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Nuestra amiga argentina enfiesta a su amiga-novia

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Bueno, dentro de las cosas que pasaron en esta semana; un día estábamos en la playa con Pau, mi hermana, mi cuñado y mis viejos, me entra un whatsapp, me fijo y era Gonzalo -varias veces hable de él, es uno de mis amiguitos, que me cogió varias veces y hasta me he quedado a dormir en su casa, y también me ha cogido con algún amigo, Gonzalo tiene, y siempre lo dijo una pija bastante considerable, que me hace doler, pero me pone loca-.

Bueno la cosa es que la conversación fue así, y se las copio:

Gonzalo: Hola Rubia, ¿por dónde andas?

Yo: en Cariló, nene, sabes que estoy acá.

Gonzalo: ¡yo también! me prestaron una casa y me vine con un amigo.

Yo: que bueno nene, ¿lo estás pasando bien?

Gonzalo: y mejor lo pasaría si nos vemos, ¿querés?

(Nada, sabía que si lo veía me iba a terminar cogiendo, pero mi cabecita como en estas cosas funciona a mil pensé si esta con una amigo, nos pueden coger a las dos, ¿o no? Y Pau, que se yo, ya la voy a convencer, si peor que lo que pasó en lo del tatuado no va ser, así que le dije de vernos).

Yo: dale nene, ¿dónde estás?

Gonzalo: en el Balnerio xx

Yo: forro, estas re cerca jaja, estoy en el xxx, carpa xxx, venite y nos vemos, que estoy con una amiga.

(Yo ya re contra regalada)

Gonzalo: ok, en un rato estoy.

Le digo a Pau, que van a venir un par de amigos míos, que yo no sabían que estaban acá, no me dice nada, porque obvio ella ni sabía que Gonzalo me coge.

La cosa es que llegan, toda la boludez del caso, los presento y nos vamos a caminar, caminamos un rato, Gonzalo me agarra de la mano, no le digo nada, Pau solo miraba, Gonzalo, me pasa la mano por la cintura y yo a él (como si fuéramos novios) ya la cara de Pau era de ¡intriga!

Paramos en un barcito, hablamos mil boludeces, pero lo más importante, es que Gonzalo en un momento nos dice: “chicas ¿vamos a tomar algo a la noche?” sin preguntarle a Pau, les digo que si, que esta re buena la idea, quedamos en que nos pasaban a buscar por casa.

Y empieza Pau con sus preguntas: ¿lo agarraste de la mano? ¿Iban abrazados? ¿Pasó algo con él? Hasta que me hinche las pelotas y le dije: “si, nena, ¿no te diste cuenta?, y no sabes ¡como coge!, tiene una pija hermosa”. Y Pau, me dice: “pero no vamos a hacer lo mismo ¡de la otra noche!” (Refiriéndose al tatuado) y le digo: “nena, vos confía en mi, nunca te voy a dejar sola, aparte Gonzalo no es el tatuado ¿o no te das cuenta?”

Le dije esto porque Gonzalo es re fachero (nada que ver con el tatuado) y se nota que no iba a ser un descontrol ni “cigarros, ni nada de eso”.

La cosa, es que llegamos a casa, me suena el whatsapp era Gonzalo, y me dice así:

Gonzalo: Rubia, te pregunto por tu amiga, porque entre nosotros no van las boludeces y sabemos cómo termina esta noche.

Yo: (haciéndome la boluda) ¿y cómo va a terminar?

Gonzalo: rubia, a todos nos gusta lo mismo, no quiero zarparme, pero te pregunto por tu amiga, vale la pena que perdamos tiempo yendo a tomar algo, ¿o las paso a buscar y vamos derecho a mi casa?

Yo: nene, ¿sos boludo? Eso lo tenés que manejar vos, ¡no me lo tenés que preguntar a mí!

(Por un lado me embola cuando los chicos solos no toman la decisión y por otro lado, ya le estaba diciendo que sí).

La cosa es que nos pasan a buscar, y en el camino al centro Gonzalo nos dice: “chicas es un quilombo de autos el centro, vamos a tomar algo en el jardín de casa, que hay de todo para tomar.” Y sin preguntarle a Pau, le digo: “nada, si es un quilombo ni vayamos, me embola el quilombo de gente” (cosa que es cierto).

Bueno llegamos a su casa, nos quedamos en el living, Pau, estaba entre intrigada, asombrada, asustada, no sé bien como describirlo, la cosa es que me dice: “nena, no sé cómo termina esto, pero sola no me dejes”, y le digo: “nena, jaja, vamos a terminar cogiendo jeje, pero no te voy a dejar sola, cojamos todos juntos, me calienta verte coger” y la trola/lesbiana de Pau, me dice: “a mí también me encanta ver ¡cómo te cogen!”, jamás pensé que me iba a decir eso.

La cosa, es que traen unos Fernet con cola, nos ponemos a tomar eso, Gonzalo se sienta al lado mío, y Diego (su amigo) al lado de Pau, yo ni lenta ni perezosa (como dicen las viejas), dejo que me parta la boca de un beso, y empezamos a matarnos y a Pau no le quedó otra que dejarse hacer lo mismo por Diego.

Gonzalo, ya me estaba sacando la blusa y metiéndome las manos bien entre las entrepiernas, hasta que escucho que Pau dice: “NO, NO” (la forra tenia no sé qué, pero le daba que se yo, cosa que Diego se la llevara a coger a un cuarto).

Me doy vuelta y veo eso, que Diego se la quería llevar a un cuarto, y les digo: “chicos, todo bien, pero con Pau siempre juntitas, ¡nunca nos separamos!” pufff, la cara de los chicos (sé que para ustedes lo mejor es eso coger todos juntos y para mí también)

Bueno, la cosa es que empezamos de nuevo, Gonzalo a tocarme besarme y la veo a Pau y se estaba dejando hacer de todo con Diego, ya casi la tenía ¡en bolas!

Gonzalo, me saca la pollerita, el corpiño, yo ya casi en bolas, me tiro en el piso y le empiezo despacito (como lo conté mil veces a chuparle la pija), veo que Pau me sigue y ya estaba haciendo ¡lo mismo! Estábamos las dos como dos putitas (y eso me calienta) chupándoles la pija a cada uno de nuestros chicos.

Seguimos así un rato, hasta que nos quedamos los cuatro en bolas, cada uno en un sofá ¡distinto!, yo la llevaba a Pau, porque me di cuenta que ella iba haciendo ¡lo que yo hacía!

Me lo monto a Gonzalo, y empiezo a saltar sobre su pija, Pau veo que hace lo mismo con Diego, las dos saltábamos como locas, pero me moría por ganas de besarla, ¡pero no podía! Estaba en otro sofá, hasta que acabamos casi juntos ¡los cuatro!

Hasta que les digo: “vengan para acá” y nos quedamos los cuatro en el mismo sofá que era enorme, pero yo le miraba la pija a Diego y no estaba nada mal, y la verdad me empecé a calentar con la idea que me cojan los dos.

Y yo que seré lo que seré, pero no soy de hacer estas cosas, pero como este verano estoy re zarpada, digo algo así: “¿a ver como esta esa pija?” y se la empiezo a chupar a Diego, al principio media dormida hasta que con mi arte de chupar bien las pijas se le puso re dura.

Pau, pobre, no le quedó otra que hacer lo mismo con Gonzalo, también se la empezó a chupar, y otra vez terminamos cogiendo los cuatro juntos, pero la gran diferencia es que fue en el mismo sofá, cosa de que mientras cabalgamos arriba de los chicos, paso algo que fue más fuerte que nosotras ¡NOS EMPEZAMOS A BESAR Y A TOCAR! sentí que al ver esto Diego, su pija, se ponía cada vez más grande, y estaba más caliente, y con Pau nos seguíamos, besando hasta que acabamos de a poco otra vez ¡los cuatro juntos!

Nos quedamos de nuevo en el sofá, nada, no había mucho que hablar.

Hasta que le digo a Pau (repito estoy re zarpada este verano): “nena, veni y haceme lo que nos gusta” Pau re sorprendida me dice: “¿acá?” “si nena acá”, le agarro de la cabeza, la llevo a mi concha, me la empieza a chupar, los chicos al ver esto se pusieron re calientes, uno me besaba las tetas, otro la boca, hasta que Gonzalo con su hermosa pija ya reparada, me la mete en la boca, POR FAVOR QUE PLACER, PAU CHUPÁNDOME LA CONCHA Y LA PIJA DE GONZA ¡EN MI BOCA!, hasta que Diego también me la empieza a meter y Pau ya me metía los dedos en mi conchita, yo ya estaba re loca de placer, eran demasiadas cosas ¡todas juntas!

La cosa es que termine acabando como pocas veces y los chicos llenándome la boca de leche, y lo peor fue que me la tragué ¡toda!, y se las seguí chupando hasta dejárselas ¡bien limpitas!

Nada, ya medio muertos todos, nos quedamos en el sofá, pero Pau no había acabado, así que me tiro en el piso y se la empiezo a chupar, a meter los dedos, a comerle su clítoris, ella, ya estaba recaliente, no sé cómo hacía, pero entre dedo y dedo que le metía, también le acariciaba la pija a los chicos.

Obvio, Pau re caliente, los chicos (que eran una máquina de hacer leche), se les volvió a parar de nuevo, se la sigo chupando a Pau, le digo que se ponga en cuatro en el sofá, me hace caso, le empiezo a chupar la cola, Diego, se prende, se la empezamos a chupar entre los dos, Diego se la escupe, le empieza a meter los dedos, y Gonzalo veo que le empieza a meter la pija en la boca, cosa que Pau por lo que vi ¡no se resistió!

La cosa, es que los dedos de Diego en su concha pasaron a ser la pija de Diego en su cola, Pau dice: “NOOO, LA COLA NOOO”, le digo: “forra, te encanta ¡déjate de joder!”

Mientras Diego le empezó a meter la pija en la cola yo se la chupaba, se la acariciaba, y Gonzalo le ponía la pija en la boca (bah, la re enfiestamos a la supuesta lesbiana).

La cosa, es que Diego se la mete toda, Pau empieza también a jugar con esa pija adentro moviendo la cola, mientras yo se la seguía besando hasta que Diego se la llena de leche y Gonzalo le llena de leche la boca.

La boluda no se la trago, va al baño a lavarse, ya ni sé qué hora era, pero es como que ya estaba hecha la noche, llega Pau, le digo: “vamos nena” y obvio me dice que sí.

En el viaje de vuelta (bah 15 cuadras) casi no hablamos, llegamos a casa y yo estaba embolada de que no me dijera nada, le digo: “forra, te gustó ¡todo!, ¡no me digas que no!” y me dice: “nena, no te diste cuenta, no te voy a mentir me viste, pero me gusta estar ¡con vos!”

Así, como estábamos, con nuestras polleritas (que lo que uso en todo el verano), nos empezamos a besar, terminamos, cada una con los dedos en la concha de la otra, besándonos, hasta que acabamos ¡otra vez!

Yo ya no daba más, así vestida me tire en la cama y me quede dormida…

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