando a la vista todo lo demás. Se tumbó a mi lado y dijo que quería tomar un rato el sol, me sacó el bote y me pidió que le untase crema por detrás. Me levanté y empecé a echarle crema, en eso me pidió que le desatase la parte de arriba para que no le quedase marca, cuando acabé con la espalda le pregunté si quería algo más y me dijo que no me olvidase las piernas, así que tímidamente acepté y le unté poco a poco hasta llegar casi a su trasero. Yo estaba ya casi para meterme en la piscina de lo caliente que me había puesto, y de repente me di cuenta que estaba súper empalmado, así que me tumbé de inmediato boca abajo en la toalla.

Mi tía me dijo que me echase crema yo también o me iba a quemar, como era obvio no me podía levantar y que se me viera empalmado con estos bañadores que son unos putos chivatos y que pareciera que tenía una tienda de campaña ahí en medio, así que me negué varias veces diciendo que no me hacía falta. En esto mi tía se levantó y me dijo, "te la hecho yo entonces, que si te quemas luego tu madre me va a echar la bronca", y se puso encima de mí, sentada en mis piernas a echarme crema en la espalda. Sus manos eran suaves y pequeñas y notaba como me recorrían toda la espalda, para luego acabar en mi cuello. Luego se levantó y empezó a echarme crema en las piernas "no hace falta tía, tengo pelos", "de eso nada" me soltó, "no tienes tantos como para que te protejan bien". Y empezó por los tobillos a extender la crema. Iba poco a poco dando masajes en círculos con una ligera presión para extenderlos bien, y cuando pasó de los gemelos y llegó a mis muslos me acordé que mi tía estaba en topless al ver a mi derecha su sujetador tirado en la toalla, en ese momento me recorrió un cosquilleo por todo el cuerpo y mi tía comenzó a meter un poco sus manos por mi bañador para untar la bien la crema en los muslos. Yo estaba que iba a reventar. Mi tía paró y dijo "ya está". Se volvió a tumbar y se abrochó de nuevo el sujetador, para sentarse y untarse crema por delante.

Me preguntó si queríamos jugar al mentiroso y dije que sí, en eso se echaba crema y cuando me preguntó qué tal iba con las chicas de mi uni, levanté la mirada y vi cómo se estaba metiendo las manos en el sujetador para untarse bien en todo el pecho, me vio de lleno y me puse rojo como un tomate, agaché la cabeza lo más rápido que pude y le dije que bien, pero que no había ninguna así interesante al que echarle el diente.

¿Ninguna? al menos tendrás una amiguita "para jugar", me soltó.

Yo estaba entre empalmado por el "masaje" y rojo por la inusual conversación.

Nos pusimos a jugar un poco a las cartas y luego nos tiramos a la piscina. Mi tía me lanzó una pelota y tiró un aro de esos que flotan al agua. "A ver quién la mete más" gritó. No sé por qué, pero cada cosa que decía mi tía le encontraba hoy un doble sentido fuera de lo habitual.

El juego era sencillo, el que tenía la pelota la lanzaba y trataba de meterla de un tiro en el aro. Entre lanzamiento y lanzamiento cuando fallaba mi tía se burlaba "que malo eres", "no la sabes meter", pero mi tía estaba perdiendo, así que empezó una táctica más agresiva y comenzó a darme pequeños empujones por la espalda cuando lanzaba. El problema es que los empujones me los hacía con su cuerpo y por tanto en cada empujón sentía sus pechos en mi espalda, y volví a empezar a empalmarme, lo que me hizo empezar a perder la concentración y mi tía a ganar...

Copié la técnica a mi tía y empecé a hacerla yo también cosquillas por la espalda, a lo que respondía dándome golpes con su trasero, lo que hizo que me empalmase más aún. "Eso no vale, la idea fue mía copión" me gritaba mientras trataba de tirar.

En uno de mis turnos hizo el amago de querer bajarme el bañador, lo que me hizo saltar de golpe y fallar el tiro, ahí ya me dispuse a vengarme, y en su turno tiré del cordel de su sujetador, lo que provocó que se soltase y sus pechos se soltasen a ambos lados. Como estaba de espaldas no pude ver nada, así que enseguida se tapó con los brazos y se giró "malo, tramposo", "no sabes ganar a una mujer sin hacer trampas" a lo que rojo y excitado le solté, "es que juegas sucio y haces trampas todo el rato".

"¿Que yo juego sucio?" me dijo mirándome fijamente mientras sus manos tapaban sus enormes pechos. Se puso a caminar hacia mí, y cuando estaba a unos centímetros (estaba paralizado por los nervios) me soltó: "Esto es jugar sucio", y agarrándome rápidamente me bajó el bañador hasta las rodillas. El agua de la piscina era muy trasparente y mi tía pudo ver como estaba totalmente empalmado. "Vaya, que mayor está ya mi sobrinito", "entonces lo que toqué ayer no fue tu brazo" me dijo sonriendo. Yo estaba con los ojos abiertos de par en par, paralizado, no sabía que hacer, y para colmo mi tía ya no se cubría los pechos. Me logré recuperar un segundo y me giré, dándole completamente la espalda muerto de vergüenza. "Pobrecito ¿estás bien?, cuéntale a tu tía que te ha pasado", y al terminar de decir eso noté como sus pechos se apoyaban en mi espalda y su barbilla se clavaba en mis hombros. Se acercó a mi oído y me susurró "no tienes de que avergonzarte, es algo natural", y mientras me susurraba esas palabras noté como me rodeaba por la cintura y una de sus manos bajó justo a agarrar mi miembro totalmente empalmado.

"Uy", "que duro está sobrinito". Me dijo apretando con su mano mi polla. Yo estaba que no me salían las palabras de la boca, apenas tartamudeaba aire. "¿Decías algo?" me preguntaba la cabrona mientras comenzaba a pajearme lentamente. "No… Yo... es que..." se me trababa cualquier cosa que trataba de decir. "¿mmm? no te entiendo si no hablas más claro" y justo al decírmelo al oído noté como me clavaba lentamente sus dientes en el lóbulo de la oreja para acabar cerrando los labios en una especie de beso. "Esto te va a encantar".

Comenzó a morderme por el cuello, mientras la mano libre me acariciaba por el pecho y ella se pegaba más para que notase sus cálidos pechos en mi espalda.

- "¿Te gusta mi pequeñín?" me susurró al oído.

- "Me encanta" logré decir con la voz casi cortada por los nervios.

Su respiración se aceleraba, sus bocanadas de aire extasiaban mis oídos, y mi cuerpo se iba arqueando hacia adelante a medida que llegaba al clímax.

Ella paró, se separó un poco y me dio la vuelta, "cuidado no me vayas a manchar la piscina" me dijo con una sonrisa, "vamos a evitarlo probando lo fuerte que estás". En eso se volvió a pegar a mí, puso sus brazos sobre sus hombros y me escaló mientras movía su cadera para que la penetrase al vuelo.

No podía creerlo, estábamos metidos en la piscina, mi tía encima de mía y yo sujetándola en alto con ayuda del agua que me aliviaba de una parte importante de su peso, mientras mis manos la agarraban por sus muslos dejando nuestros cuerpos pegados frente a frente.

Empezó a besarme con pasión y a mover sus caderas de arriba a abajo durante la penetración. La velocidad se hizo más intensa y dejó de besarme para lanzar bocanadas de gemidos mirando al cielo. Yo estaba luchando conmigo mismo para no correrme muerto de la excitación de la situación, de su cuerpo, de sus gemidos...

Sus pechos botaban de la fuerza con la que ella misma subía y bajaba con la ayuda de mis brazos, hasta que la escuché gritar por fin, y exploté dentro de ella, matándome del susto y pidiéndola perdón.

"No pasa nada sobrino, tomo pastillas para no darte más primitas", me dijo con sonrisa pícara. Me dio un pequeño beso en los labios y me hizo bajarla para ir al baño a "vaciarse".

Yo me quedé unos minutos en la piscina, estaba embobado, aún no creía lo que había pasado. Salió mi tía y me vio "¿Qué haces aún ahí? entra a limpiarte, no te vayan a pillar y ya no podamos jugar más...".

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